El Racing presentará un presupuesto de crecimiento de 16 millones de euros

Las cifras evidencian una sociedad en expansión con un volumen de ingresos -y de gastos- cada vez mayor, que camina o prácticamente ha conseguido la autosuficiencia, cada vez más saneada pese a su aún abultada deuda histórica con su propiedad y que busca ajustar ingresos y gastos en una estrategia que no persigue el beneficio, sino amortizar débito.

La misma línea muestra el presupuesto para el ejercicio en curso, que se aprobará (la mayoría de Sebman Sports International lo garantiza) con un importe neto de negocio de 16,034 millones de euros. Más de uno y medio por encima de la del curso anterior, en la que ya se produjo un incremento más que significativo (alrededor del 40%) y fruto, de nuevo, del entonces exponencial crecimiento en los ingresos comerciales y publicitarios. También se creció en las demás partidas, pero estas son las diferenciales.

Lo dejan especialmente patente las cifras de la tienda. De los 31.878,50 euros del curso 22-23, cuando aún con la propiedad de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz estaba transferida al Grupo Pitma, al casi millón y medio de la temporada pasada y los 1,647 que se prevén para este curso, que no se puede descartar que incluso se sobrepasen. Lo mismo sucede con los ingresos publicitarios: 1,28 millones en la temporada 22-23, 2,181 en las cuentas que se aprobarán en diciembre y 2,858 previstos para el presente ejercicio, en los que, a diferencia de lo que ocurre con las cuentas no se desglosa entre publicidad y patrocinio.

También ha crecido, fruto de la buena marca del equipo y la nueva política social, el ingreso por taquillas y abonos (2,25 millones en 2022, 2,62 en 2023 y 3,316 previstos este año) y por retransmisión televisiva, dado que el sistema de reparto se basa en los resultados de las últimas temporadas, con lo que el séptimo puesto del pasado mes de junio ha supuesto un nuevo crecimiento. En la temporada del ascenso el Racing percibió 5,718 millones de las operadoras, frente a los 6,376 de competición ya finalizada y los 6,7 que percibirá en la presente.

El ingreso por competiciones también se espera superior, aunque en este caso con un incremento mucho más sostenido: 1,585 millones previstos (cantidad susceptible de crecer si el equipo mantiene la actual dinámica en Liga y Copa) frente a los 1,570 que reflejan las cuentas anuales. En este apartado el salto cualitativo se produjo hace ya un año, cuando se pasó de 1,162 de ingresos por este concepto en la temporada del ascenso al citado más de millón y medio.

Destaca asimismo que la sociedad ha triplicado su patrimonio neto (valor contable estimado de la sociedad una vez descontado su pasivo o deudas en el que computan los resultados de ejercicios anteriores), cifrado en 2,34 millones de euros en 2023 y que ya se establece este año en 6,68. Sin embargo, este dato sí puede resultar engañoso, dado que responde a los cinco millones de deuda capitalizados en verano de 2023, que computan en estas cuentas. El capital social del Racing pasó fruto de aquella operación de los 5.917.720 euros iniciales a los 10.934.290 a los que asciende a día de hoy.

Así como en otros ejercicios el resultado negativo acarreaba la lógica inquietud que provoca en cualquier sociedad, en este caso se trata de un dato siempre significativo, pero casi irrelevante a la hora de analizar la evolución de la SAD y su situación de mercado. Esos casi 30.000 euros de pérdidas responden a la amortización de obligaciones con terceros (260.808,25 euros) llevada a cabo a lo largo del curso y a la provisión financiera de deuda no vencida (780.153,89). Una forma de sacrificar el beneficio contable (Ceria e Higuera han insistido en numerosas ocasiones en que ese no es el objetivo) y hacer hucha para, progresivamente, sanear por completo el club.

Lo confirma el hecho de que el resultado de explotación de la sociedad sea positivo: más de medio millón que contrasta, eso sí, con los 2,7 registrados hace un año, fruto entre otros factores de la fuerte inversión llevada a cabo en materia deportiva, de personal e infraestructuras.

Bajo estas premisas presentará el presidente del Racing, Manolo Higuera, las cuentas anuales y el presupuesto del club el 15 de diciembre (el 14 en primera convocatoria) en el salón de actos de la Universidad Europea del Atlántico. Ya con el nuevo ejercicio comenzado, como es norma en todas las sociedades anónimas deportivas y, por lo tanto, también en el Racing desde que el 23 de junio de 1992 adoptó esta forma social. A diferencia del funcionamiento general de las sociedades, las deportivas no basan su ejercicio en el año natural (de 1 de enero a 31 de diciembre), sino en el deportivo (de 1 de julio a 30 de junio), de modo que la legislación solo exige que se cite a los accionistas para aprobar -o no- presupuesto y cuentas antes de que termine el segundo año natural del curso.

Fruto del crecimiento del volumen de negocio, el club estima para esta temporada un resultado de explotación de 3,745 millones de euros, lo cual no significa necesariamente que se traduzca en beneficio en las cuentas que se presentarán dentro de un año y siempre a expensas de las inversiones, gastos deportivos y amortizaciones que se pueden llevar a cabo durante el ejercicio. Todo ello con un Ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de 4,827.

El crecimiento económico y deportivo y el objetivo último del ascenso a Primera División traen consigo un sostenido incremento del gasto o inversión que contratas especialmente en un Racing que hasta hace pocas temporadas vivía en economía de guerra. El ejemplo más evidente es la partida destinada a la plantilla deportiva (los emolumentos del primer equipo), consignado esta temporada en cerca de diez millones de euros (9,886). Muy por debajo de los 12,257 que autoriza como máximo LaLiga a los verdiblancos en una evidencia de que el crecimiento se lleva a cabo de forma sostenida, sin poner en riesgo la viabilidad. El año pasado el club invirtió 7,52 en la plantilla que terminó séptima en Liga. Una cantidad ligeramente inferior al del año del ascenso, en el (con cambio de cuerpo técnico incluido) ascendió a 7,896 para concluir en la duodécima plaza.

Por el camino, las dificultades que la nueva directiva de Higuera tuvo que navegar cuando, en el momento de adquirir el paquete de acciones del Grupo Pitma, se estimaba que el techo salarial iba a quedar por debajo de los cuatro millones, y las diferentes operaciones llevadas a cabo para más que duplicarlo, entre ellas la capitalización de cinco millones de euros de la deuda recién heredada por Sebman, nueva propietaria.

La que se puede denominar deuda histórica del club, aquella que se arrastra de la línea de crédito abierta por el Grupo Pitma para permitir la subsistencia y normal funcionamiento de la sociedad en la época deficitaria, ascendía a 30 de junio de este año a 23.085.121,08 euros, de acuerdo con unas cuentas en las que aparece consignada como 'deudas con empresas del grupo y asociadas'.

La operación de compraventa de verano de 2023 estipulaba, además del precio pactado por las acciones de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, asumir la deuda que el club había acumulado con su matriz, el Grupo Pitma (aunque societariamente estaba desglosado del mismo), de modo que Sebman Sports International, sociedad de Sebastián Ceria y Manolo Higuera propietaria alrededor del 80% del capital social, heredó este pasivo.

Según las estimaciones de Higuera, necesariamente de brocha gorda por las volubles necesidades de tesorería y los diferentes flujos que se producen a lo largo del ejercicio, la deuda es en este momento algo superior, pero confía en que a final de temporada ronde de nuevo esta cantidad para buscar una progresiva amortización cuyo comienzo que se ve ya muy cercano, dada la mayor autosuficiencia económica del club. Máxime en el caso de un ascenso a Primera División, que multiplicaría los ingresos. En especial (pero no solo), los derechos de retransmisión.

Esta temporada, en concreto el 31 de diciembre como fecha límite, el Racing abonará el último plazo de su deuda concursal, con lo que la sociedad podrá iniciar los trámites para su definitiva salida del concurso doce años y medio después de su solicitud, en concreto el 8 de julio de 2011, con Francisco Pernía como presidente y el club el Primera División. En ese momento arrancará el proceso para la declaración oficial de final de concurso, que se puede demorar varios meses pero que la directiva confía en que sea una realidad antes del 30 de junio.

Esta catalogación propiciará el cambio en el sistema de cálculo del tope salarial. Actualmente, y al continuar formalmente en concurso, se basa en la generación de recursos de cada temporada, mientras que una vez vaciada esa mochila, se establecerá en función de la cuenta de resultados, de forma que un ejercicio positivo redundará automáticamente en un incremento del tope salarial. Pero en cualquier caso no será una realidad, a estos efectos, hasta la temporada 25-26, independientemente de la categoría en la que militen los verdiblancos en aquel momento.