El Racing entra en el bombo de la Copa del Rey

El sorteo, con los 56 equipos divididos en cinco copas, irá emparejando a los más fuertes con los, sobre el papel, más débiles. Aunque los primeros en encontrar emparejamiento serán los dos clubes clasificados desde la Copa Federación: Real Unión y Arenteiro. Uno de Primera RFEF y otro de Segunda RFEF. Ambos se han cargado a rivales de la máxima categoría en la primera ronda –Cádiz y Almería–. Por supuesto, esta vez les tocará otro gallo de los 14 presentes. De momento, y hasta la siguiente ronda –la de dieciseisavos– permanecen exentos los cuatro participantes en la Supercopa de España: Real Madrid, Barcelona, Betis y Valencia.

A partir de ahí, los doce equipos restantes de Primera División se emparejarán con once de los doce supervivientes de Segunda RFEF. Así, uno de los más modestos quedará suelto y tendrá que buscar contrincante entre los 16 clubes de Segunda División. Por lo tanto, el Racing podría tener ahí su primer emparejamiento, aunque la probabilidad es mínima. Guijuelo, Gernika, Arenas, Sestao, Arnedo, Ibiza Islas Pitiusas, Atlético Saguntino, Guadalajara, Juventud Torremolinos, Cacereño, Coria, Diocesano y El Paso estarán en las bolas de esa última copa.

En esta segunda ronda hay once equipos en liza procedentes de la Primera RFEF (además del ya citado Real Unión): Linares, Ceuta, Pontevedra, Alcorcón, Mérida, UD Logroñés, Nàstic de Tarragona, La Nucía, Intercity, Numancia y Eldense. Esos lo tienen claro. Pueden tener preferencias, pero a todos ellos les tocará enfrentarse a un equipo de Segunda División.

En cualquiera de los dos casos anteriores, al Racing le tocará viajar. Es decir, si queda emparejado contra un rival de Segunda RFEF o de Primera RFEF, al disputarse el encuentro en el estadio del contendiente de menor categoría, el equipo cántabro tendrá que desplazarse y ejercer como visitante.

Avanzado hasta aquí el sorteo en Las Rozas, cuatro copas estarán vacías. Yen la de los equipos de Segunda División restarán cuatro. Se la tendrán que jugar entre ellos. Uno puede ser el Racing. En ese caso, será el propio sorteo el que decida si los Campos de Sport abren por esas fechas o hay que sacar el autobús verde del garaje. La primera de las bolas en salir será la del equipo que ejerza como local. Granada, Levante, Alavés, Eibar, Las Palmas, Tenerife, Oviedo, Cartagena, Burgos, Mirandés, Ibiza, Sporting, Málaga, Andorra, Albacete son los compañeros de campeonato presentes en el sorteo junto al recién incorporado Racing.

Lo cierto es que la perspectiva del Racing hacia la Copa ya no es la misma que cuando se encontraba en Segunda División B o Primera RFEF. Básicamente porque el torneo, tal y como está planteado, para los equipos de Segunda, es poco más que un problema. Al final, ni hacen taquilla ni se ven las caras con rivales de Primera División hasta haber pasado varias rondas. Y sus probabilidades de éxito competitivo son más bien escasas. Pero sí que es verdad que la competición aún conserva algo de su encanto, especialmente para el aficionado.

Con estos condicionantes, quizá lo ideal para el Racing sería que el sorteo le deparase esta tarde un rival de categoría inferior y de no muy lejos, para que los gastos y el tiempo perdido sean los menos posibles.

Dependerá también del adversario que le caiga en suerte, pero probablemente Guillermo Fernández Romo aproveche el torneo copero para dar algo de protagonismo a los futbolistas que de menos minutos están disfrutando. Puede ser una buena oportunidad para gente como Ezkieta, Germán, Bobadilla o Alfon, además de, si el míster lo cree conveniente, darle bola a algún chaval del filial.

Lo cierto es que el Racing mantiene una relación de amor y odio con la Copa. Ha habido temporadas en las que ha hecho el ridículo, como la última que disputó –hace dos campañas, ya que la pasada, tras la peor temporada verdiblanca de la historia, tuvo que disputar una Copa Federación en la que también acabó con sonrojo–, con la eliminación frente a la Mutilvera. Opoco más atras, en la que cayó frente al Laredo con estrépito. Otras que han pasado prácticamente inadvertidas. Y, por supuesto, las inolvidables, como las dos clasificaciones para semifinales y la 2013-14, que finalizó con el plante en cuartos frente a la Real Sociedad tras eliminar a Almería y Sevilla. Una decisión en búsqueda de dignididad que, por cierto, le costó al club verdiblanco una temporada de castigo sin disputar la competición. No hubo indulgencia de la Federación Española de Fútbol, pero el levantamiento mereció la pena.