Racing y Levante alargan el fin de semana

En la última jornada, José Alberto se volvió más entrenador que nunca. Cambió de banda al lateral para taparle el perfil bueno al interior zurdo e introdujo un mediocentro de músculo para ganarle duelos al rival. Fue proactivo más que nunca. Como siempre. Ahora bien, le pintaron la cara al equipo y no supo reaccionar. Cuando quiso cambiarlo ya el Valladolid marcaba el tempo del partido. ¿Qué hará hoy en el campo de otro aspirante a Primera? ¿Reaccionará antes de que sea irremediable?

El jueves se le vio hablando con Mario García. El chaval era el recambio al invento del carril zurdo, pero más que sacarle le dio una advertencia en la rueda de prensa. En esa conversación o le pidió calma por lo que dijo de él o le enseño el camino a la titularidad. Se verá esta noche.

Lo de Grenier y Aldasoro en el centro del campo es casi un hecho. Con estas dos novedades, casi se puede ir contando hoy ante los granotas. A José Alberto le va lo de proponer, lo de adelantarse y, sin embargo, los últimos días se ha metido en el papel del que reacciona a los envites. Y eso no le va. Quizás por todo esto hoy cambiará el paso que ya de por sí le tiene cambiado. Ezkieta sigue ganando enteros, eso no cambia. El portero se ha hecho grande en estos partidos en que los compañeros empequeñecieron. Por ahí lo tiene claro. Por delante del guardameta es por donde mejor tiene que hilar este Racing, y por tanto su técnico. ¿En qué cabeza cabe que un equipo para ganar tenga que meter tres goles? Ni en la de aquel Pep Guardiola que emergió a principios de siglo con un fútbol sin retrovisores. Ni aquel Barcelona con Messi, Ronaldinho, Etoo, Henry... Ni aquel marcaba tres goles por partido, así que, ¿dónde va el Racing con esas? O arregla la fuga en la retaguardia o será un parias. Hoy tiene pinta que Álvaro Mantilla, que se mueve más que los precios regresa al lateral derecho y que Rubén Alves y Germán repiten en el centro.

Son tres centrales, dos de ellos -los primeros- le pueden echar una carrera a cualquiera del Levante que les rete y el tercero es que debe marcar el oficio en un campo tan complicado. Hasta ahí cuadra la ecuación. Se equivoque o no, las tres piezas encajan. Con Mantilla no se falla y se asegura un marcaje férreo en banda con las incorporaciones al ataque justas y precisas.

En el centro, con Rubén Alves también se garantiza que a los espacios no le van a superar y con Germán, aunque en velocidad no está para ser el mejor es obvio que sí tiene un punto de forma y muchas horas de vuelo para solventar la papeleta. Donde viene el problema es en el carril del zurdo, el lugar donde los rivales del Racing ponen al mejor de los suyos porque saben que ahí pican.

Saúl o Mario García o algún reconvertido. No hay muchas más opciones. Saúl no está como al principio de Liga; Mario García, dice el entrenador que debe crecer más, aunque los que han visto fútbol saben que eso lo dice para pincharle al chaval y no para señalarle. Solución: a las 21.00 horas.

En lo del centro del campo la solución le llega rodada. El equipo no genera como lo hacía cuando en la medular estaba Grenier. Es difícil acertar, pero si tocase apostar algo, la manija de hoy será un mix entre ir y estar. Es decir, Grenier para el estar con la pelota y dar la salida, y Aldasoro para el ir y venir a por ella. En este viaje, Iván Morante, que es del gusto de José Alberto puede que se quede fuera. Solo es una suposición leyendo entre líneas, porque el míster, que sí tiene cosas de la antigua escuela, aquella que no tenía reparos por entrenar los jueves con el equipo que iba a jugar el domingo, guarda con recelo como si fuera suyo y solo suyo el once inicial. Dice que es respeto a los jugadores y secreto para los rivales. De hecho, esto último es algo que le trae por el camino de la amargura. Que los rivales sepan lo qué prepara es algo que le eriza el ... Alma.

Y es que en la sociedad de la información todo es global. ¡Ay! Lo que costaba saber quién estaba bien o mal en el Levante hace dos décadas y ahora no hay duda sobre qué botas tiene el delantero suplente del Villarreal B. Y del Amurrio. Esto ha cambiado. Como la pizarra de José Alberto.

Y puestos a recuperar la identidad, ahora que el entrenador del Racing dice que «el equipo ha vuelto a ser el mismo», como aseguró el pasado domingo tras perder ante el Valladolid, mal no estaría que los cuatro de arriba, que tienen fútbol que para qué, vuelvan a ser impredecibles y eficaces. Que en realidad no lo han dejado de ser del todo, pero que han perdido gas por el camino. Íñigo Vicente es el mejor asistente de la Liga y uno de los cinco que más balones recupera. Ojo con estos datos, que chocan un poco con esa idea que tiene el racinguista de que el vasco es un 10 para arriba y ¡Uhmmm! para abajo. Vicente es el interruptor del equipo, si él se enciende pasan cosas, y la penitencia está en que al lateral izquierdo, el que juega por detrás suyo, se queda colgado de la brocha. Es así, se mire por dónde se mire. El problema es que los rivales lo saben y percuten y percuten por ahí.

Íñigo Vicente nunca está del todo mal, porque con tanto fútbol en las botas raro es que no se invente algo. Lo de cambiarle de sitio para que alguien ayude al lateral más es algo que cortocircuita en la hoja de ruta del cuerpo técnico. Por cosas como estas no se vislumbran cambios de hombres ni de nombres entre sus compañeros de línea; Peque se ha ganado su puesto y Andrés Martín, que empezó con cara de incrédulo porque ni él se esperaba tal rendimiento, seguirá siendo el dueño de la banda derecha.

Lo mejor de estos tres es que para un equipo como el Racing tener a tres que funcionan así es un éxito. Lo peor, obviamente, que no tienen ninguno de ellos un sustituto que se les parezca. Y Juan Carlos Arana, que sí lo tiene, Ekain, tampoco se le parece mucho. Además, el canario con cinco goles ha conseguido que el racinguista sienta después de casi diez años que tiene un delantero. Un 'nueva'. Así que por eso, Arana hoy jugará sin falta.

Todo esto es lo que parece que va a utilizar el míster para intentar ganar al único equipo que le queda que le antecede en la clasificación, el Levante. Es el último gallito al que le toca enfrentarse y que siendo gallo únicamente le aventaja en tres puntos, por lo que, algo estará haciendo bien el Racing. El curso pasado un gol en propia meta de los granotas le dio la victoria al Racing y el Levante se hundió. Fue la primera victoria del curso pasado a domicilio.

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