Secciones
Servicios
Destacamos
Subir de categoría es como tener gemelos, doble alegría y doble gasto. El Racing tiene dos meses y medio por delante para cumplir con todas las exigencias que conlleva el ascenso de categoría, que en su caso no sólo es subir un peldaño sino ... que también significa regresar al fútbol profesional. Aún quedan dos semanas de competición -al Racing una porque la última ante el Extremadura no la jugará- y ya trabaja en ponerse al día en las obligaciones imprescindibles para poder ser inscrito: una aportación contable, presentar las cuentas anuales auditadas, estar al corriente de pago con la Seguridad Social y con Hacienda y la certificación del título de propiedad o el convenio que le habilite para jugar en el estadio.
Los cuatro son requisitos indispensables para poder participar en la Segunda División, más allá de la cantidad o calidad de las plantillas, y de las obligaciones ya contraídas de manera individual por cada club. Y todas ellas deben cumplirse el 1 de agosto. La exigencia es tan severa que tan solo se podría conceder un plazo de cinco días improrrogable en el caso de que alguna documentación necesitase ser subsanada.
Cuando se sube de categoría, nunca mejor dicho, todo sube. Y uno de los apartados que está previsto que en este curso aumente un porcentaje es el salario mínimo que debe recibir un jugador con contrato profesional en Segunda División. En la próxima campaña será de 88.500 euros, algo más de seis mil euros por encima de lo que se estipuló hace dos cursos cuando el Racing militó por última vez en la división de plata. Obviamente, el salto a Segunda supone un incremento significativo en el coste de las plantillas, que va íntimamente ligado al límite salarial correspondiente y que será un dato que condicione los fichajes.
Y en esas anda el Racing, tratando de reunir todo lo que LaLiga le ha requerido por escrito una vez se consumó el ascenso. Y así las cosas, ya conoce que tendrá que aportar de inicio el ingreso de un canon, que si bien hace dos temporadas -la última en la que el equipo militó en la categoría de plata- fue de 500.000 euros todo hace indicar que en esta ocasión será de alrededor de 600.000 euros. Esa será la primera de las premisas. A continuación, y en esas anda trabajando ahora precisamente, se deberán presentar las cuentas auditadas de la temporada que se cierra. El club ya hizo una estimación oportuna el pasado mes de diciembre en la junta de accionistas que ahora ha de ser actualizada. En esa ocasión, los propietarios y responsables del área económica y financiera ya adelantaron unos números en negativo. Los efectos de la pandemia conllevaron una reducción muy importante de los ingresos -socios, taquillas, publicidad...- que suponen unos pronósticos deficitarios, que además se verán incrementados en un porcentaje dado que la consecución del ascenso deportivo producirá que los jugadores y miembros del cuerpo técnico ejecuten las primas que figuran en sus respectivos contratos. Actualmente en las oficinas de El Sardinero se encuentran afanados en poner negro sobre blanco toda esta información para remitirla antes del 1 de agosto a LaLiga.
Otro de los requisitos indispensables que debe reunir, no el Racing sino cualquier equipo que pretenda ser inscrito en la LFP, es el de estar al corriente de pago con Hacienda y la Seguridad Social. El Racing lo está desde que el Grupo Pitma tomó el mando del club y desbloqueó esa deuda extraordinaria que estrangulaba la operatividad financiera de la entidad. Sin ponerse al día con ambas instituciones, el club se encontraba maniatado sin posibilidad de negociar cualquier operación con un banco o, por supuesto, poder cumplir los baremos necesarios para jugar en una competición de alto nivel. Desde entonces, 2018, el Racing camina sin ese lastre gracias a la aportación del Grupo Pitma que liberó este apartado. Por tanto, no será impedimento para su inscripción. El último de los requisitos que LaLiga impone tampoco será difícil de conseguir por el Racing, aunque no deje de ser un elemento de discordia desde hace tiempo.
Pago del canon. Deberá ingresar lo que se llama una aportación contable, que se estima sea para la temporada que viene de alrededor de 600.000 euros, algo más de un 20% superior a la que se estipuló hace dos campañas en la categoría de plata.
Las cuentas. Actualizadas. El Racing y todo club que quiera participar en LaLiga debe presentar antes del 1 de agosto las cuentas de la temporada, del ejercicio que se cierra, auditadas para comprobar el estado financiero de la entidad.
El campo. O bien un título de propiedad o bien, en su defecto, un convenio por el que el equipo acredite que podrá usar el campo para jugar de local en la competición. En el caso del Racing, una vez más, presentará el famoso convenio firmado hace décadas con el Ayuntamiento de Santander.
Instituciones. Al corriente de pago con Hacienda y con la Seguridad social. Es condición indispensable que toda entidad que quiera acceder y participar en la LFP esté sin cargas de la llamada deuda extraordinaria. El Racing lo está desde 2018.
Se trata del título de propiedad del campo en el que jugará sus partidos o, como es el caso de la entidad verdiblanca, la presentación del convenio entre el club y el propietario del estadio, el Ayuntamiento de Santander, por el que se le faculta a usar la instalación para ejercer de local en los encuentros. Al paso que van las negociaciones, el Racing deberá presentar una vez más -y ya van muchas- ese acuerdo casi de andar por casa al que llaman convenio y que se ha intentado renovar en múltiples ocasiones sin éxito. En ese documento no se especifican con exactitud las funciones y obligaciones de cada uno -casero e inquilino-, que es algo que tampoco influye a efectos de la presentación en LaLiga, sino más bien para el funcionamiento diario doméstico.
No habrá, por tanto, problemas para que el club esté la temporada que viene en el fútbol profesional, pero obviamente las obligaciones son mayores.
A partir de ahora todo crece. Crecen las obligaciones, como también lo hacen los ingresos y los gastos y en ese escenario el club deberá seguir cumpliendo con sus compromisos. Entre ellos se encuentra el siguiente, que será el segundo, de los plazos de la deuda concursal que se renegoció el año pasado y que se prorrogó en cinco años. El importe era de 5,7 millones de euros y se abonará a razón de 1,2 millones anuales.
Es evidente, que no todo son penas, puesto que el ascenso de categoría supondrá automáticamente un ingreso de alrededor de seis millones de euros por derechos televisivos. Ahora bien, no todo lo que entra será para gastar. LaLiga se encargará de fiscalizar el dinero para que se paguen las deudas. De ahí la importancia de consolidarse en la categoría para poder limpiar el club de cargas y así ser capaces, de manera sensata y real, de aspirar a cotas más altas. Siempre es bueno progresar, pero ese crecimiento conlleva unas exigencias que hay que estar en disposición de cumplir si se quiere dar el paso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.