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El Racing ya tiene a su crack: David Barral (San Fernando, Cádiz. 1983). El delantero llegó este lunes a Santander para firmar el ... contrato que le unirá lo que resta de temporada con el conjunto cántabro. El gaditano, a sus 35 años, ha sido finalmente el elegido por la dirección deportiva para rematar el ambicioso proyecto que arrancó el pasado mes de mayo, en el preciso momento en el que el club tocó fondo el curso pasado. Barral llega libre y procedente del Tokushima Vortis, equipo de la Segunda División de Japón, donde ha militado esta última campaña y con el que ha jugado 16 encuentros y ha marcado nueve goles. El delantero, a la espera de comprobar su estado, llega en forma puesto que acaba de finalizar el campeonato japonés.
César Díaz no jugará más en el Racing, al menos esta temporada.El futbolista y el club llegaron a un acuerdo para rescindir su contrato y abandonar la entidad en este mercado de invierno. El club lo anunció oficialmente con un escueto comunicado: «El Real Racing Club anuncia que César Díaz causa baja federativa y la entidad quiere agradecer su dedicación y excelente comportamiento en el equipo verdiblanco al que se incorporó en 2016». Díaz fue renovado personalmente una temporada más por la dirección deportiva que dirige Chuti Molina el pasado verano.
El Racing ha terminado de convencer al gaditano pese a tener tres ofertas de clubes de Segunda División en España para incorporarse en el mercado de invierno. Barral, que nada más recibir la oferta del Racing se interesó por la estructura del club santanderino y por su entorno, será el jugador franquicia que no pudo cerrar Chuti Molina en verano y que se había convertido en una prioridad absoluta en El Sardinero.
Su calidad en innegable y en su trayectoria se contemplan ocho temporadas consecutivas en Primera División, en las que sus goles sirvieron para que elSporting de Gijón y el Levante se mantuvieran en la categoría –en el caso de los asturianos también para recuperarla a las órdenes de Manolo Preciado–. Su último acomodo en España fue el Granada, en Primera, y el Cádiz, en Segunda, donde fue repescado por otro cántabro, Álvaro Cervera.Es evidente que su contratación levanta grandes expectativas, pero también enormes dudas sobre su estado físico dado que tiene 35 años. A Chuti Molina parece que la edad no le ha importado a la hora de planificar la plantilla, ya que los otros dos pesos pesados del vestuario son Jordi Figueras, 31 años, y Álvaro Cejudo, 34, ambos también con una dilatada experiencia en Primera. Sin embargo, los dos futbolistas, que han demostrado su clase en todo momento no han podido completar la mitad de los partidos que se han jugado. Ahora mismo se encuentran lesionados y no es la primera vez que ocurre. El catalán ha sufrido ya dos percances musculares, lo mismo que el andaluz, que les han impedido jugar más de once y nueve jornadas, respectivamente. Ese temor es algo que no se puede evitar, pero es el tributo que se paga cuando se incorpora a un futbolista de tanta calidad y que, lógicamente, acepta el reto de jugar en Segunda B.
Edad. 35 años. 10/05/1983.
Lugar. SanFernando, Cádiz.
Altura y peso. Mide 1,83 metros y pesa 78 kilos.
Trayectoria. Real Madrid Castilla, Fuenlabrada, Sporting de Gijón, Orduspor (Turquía), Levante, Al- Dhafra (Emiratos Árabes), Granada, Apoel de Nicosia (Chipre), Cádiz y Tokushima Vortis (Japón).
221 partidos disputados en Primera División le contemplan, además de 124 en la división de plata del fútbol español.
57 goles anotó durante las temporadas que el gaditano militó en Primera División.
8 campañas completas jugó en la Primera División Española entre Sporting, Levante y Granada.
4 Ligas internacionales conoce. Ha jugado en Turquía, Emiratos Árabes, Chipre y Japón.
A Barral le ha convencido el proyecto racinguista, pero el acuerdo entre las dos partes –futbolista y club– sólo se extiende hasta que finalice la campaña actual. Bien es cierto que se han incorporado varias cláusulas, entre ellas la de la renovación –en unas condiciones que no han transcendido– en el caso de que se produzca el ascenso a la Segunda División.
El delantero encaja perfectamente en el esquema de juego que Iván Ania practica. Se trata de un delantero autodidacta, con suficiente calidad como para crearse él mismo las ocasiones y con recorrido para caer tanto fuera como dentro del área rival. Es un goleador, pero no sólo un rematador sino más bien todo lo contrario. Al Racing, precisamente, eso es lo que mejor le viene, puesto que el apartado de delanteros que fijen la defensa o que peleen con la zaga rival lo tiene cubierto con Jon Ander y Dani Segovia.
Barral se formó en las categorías inferiores del San Fernando, en Cádiz, pero pronto fichó por el Real Madrid para jugar en Tercera División con los merengues. Se fue cedido al Fuenlabrada y marcó 17 goles que le sirvieron para regresar al Castilla y ascender con los blancos a Segunda. Debutó en la división de plata y anotó tres tantos, pero decidió desvincularse del Real Madrid y fichar por el Sporing de Gijón, en el que hizo carrera. Jugó de rojiblanco seis temporadas –dos en Segunda y cuatro en Primera– en las que le dio tiempo a anotar 48 goles; fue junto con Congo el máximo artillero de aquel equipo, que con Manolo Preciado logró llevar al Sporting a Primera diez años después. También perteneció a la plantilla que descendió. Justo al acabar esa fatídica temporada decide marcharse al Levante (Primera), donde juega dos campañas y marca 18 goles, después de un breve paso por el Orduspor (Turquía), donde actuó en 29 partidos y marcó seis goles.
Al abandonar la disciplina granota apuesta por el Al-Dhafra (Emiratos Árabes) para regresar a Primera con el Granada otras dos campañas, donde tan solo anota un gol. De nuevo sale de España rumbo a un destino exótico, el Apoel de Nicosia (Chipre), y es precisamente con este equipo con el que se alza con su primer título, al proclamarse campeón de la Liga chipriota. De vuelta una vez más a España, Barral se comprometió con el Cádiz, esta vez en Segunda División. Con el club andaluz jugó 28 partidos y repitió con su eficacia goleadora, ya que marcó seis goles.
No cabe duda de que el gaditano no ha hecho más que anotar tantos en todos los equipos en los que ha estado. No es sencillo encadenar tantas temporadas en Primera División e, incluso, decidir marcharse a otra Ligas –un tanto exóticas– y ser repescado de todas ellas. De nuevo la historia se repite y el delantero vuelve a España. Es la cuarta ocasión en la que lo hace aunque esta vez para jugar en Segunda B con el Racing, categoría en la que no milita desde 2005, cuando lo hizo por última vez con el Real Madrid Castilla, antes de sumar su primer ascenso con el filial blanco.
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