El Racing tuvo 1,3 millones de pérdidas, pero trasvasó gran parte de su deuda a Pitma

Así, esas rebajas en las cantidades debidas se reparten, según la memoria elaborada por la Sociedad General de Auditoría Norte, en 2,1 millones menos de lastre con las Administraciones Públicas; un 'kilo' menos con los acreedores concursales y 0,3 con los acreedores comerciales. La mayor parte de ello mediante la financiación del Grupo Pitma que, a tenor de lo reflejado por el mismo documento, habría adelantado 1,2 millones en la campaña 2016-17 -los correspondientes a la ampliación de capital que permitió su desembarco en los Campos de Sport- y en el pasado ejercicio selló otro préstamo por valor de cinco millones. La auditoría da por «comprobada la aportación continuada de fondos por parte del socio mayoritario y la verificación del destino de los mismos al mantenimiento de la actividad empresarial y al cumplimiento del convenio de acreedores en los plazos estipulados durante el ejercicio».

En concreto, el Racing mantiene dos deudas principales con sus máximos accionistas. Por un lado, un préstamo a través de la filial Retlaw Cantabria S.L., de 1.237.277 euros, «vencido y no exigido y devenga el 9% de interés anual». Y por el otro, un contrato de cuenta corriente suscrito por medio de la empresa Management and Professional Sports Development, S.L., firmado el 29 de agosto de 2017, y que contempla «un límite máximo de crédito de cuatro millones de euros con un tipo de interés del 4% anual». Esta última deuda asciende a 5.082.415 euros.

El Racing es una empresa pero en el fútbol la que tiene la última palabra es la pelota y la condena del club cántabro en Segunda División B y las obligaciones a cumplir con el convenio de acreedores -que el próximo mes de diciembre obligará a afrontar un nuevo plazo de 1,15 millones- «generan riesgo de liquidez» para el club verdiblanco.

El documento, que los accionistas pueden recoger en las oficinas de los Campos de Sport, recoge además el Plan de Viabilidad elaborado por los gestores del club y que abarca los ejercicios comprendidos entre 2017 y 2022. El cálculo es que el Racing estará en Primera División en 2022. Ojalá. Contempla un ascenso inminente a Segunda División y el salto a la élite tras dos campañas en la categoría de plata. El citado plan estima un flujo de caja positivo para el periodo entre 2019 y 2022 de aproximadamente 17,2 millones de euros, gracias al aumento de los ingresos en el fútbol profesional. «Esta previsión conlleva la consecución de unos resultados positivos en este periodo por importe aproximado de 22 millones de euros. Hay que tomar en consideración que el resultado positivo previsto para el último año de dicho plan asciende a 19,3 millones de euros», afirma el texto sobre lo esperado por el Grupo Pitma si las cosas van muy bien en el terreno de juego.

En lo que respecta a las pérdidas de 1.330.605 euros del pasado ejercicio, la propuesta que aprobará el Grupo Pitma será la de distribución de las mismas mediante traspaso a 'Resultados negativos de ejercicios anteriores'. Un trámite que ya se ha llevado a cabo en las asambleas previas. Por ejemplo, con los 70.498 euros de pérdidas registrados en el curso 2016-17. Esto es un procedimiento habitual. Las cifras negativas se llevan a las pérdidas de ejercicios anteriores con la previsión a sanearlas con cargo a futuros resultados positivos. Que los hipotéticos beneficios del mañana parcheen los agujeros del pasado.

Uno de los principales caballos de batalla de los gestores económicos del club sigue siendo la deuda con la Agencia Tributaria y otros organismos del Estado. Aunque desde el Racing han conseguido la buena voluntad de Hacienda para ir sufragando las cantidades pendientes, el agujero sigue ahí. Porque, pese a los diferentes abonos y embargos desbloqueados, los intereses son un contrapeso cuantioso. Y eso que se han visto reducidos de forma ostensible. Si en la 2016-17 la entidad verdiblanca abonó 1.474.191 euros de intereses a la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, en el pasado curso la cifra fue de 250.148. A 30 de junio, el Racing adeudaba a las Administraciones Públicas un total de 6.590.198 euros, por los 8.710.957 de un año antes. Algo más de dos millones de rebaja.

En total, los intereses han supuesto 731.013 euros de castigo para las arcas del Racing. Mucho menos que en el año anterior, con 2.374.990 euros de gasto extra. Entre 2017 y 2018, además de los ya citados intereses con las Administraciones Públicas, 363.817 se fueron en deudas concursales y otros 117.048 en deudas con terceros.

A pesar de todo, el club poco a poco va mejorando su situación económica. Salió de la Unidad de Cuidados Intensivos y ahora permanece en planta con el gotero y la respiración asistida todo el día en funcionamiento. La entidad verdiblanca ha reducido su periodo medio de pago a proveedores de 196 a 174 días en el último año. Y, además, ha aumentado el número de empleados en cinco personas: dos futbolistas, un técnico para las secciones inferiores y dos trabajadores en el capítulo de administración, recepción y tienda. El Racing ha pasado -contando también al Consejo de Administración- de los 62 trabajadores a 30 de junio de 2017 a los 67 de 365 días después. 61 hombres y tan solo seis mujeres. El gasto en personal ha aumentado en casi 600.000 euros y se sitúa en 2.437.527 euros.