El Racing, más fuerte lejos de casa

Porque el equipo cántabro es el penúltimo peor anfitrión –sólo por delante del Málaga– de la competición en Segunda División. El balance es de siete puntos, fruto de un triunfo, cuatro empates y tres derrotas. Demasiada sangría en su estadio. Siete de los ocho visitantes se han montado en el autobús con puntos en el portamaletas. Una circunstancia que un Racing que aspira a la permanencia debe mejorar. No está el tema como para dejar escapar unidades.

En aquella racha inicial de cuatro derrotas consecutivas, los de Romo se llevaron dos sopapos ante su público. Uno en el estreno, cuando cayeron, en los últimos minutos del choque frente al Villarreal B. Lo que parecía un empate a cero, en el añadido se convirtió en un doloroso 0-2 frente a otro recién ascendido.

Dos jornadas después, en la visita del Oviedo a Santander, fue el VAR el que desequilibró el choque en contra de los cántabros. Un 'penaltito' de Unai Medina, que el árbitro no vio pero en Las Rozas sí, permitió a Borja Bastón hacer el gol del triunfo carbayón. El tercer tropiezo fue el del pasado domingo, contra el Burgos.

El Racing sólo ha ganado un partido en casa. Y lo que le costó. Fue el 12 de octubre, contra el Zaragoza, gracias al gol de Pombo, en un choque en el que tuvo numerosas ocasiones. A partir de ahí, el resto han sido empates –contra la Ponferradina, el polémico frente al Alavés, ante el Málaga y el meritorio contra Las Palmas con un futbolista menos durante 50 minutos–.

Es evidente que la escasa productividad goleadora racinguista es un lastre. Tres tantos ha logrado en Santander. No es mucho mejor lejos de los Campos de Sport, pero sí que ha mostrado algo más de efectividad. Y eficacia. Cinco tantos que se ha traducido en once puntos como visitante. Ese bagaje le coloca como el séptimo foráneo más peligroso de la competición. Un panorama bastante distinto. Así, fuera ha ganado tres encuentros, ha empatado dos y ha perdido tres. Los triunfos llegaron, por ejemplo, en Gijón (0-2). Un resultado que sirvió de punto de inflexión tras acabar con la penosa racha del arranque. Además, el Racing ha sido capaz de vencer, ambos por la mínima, al Levante (0-1) y al Andorra (0-1). Los de Romo empataron sin goles en Huesca y en Leganés. Y cayeron derrotados en la segunda y la cuarta jornada, frente a Granada (2-0) y Tenerife (1-0) y en Ipurúa (2-1).

Con estos condicionantes, el partido del sábado en Albacete (18.30 horas) se presenta como una nueva oportunidad para retomar la senda del triunfo y seguir sumando en busca de la permanencia. «Va a ser un partido muy duro. Sabemos que vienen de no obtener un buen resultado, pero el nivel de la Liga es muy fuerte, así que trabajaremos día a día para ganar. Habrá que trabajar duro, ser un bloque desde atrás y la que tengamos, intentar meterla», dijo Sekou Gassama tras la sesión de este miércoles a puerta cerrada. «Nuestro objetivo es ir partido a partido e intentar sumar los 50 puntos lo antes posible», afirmó el catalán.