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Carlos Pouso dará una rueda de prensa esta tarde en Logroño, supuestamente para despedirse del Logroñés e iniciar su etapa como entrenador del Racing de Santander. La comparecencia será a las 16.00 horas y el técnico vizcaíno estará acompañado por el vicepresidente del club ... riojano. Las negociaciones entre el Racing y Pouso para la incorporación del técnico se han intensificado en las últimas horas, ya que este era el favorito del Consejo de Administración para sustituir a Ángel Viadero.
Carlos Pouso Lejonagoitia (Leioa, 1960) está a punto de convertirse en el tercer entrenador de la era Higuera. Solo falta la firma, pero se puede interpretar de otro modo: sin firma todo es nada, y aunque si todo discurre con normalidad mañana debería entrenar al equipo -y, en consecuencia, lo dirija el sábado en Tafalla-, nada garantiza que la operación se frustre a última hora tras haberse prolongado más de lo que el Racing quería.
El técnico vasco, todavía director deportivo del Logroñés, no había contestado definitivamente al Racing. Si las conversaciones fructifican firmará hasta el 30 de junio (con posibilidad de renovar si asciende al equipo) y ejercerá ya mañana mismo como entrenador sobre el césped de las Instalaciones Nando Yosu. Ese es al menos el objetivo de Manolo Higuera y de los patrones del club, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, que disponen de otras alternativas para que, si el vasco rechaza finalmente la propuesta, abrir de inmediato una nueva y rápida negociación.
Nacimiento 30 de julio de 1960, en Lejona (Vizcaya).
Trayectoria Ha dirigido cuatro años al Sestao River (tres en Segunda B), al Eibar en Segunda, al Guijuelo (2ªB), al Mirandés (dos años en 2ªB y uno en Segunda) y entre 2014 y 2016 a la UD Logroñés.
Logros Un ascenso a Segunda y la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey con el Mirandés.
Estilo Con un perfil similar al de Viadero, le gusta potenciar los equipos desde la defensa y apostar por lo práctico. Hace especial hincapié en las jugadas a balón parado.
Carácter Quienes le conocen de cerca dicen que es afable, accesible y dicharachero, aunque serio y concienzudo en su trabajo.
Ya ayer por la mañana, cuando Viadero se estaba despidiendo aún del racinguismo en la sala de prensa de las Instalaciones Nando Yosu, se comenzó a hablar con el vizcaíno con el objetivo de contratarle ese mismo día. Al final las negociaciones se alargaron más de lo esperado y esta mañana siguen sin alcanzar un acuerdo entre ambas partes.Pero tanto el club a través de su presidente como el técnico mediante su agente reconocían la situación.
De hecho, cuando Higuera pronunció este lunes por primera vez el nombre de Pouso (el domingo no respondió cuando se le preguntó expresamente por el vasco tras la destitución de Viadero), no negó ya lo que parecía una evidencia: «El de Pouso es un nombre que está encima de la mesa, pero hasta la tarde no habrá una decisión definitiva». El plazo, como es habitual en el fútbol, se demoró más de lo que el máximo responsable verdiblanco esperaba y se llegó a la noche sin firma, con la esperanza de alcanzar un acuerdo este mismo martes. Así quedaron emplazadas anoche ambas partes.
Solo un día antes, el mismo domingo, Pouso había desmentido que tuviera ningún precontrato firmado con el Racing. Y así era, puesto que de lo contrario su incorporación hubiera sido inmediata, pero resultaba ya evidente que se habían producido contactos anteriormente. De hecho, y pese a sus constantes desmentidos, ya había solicitado al propietario de la Unión Deportiva Logroñés, Félix Revuelta, permiso para negociar su contrato con un nuevo equipo.
El propio Ángel Viadero era consciente de su delicada situación y ya tras la sexta jornada vio peligrar su puesto de trabajo, de modo que la directiva se había visto obligada a comenzar a pensar en una alternativa que finalmente ha tomado el nombre del vizcaíno. Porque independientemente de que hoy se comprometa con el Racing o que, por el contrario, se rompan las negociaciones, Carlos Pouso es el elegido para sustituir al santanderino.
Una de las circunstancias que dificultaban este lunes la operación era la particular situación del leiotarra, con contrato en vigor con el Logroñés. Lo habitual en esos casos es recurrir a un agente libre, con lo que tan solo es necesario negociar con un interlocutor, pero en este caso ha sido necesario tener en cuenta un tercer factor o agente: para firmar por el Racing Pouso necesita rescindir su contrato con los riojanos y los verdiblancos tampoco se encuentran en condiciones de hacer grandes esfuerzos económicos.
Ya hace año y medio el propio Ángel Viadero tuvo que asumir personalmente la cláusula de rescisión con el Burgos, equipo con el que tenía contrato en vigor para la temporada 16-17. Lo hizo con cargo a sus propios emolumentos en el Racing, con lo que el cántabro regresó a los Campos de Sport como apuesta personal; prácticamente como objetivo vital, puesto que lo hizo cobrando menos de lo que percibía en El Plantío.
La situación de Pouso no es la misma. Ni los cántabros pueden jugar con el componente afectivo ni el contexto es similar. Y en este caso a los verdiblancos les apremia terminar con una incómoda interinidad. El problema es que pese a que el patrón del Logroñés, Félix Revuelta, no ha puesto impedimentos a las negociaciones, permanece a la expectativa y no descarta solicitar una compensación en caso de que ambas partes lleguen a un acuerdo. Y, aquí sí, se repetiría la situación que vivió Viadero.
En caso de que se comprometa definitivamente con el Racing, Carlos Pouso llegará a Santander como bombero. Encargado de encauzar un equipo en crisis y atenazado por lo que ya considera una urgencia histórica: abandonar la Segunda División B. Su objetivo será así el mismo que el de su colega recién destituido: ascender a Segunda. En un vestuario en el que los barones han ganado mucho peso, la meta pasa por una cada vez más lejana primera plaza del grupo o, en caso contrario, por la versión larga de la fase de promoción; la triple eliminatoria.
De momento debutará el sábado en Tafalla ante la Peña Sport, sin que el club haya anunciado aún si llega con algún ayudante o debe terminar la temporada con lo puesto. Y es que el domingo José María Lana, hasta entonces segundo entrenador del Racing, decidió dejar también el equipo por fidelidad a su jefe a pesar de que el presidente, Manolo Higuera, le ofreciera continuar en el equipo. Así, si no llega con algún acompañante Pouso tendrá como cuerpo técnico al preparador físico, Adolfo Mayordomo, y al entrenador de porteros, Javier Pinillos, además de un Oriol Lozano que ha ejercido hasta ahora como técnico asistente y el exciclista profesional Iván Gutiérrez.
Pouso responde a un perfil teóricamente similar al de Viadero en cuanto a experiencia y modo de juego. Un argumento a favor de su contratación en un equipo que debe adaptarse rápidamente al nuevo técnico sin desperdiciar el trabajo anterior, aunque también resulta reseñable que se haya optado por una figura similar (aunque no de la casa) a la del destituido.
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