El Racing ha gastado unos 7,5 millones de euros de su límite para plantilla deportiva

Estas cifras tienen un matiz. El presupuesto anunciado por la patronal incluye el dinero procedente del fondo CVC destinado a inscripción de futbolistas –600.000 euros a gastar en un máximo de tres temporadas–. Sin embargo, el Racing no ha activado esta vía porque no lo ha necesitado, por lo que, a efectos prácticos, el club ha trabajado sobre un margen salarial algo menor.

LaLiga ha anunciado los límites de coste de plantilla deportiva de los clubes de Primera y Segunda División y el Racing maneja esta temporada una cifra que le coloca como el undécimo club de la categoría con mayor potencial económico. Una situación bastante más favorable que en los dos pasos anteriores por Segunda División, en las que los verdiblancos dispusieron de uno de los presupuestos más bajos para la confección de la plantilla. Y, además, en los que el trabajo en los despachos no lograron sacar el máximo rendimiento a esas posibilidades.

Este salto cuantitativo ha sido, en gran parte, gracias al traspaso del pasado verano de Pablo Torre al Fútbol Club Barcelona. Los cinco millones fijos de la operación se computaron en la presente temporada para que pudiesen permitir este aumento de las posibilidades económicas del club.

Pero, además, el Racing ha conseguido aumentar también la capacidad de su billetera durante la presente temporada. Su potencial ha crecido ostensiblemente de cara al mercado invernal. De hecho, el Racing es la entidad que más ha hecho crecer su límite de coste de plantilla deportiva desde septiembre hasta la ventana invernal. De los 8,505 que entonces había estipulado LaLiga, en las oficinas de los Campos de Sport se ha pasado a los 9,973 actuales, gracias a un añadido de 1,468 millones de euros.

Este engrosamiento de las posibilidades ha venido dado, especialmente, tras superar las previsiones iniciales de ingresos en materia de captación de abonados y también de los procedentes por la publicidad. Para comparar la cifra, el segundo club con más mejora del margen salarial de cara al mercado de enero fue la Unión Deportiva Las Palmas, con poco más de un millón de euros de agregado. Así, el Racing tiene un margen salarial similar al del Alavés (9,986) y superior al del Sporting (9,562), Ponferradina (6,501), Albacete (6,031), Burgos (6,648), Andorra (6,529), Mirandés (6,474), Lugo (3,984), Huesca (6,411) e Ibiza (8.229).

Sin embargo, la fotografía económica no se ajusta a la deportiva, ya que el equipo verdiblanco se encuentra bastante lejos de esa mitad de la clasificación que dicen los números en materia de liquidez para la plantilla, y es decimoctavo, con sólo un punto de ventaja sobre los puestos de descenso, en lo que respecta a que el baloncito entre o no.

El Racing, con el liderazgo de su director deportivo, Mikel Martija, además de la confección de la plantilla a lo largo del pasado verano, en estos últimos meses ha tenido que afrontar las indemnizaciones por las destituciones de Guillermo Fernández Romo y su cuerpo técnico; la contratación del nuevo entrenador, José Alberto, y su equipo de trabajo y las incorporaciones invernales de Roko Baturina y Marco Sangalli.

Los clubes más poderosos de la categoría son el Granada, con casi 25 millones de euros de límite de coste de plantilla deportiva; el Leganés, con poco más de 15 y Las Palmas, con 12,197. Además, también superan al Racing en potencial económico el Levante (11,699), el ya citado Alavés, Tenerife (10,268), Oviedo (10,247), Zaragoza (10,053), Eibar (10,716) y Málaga (11,793).

Evidentemente, el hecho de que el Racing no haya gastado todo el límite de coste de plantilla disponible será una buena noticia para el club y para sus propietarios, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, siempre que el equipo logre el objetivo de la permanencia en Segunda División. Si es así, habrán logrado rentabilizar al máximo la inversión en fichajes y, por lo tanto, ahorrar para una sociedad que, pese a la mejoría de salud, sigue sin poder hacer dispendios al vivir sostenido por las líneas de crédito de sus accionistas mayoritarios.

Sin embargo, si el conjunto cántabro vuelve a caer al pozo de la tercera categoría, quedarán en entredicho, por un lado, la confección de la plantilla con el dinero gastado y, por otro, el no haber empleado –sea por la razón que sea– esos aproximadamente 2,5 millones de euros que el club no ha utilizado y que le podrían haber dado un salto de calidad a la plantilla.