El Racing se mantiene firme y no rebaja el precio de Peque

A falta de seis días para que comience la concentración de pretemporada (los verdiblancos están citados el próximo jueves en La Albericia), José Alberto López aún no sabe a ciencia cierta si Peque estará en Santander. El mercado de fichajes se cierra el 31 de agosto, con lo que hasta ese momento tiene margen de reacción, pero la pretemporada hispalense ya ha comenzado, el interés por el jugador es evidente y reconocido y todo indica que la operación, de fraguarse, se llevará a cabo en los próximos días, o al menos siempre dentro del mes de julio.

En el juego de póquer a tres bandas el Racing afronta una dificultad: si consigue retener a un futbolista que no ha querido renovar (se le ofreció a su agencia hace meses), se arriesga a que el verano que viene se marche como agente libre, sin recibir ninguna contraprestación. Pero al mismo tiempo tiene buenas bazas: si Peque quiere jugar este mismo año en Primera -ya ha manifestado su deseo de hacerlo en el Sevilla- deberá aceptar el pago de estos cuatro millones, y si continúa un año más en los Campos de Sport sin prorrogar su contrato habrá perdido mucho dinero, ya sea por el contrato que le ofrece el Sevilla o, incluso, la propuesta que le hizo el Racing, que el club verdiblanco mantiene abierta.

Lo que sí ha confirmado en su momento la directiva es que, en caso de que fructifique el traspaso, los ingresos no se destinarán a sufragar deuda. El club ya no arrastra pasivo vencido y su deuda histórica se limita -si se puede utilizar este verbo en un montante que supera los veinte millones de euros- a la que tiene con sus propietarios. Es decir: si como parece más que probable pierde al catalán, buscará en el mercado un futbolista que compense una sensible baja. La del segundo máximo goleador de la categoría en la temporada recién finalizada.