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El Racing ya es campeón de su grupo de Segunda División B. Es la cuarta vez en la historia que lo consigue en las seis veces en que ha militado en una categoría maldita para los verdiblancos, que querían no haberla pisado nunca. En ... total, el Racing ha militado en diez ocasiones en la tercera categoría del fútbol español: cuatro cuando se denominaba así, Tercera División, y seis desde que existe la Segunda B; esa división de bronce a la que le arrojó la Era Okupa y de la que no le supo sacar Manolo Higuera cuando el expresidente recogió los restos del naufragio y evitó, eso sí, la desaparición.
El Grupo 2 es el único que tiene ya campeón matemático. En los demás, el Grupo 3 está virtualmente decidido, con un Atlético Baleares que domina con autoridad la clasificación, aunque sin haberse asegurado, a diferencia del Racing, el primer puesto. Algo que sí puede ocurrir este fin de semana. Más complicadas están las cosas en el Grupo 1, en el que el favorito es el Fuenlabrada, pero en el que la situación está aún muy abierta. Por último, el Grupo 4 es el que más igualdad presenta, con Melilla y Recreativo empatados a puntos y un tercer equipo, el Cartagena, al acecho.
El caso es que Iván Ania dispone ahora de tres semanas para preparar el play off. De hecho, podrá afrontar los tres partidos que quedan de competición regular casi como entrenamientos de calidad. Pero, eso sí, con un riesgo: después de haber empatado cinco partidos de los últimos seis (dicho de otro modo, con una sola victoria en los últimos seis partidos), el asturiano debe cuidar que no se generalice la sensación negativa o, al menos, de preocupación que empieza a planear en el entorno. A cambio, el Racing sigue mostrando una gran fortaleza defensiva, cuenta con futbolistas determinantes para la categoría y se ha de mostrado durante toda la temporada como un equipo muy sólido. Argumentos a favor de un Racing que además podrá ahora trabajar para llegar a la fase de ascenso con todos sus efectivos en las mejores condiciones, mimando y reservando, si lo ve necesario, a los veteranos y a los jugadores que arrastren molestias.
El sistema
La mayor parte de la masa social racinguista, por no decir la totalidad después de cuatro años de penitencia en Segunda B (más la temporada del ascenso con paco Fernández), conoce a la perfección el sistema por el que se eligen los cuatro equipos que ascienden a Segunda División.
El Racing, en su condición de campeón de grupo, se enfrentará con el líder de uno de los otros tres grupos en un emparejamiento que se decidirá por sorteo puro y tendrá lugar el 26 de mayo (la ida, coincidiendo con las elecciones autonómicas, municipales y europeas) y el 2 de junio la vuelta. En caso de vencer en esta eliminatoria, el Racing se convertiría de forma automática en nuevo equipo de LaLiga, regresando así a Segunda División y al fútbol profesional. Así sucedió en la temporada 2014, en la que los verdiblancos se impusieron al Llagostera.
En caso de derrota, como ocurrió en 2016 frente al Reus, los de Iván Ania tendrían una segunda oportunidad. El camino más largo, pero un camino que ha servido a otros equipos como el Cádiz, que lo consiguió precisamente tras eliminar al Racing, para subir de categoría.
Al mismo tiempo que los campeones juegan entre ellos, los segundos, terceros y cuartos clasificados afrontan una primera eliminatoria de su particular fase de ascenso. En total doce equipos de los que quedan, tras ese primer emparejamiento, seis supervivientes. A ellos se unen los dos campeones eliminados para llevar a cabo un nuevo sorteo a doble eliminatoria. Es decir: ocho equipos compiten entre sí por las dos plazas restantes disponible, con lo que es necesario superar dos emparejamientos, siempre a doble vuelta.
Se da la curiosidad de que nunca en toda su historia el Racing ha ascendido de esta manera. En su primera participación en Segunda B, en la temporada 90-91, el sistema era diferente, y la fase de ascenso se articulaba en forma de liguilla, con cuatro grupos de otros tantos equipos cuyo campeón ascendía. En la 13-14 los cántabros ascendieron como campeones de grupo, mientras que en la 15-16 cayeron eliminados ante el Reus en la fase de campeones y ante el Cádiz en la repesca. En la 16-17 sí que se clasificaron por el camino largo, tras terminar segundos (aunque con los mismos puntos que la Cultural Leonesa), y tras eliminar al Villanovense y al Rayo Majadahonda cayeron frente al Barcelona B. El año pasado ni siquiera consiguieron clasificarse en la que fue, estadísticamente, su peor temporada en más de un siglo de historia y 90 años de existencia de LaLiga.
El Fuenlabrada de Borja Lázaro (y de Óscar Fernández hasta que dejó el equipo en el mercado de invierno con destino a Castellón) es el máximo aspirante al campeonato del Grupo 1, pero no el único. A falta de tres jornadas para que concluya la competición regular los madrileños aventajan en tres puntos al segundo, una Ponferradina que parece ya el único equipo capaz de disputarles el primer puesto. Siempre con permiso de un Atlético B que está a cuatro, pero que necesitará hacer un final de curso impecable y esperar demasiados errores de sus rivales. La cuarta plaza la ocupa desde este fin de semana el Castilla, que se la arrebató al Pontevedra. El filial es un adversario siempre temible en función de los efectivos de los que disponga, pero al menos en la fase de campeones no debe preocupar al Racing. Otro asunto es que haya una repesca.
El Fuenlabrada lideró el grupo muchas jornadas, y si bien ha perdido algo de fuelle ha llegado a la jornada 35 reforzado por los últimos resultados. Sus principales baluartes son un portero como Biel Rivas, que solo ha encajado 17 goles, y el delantero nigeriano Cedric, que suma once dianas. También destacan el francés Randy y el incombustible Cristóbal, que llegó a debutar en Primera con el Villarreal.
El veteranísimo lusobrasileño Yuri, toda una institución en la Ponferradina, sigue siendo el referente del equipo leonés, que este año, al menos por el momento, le está ganando la partida a la Cultural dentro de esa rivalidad local. Los aficionados de ambos equipos protagonizaron hace unas semanas unas tristes imágenes en el barrio húmedo de León. El exracinguista Jon García ha perdido la titularidad en un equipo que está a tres puntos y, aunque lo tiene complicado, también podría ser el rival verdiblanco dentro de un mes.
El Atlético B es, como le corresponde a cualquier filial, un equipo joven y de calidad que ha llegado entonado a este final de curso. El gallego Pinchi, fichado del Deportivo, ya ha jugado en Primera, aunque un solo partido y el lateral colombiano Solano ya ha debutado con el primer equipo. También destaca en la defensa Samu, un central gallego, muy experto para un filial, que a sus 23 años ya ha jugado en los segundos equipos de Celta, Barça y, ahora, Atlético de Madrid. Del Villarreal llegó también Poveda, delantero sólido aunque no se ha reivindicado como gran goleador (nueve dianas).
El Castilla ocupa ahora mismo el cuarto puesto a nada menos que seis puntos, con lo que está en la práctica descartado para luchar por el primer puesto. Lo mismo le ocurre a un Pontevedra que tras su derrota de este fin de semana ante un Adarve en descenso se ha descolgado de la lucha de los favoritos. El bloque es el gran valor de l equipo gallego que tiene más opciones de quedarse fuera de la fase de ascenso que de terminar campeón, pero en un grupo tan igualado todo es posible. Los gallegos lo tienen difícil, pero mucho menos, que una Cultural Leonesa (donde no le va muy bien al exracinguista Dioni), que era líder en la jornada 30 y desde entonces ha caído en picado. Tanto que el que fue primer verdugo del Racing en la temporada 16-17 está virtualmente descartado de la lucha por el liderato, y no se verá con los cántabros en la fase de ascenso. O al menos en la fase de campeones. Otro asunto sería si los de Iván Ania tuvieran que acudir a la repesca, una hipótesis que de momento no se contempla.
Si todo está por decidir en el Grupo 1, en el 3 todo está casi sentenciado, al menos en lo que al campeón se refiere. El Atlético Baleares no es campeón matemático, pero sí virtual, y todo indica que la próxima semana certificará la su título para confirmarse -de facto lo es ya- en uno de los tres posibles rivales del Racing. En los últimos tiempos siempre ronda la zona de ascenso y aspira que esta sea la oportunidad definitiva para dar el salto a la élite, lo que constituiría el mayor éxito en la historia de un equipo que siempre ha vivido a la sombra del Mallorca; siempre como el segundo club de Palma, y muy lejos de los bermellones hasta que el año pasado coincidieron en Segunda B.
Hércules, Espanyol B y Cornellá también tienen bastante encarrilada su clasificación para la fase de ascenso, pero en este último caso sí que existen aún algunas alternativas, porque los baleares aún no se han asegurado matemáticamente el campeonato, como sí hizo el sábado el Racing.
Un gran conocedor de la Segunda B como Manix Mandiola entrena a un equipo sin mucha tradición, pero con un fuerte apoyo económico detrás que ya intentó en alguna otra ocasión, aunque sin éxito, acceder al fútbol profesional. Es un rival temible y al mismo tiempo un ejemplo de que la inversión y los bandazos de una propiedad con capacidad inversora no son suficientes para afianzar un proyecto. El alemán Christian Ziege les entrenó en la temporada 16-17 y no terminó el curso, siendo sustituido por Josico, que cedió después su puesto a un Armando de la Morena que no llevó al equipo a donde su presupuesto le indicaba. Al contrario, se llegó a temer por el descenso. Ahora con Mandiola han alcanzado la estabilidad.
Tras estar a punto de descender, el histórico club se transformó en Sociedad Anónima Deportiva en Segunda B, donde no es un requisito legal, pero el proyecto deportivo no marchó como esperaban sus máximos accionistas, que vendieron el club al empresario alemán afincado en Mallorca Ingo Volckmann. No es casual que sea precisamente un alemán, Klaus, quien se ha consolidado en la portería después de dos temporadas como suplente. A los 24 años, parece afianzado en el equipo y ha ayudado a los insulares a rescatar algunos puntos en partidos comprometidos.
Como cualquier equipo de Mandiola, el Baleares es muy sólido en defensa (aunque ha encajado 27 tantos, alguno más de lo que se podía esperar para un líder sólido) y no se da demasiadas alegrías en ataque. De hecho su máximo goleador es el español originario de Gambia Nuha, a sus 25 años un trotamundos de la Segunda B, que sin desentonar tampoco ha terminado de eclosionar y suma esta temporada siete tantos en Liga. Llama también la atención el joven Samuel Shashoua, un juvenil inglés llegado desde las secciones inferiores del Tottenham que cumplirá el mes que viene los veinte años y ha sido titular durante casi todo el curso. Otro trotamundos como Kike López, con experiencia en Segunda e incluso en Primera, aporta solidez al centro del campo y pone la experiencia junto a un clásico del fútbol balear como Fullana, Marc Jiménez, Guasp y Hugo Díaz.
Sus grandes expectativas contrastan con la modestia de sus instalaciones, un Campo de Son Malferitcon capacidad para unos 2.000 espectadores que en Segunda División debería someterse a una importante reforma.
Melilla, Recreativo -los dos principales favoritos a estas alturas de la temporada- y Cartagena compiten mano a mano por el campeonato del Grupo 4, con el Badajoz como cuarto en discordia desde este fin de semana, cuando la victoria de los pacenses, unida a la derrota del UCAM Murcia en El Ejido propició el sorpaso... y el despido de Pedro Munitis como entrenador universitario.
El equipo de Luis Miguel Carrión tiene en el exracinguista Héber Pena, incorporado en el mercado de invierno desde el Murcia, a uno de sus jugadores de referencia. De hecho, protagonizó una polémica con el defensa marroquí Chakla cuando ambos celebraron un gol simulando que esnifaban. Según explicaron, un tipo de tabaco típico, pero el gesto se interpretó de otra manera. El granadino Óscar García, a sus 30 años es un experto de la Segunda B y conocedor del Racing tras haber jugado las dos anteriores temporadas en el Leioa, es su máximo goleador con 14 tantos.
En el aspecto ofensivo ha acusado la pérdida del francomarroquí Yacine Qasmi, que en el mercado de invierno se marchó al Elche de Segunda tras haber marcado diez tantos en Liga. El joven Otegui, un mediocentro formado en Osasuna, donde debutó en el primer equipo, es uno de sus motores y el gran cerebro en el centro del campo.
El Recreativo es otro de los equipos inmersos en ese sprint por el campeonato. Los onubenses tienen como delantero a un futbolista que en Santander no funcionó -hasta el extremo de dejar el equipo a mitad de temporada-: Caye Quintana, que sin embargo en Huelva es titular y suma unos respetables 14 goles. Una cifra quizá no extraordinaria para el punta del colíder, pero sí digna de tenerse en cuenta.
El equipo entrenado por José María Salmerón ha superado su grave crisis institucional y es otro histórico que lucha por el ascenso a Segunda División, su gran objetivo de la temporada. Una meta que ha basado en un buen balance defensivo (23 tantos encajados en toda la temporada regular hasta el momento) y jugadores como Iago, Diego Jiménez y Pina, curtidos en Segunda.
El Cartagena es el tercero en discordia; una situación que en absoluto se esperaba hace unos meses, cuando los murcianos (que no comparten grupo con los equipos de la capital) eran sólidos líderes del grupo. Nada menos que un excapitán racinguista como Mario Fernández era el portero titular hasta que una lesión le apartó del puesto y abrió las puertas al portugués Joao Costa.
La manija la lleva otro viejo conocido de los Campos de Sport, este mucho más antiguo: Vitolo, que jugó dos temporadas en el Racing a las órdenes de Miguel Ángel Portugal y Manolo Preciado. Elay, ya un clásico de la categoría de bronce, vive su mejor temporada y suma ya 18 goles con los cartageneros en 30 partidos.
Melilla y Recre son así los dos grandes aspirantes al campeonato frente a un Cartagena que, en plena cuesta abajo, mantiene sus opciones, pero que a diferencia de hace unos meses, cuando se le veía como el gran favorito, parece ahora el tercero en discordia. Primer y segundo clasificado han llegado en mejor forma, o al menos en mejor momento y ánimo, al final de la temporada, y son dos serios y potenciales adversarios.
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