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Un Racing dual. Con dos caras; uno con músculo y recorrido y otro con más toque y profundidad. El primero ha demostrado su eficacia en la Liga y el segundo el pasado miércoles en la Copa del Rey. Dos propuestas distintas, pero que en apenas ... una semana han surtido efecto. La idea inicial de la dirección deportiva de tener disponibles dos jugadores por puesto se extiende también a la parcela táctica. Iván Ania tiene dos planes que funcionan.
La primera eliminatoria copera le permitió al entrenador del Racing probar una alternativa que tenía preparada. Anduva le sirvió de banco de pruebas para colocar en escena un equipo más incisivo, con predilección por el toque y con la presencia de jugadores más técnicos. De esta manera, Ania le dio la batuta a la pareja compuesta por Rafa de Vicente y Quique Rivero, ambos más 'jugones' que el dúo utilizado en las dos primeras jornadas de Liga formado por Kitoko y Sergio Ruiz.
Durante más de setenta minutos fue el auténtico dominador del partido; los dos futbolistas se encargaron de darle la pausa y el toque necesario para crear y permitir a los hombres de banda acercarse al área rival. El Racing jugó en Anduva en la competición copera de un modo muy diferente a como lo hizo en el mismo escenario cuatro días antes. No es ni mejor ni peor, sino que la buena noticia es que la profundidad de la plantilla -al menos en este inicio de temporada- se deja ver. Tan solo en los minutos finales del partido copero pasaron apuros los cántabros, fruto de la posible eliminación del Mirandés que veía ante su público que se le acababa el tiempo. Sin embargo, salió bien el plan basado en tener el balón y ser el protagonista que Iván Ania puso en práctica. Además de la vocación ofensiva y de buen tratamiento de balón que ofrecen De Vicente y Rivero, Ania se encargó de 'envolverles' con Lombardo y Nico Hidalgo. Tanto el francés como el granadino garantizan desborde y regate y al colocarlos cerca de la portería se convierten en peligrosos. Ania cambió un tanto el dibujo en la Copa del Rey. Puede decirse que al descargarse de presión -una eliminación no hubiera sentado mal, pero tampoco hubiese sido vista como un desastre- dio un paso adelante y arriesgó. El plan le salió bien y enseñó, de alguna manera, las virtudes que tiene esta plantilla.
El otro de los planes, el que el racinguismo había visto en las dos primeras jornadas de Liga también parece -una victoria y un empate en dos partidos- válido. La diferencia entre uno y otro, fundamentalmente, radica en el protagonismo del centro del campo. Con Kitoko y Sergio Ruiz se abarca mucho más espacio. Los dos jugadores cubren perfectamente la zona ancha y ayudan en defensa cuando es necesario. El equipo parece mejor armado y más compacto, pero en ocasiones adolece de juego creativo. Con lo visto en Anduva en la Copa del Rey, ese recurso puede estar cubierto con un cambio de hombres. Es probable que la virtud esté en el equilibrio.
El paso de ronda puede ser muy positivo por varias razones. La primera y más evidente responde a criterios económicos puesto que acerca más la posibilidad de que un equipo de Primera regrese a El Sardinero y con ello se obtenga una buena recaudación. Bien es cierto que para conseguir algo así primero deberá superar el duelo con el UCAM Murcia y una ronda más para optar a que un equipo europeo pueda visitar Santander. El otro factor positivo es que le permitirá a Ania seguir depurando el estilo y utilizar ambas propuestas indistintamente hasta dar con la más efectiva.
«Se juegan 19 partidos en El Sardiner. Los otros 19 están repartidos entre campos de hierba artificial, con barro... También influyen los rivales». Las palabras son de Iván Ania y las pronunció durante su presentación. El asturiano no ha dejado de repetir desde entonces que el equipo debe estar preparado para jugar en todos los escenarios. Su deseo parece encontrar respuesta en los apenas tres partidos oficiales que ha disputado.
No cambió nada en el centro de la zaga ni tampoco en la delantera, en la que 'debutó' Juanjo, en detrimento de Jon Ander, pero sin que eso variase la propuesta. Sin embargo, lo que sí necesita más rodaje es el trabajo de los laterales. El pasado miércoles en Miranda de Ebro los elegidos fueron Rulo y Aitor Buñuel; ambos tienen una marcada vocación ofensiva. En Liga jugaron Castañeda y el navarro. En cualquier caso, tanto una pareja como otra prefiere atacar y el tributo si se abusa puede ser alto. Ese puede ser uno de los apartados que el cuerpo técnico puede también testar ahora que se le presenta la posibilidad de disputar dos competiciones.
En resumen, por el momento la polivalencia de algunos jugadores y la oferta existente en el vestuario da frutos. El domingo será el Arenas de Getxo el que ponga a prueba la versión por la que se decante el entrenador y el próximo miércoles, a las 20.00 horas, el UCAM de Murcia el que lo haga en el torneo del ko.
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