El Racing, obligado a mejorar en un estadio sin público para buscar la permanencia

Y es que ha habido tardes en las que la grandeza de los Campos de Sport ha aportado el efecto contrario. En el play off ante el Reus, el Barcelona B, el Atlético Baleares... La presión se volvió en contra del equipo y el resultado no fue el esperado. Todo indicaba que en los seis partidos que le quedan al Racing en su casa, los seguidores se iban a volcar, pero ya nadie sabrá si esa condición le hubiese fortalecido o no al no permitirse la entrada al estadio.

En esta irregular temporada, hasta que se produjo el parón competitivo por la pandemia, los verdiblancos ganaron al Mirandés (4-0) y al Extremadura (3-0), en el primer partido con Iván Ania de entrenador y el segundo, con Cristóbal Parralo. Precisamente la segunda victoria del equipo en El Sardinero coincidió con el debut del técnico cordobés ante su hinchada, algo que renovó la ilusión por la permanencia, pero que desafortunadamente se difuminó con el paso de las jornadas. Ambos entrenadores, además de José Luis Oltra que llegaría más tarde, han padecido la condena de los empates -algunos rozando el tiempo reglamentario-, el verdadero lastre que arrastra el equipo. Con Ania el Racing perdió dos partidos -Málaga (0-1) y Cádiz (1-2)- de la misma manera: en los últimos minutos. Pero de igual modo se dejó empatar por el Almería (1-1), por el Dépor (1-1) y ante la Ponferradina. Con Cristóbal Parralo la estadística no mejoró y aunque no perdió un encuentro como local no pudo dejar escapar una sangría de puntos. Repartió los puntos ante el Oviedo, Fuenlabrada -dilapidando una ventaja de dos goles-, así como con el Alcorcón y Las Palmas, este último, repitiendo la historia cruel de ver cómo se le escapaba un triunfo cuando el reloj marcaba el minuto 89. Insólito.

El rendimiento del Racing como local es casi idéntico al de visitante, en lo que a puntos se refiere, ya que ha sumado quince y trece respectivamente. La llegada de José Luis Oltra al banquillo sí que aportó un aliciente en lo emocional, refrendado con un triunfo inesperado ante el Almería a domicilio, cuando más se necesitaba y menos se creía en el equipo. Sin embargo, las dos derrotas posteriores ante el Sporting de Gijón (0-2) y frente al Málaga (2-0) volvieron a destruir la esperanza. Precisamente el duelo con los asturianos es de esos que desmonta la importancia del público como baluarte. Los Campos de Sport firmaron una asistencia de más de tres cuartos de entrada y el equipo se diluyó. Frágil. El único punto positivo que dejó el tramo anterior al confinamiento fue la recuperación anímica, de juego y de resultados, que trajeron los dos últimos partidos, ante el Zaragoza (1-1) y ante el Numancia como visitante (1-2), en los que sí se vio un Racing diferente.

En cuanto a los horarios, ya están prefijados los de los cuatro primeros partidos. Los dos que el Racing jugará en su casa serán a las 17.00 horas, la tradicional del conjunto racinguista y uno en sábado y otro en domingo, mientras que los dos primeros desplazamientos, ante el Girona y la Ponferradina, se jugarán el día 16 (martes) y el 24 de junio (miércoles). Dado que los dos se disputarán en una zona más cálida -supuestamente- que el norte de España, el horario se retrasa a las 21.30 horas, ante los catalanes, y a las 21.45 horas frente a los leoneses para paliar los efectos del calor.