Secciones
Servicios
Destacamos
El Racing prevé un presupuesto para la temporada 2021-2022 en negativo. Es decir, la estimación que el club maneja arroja más gastos que ingresos para el ejercicio que viene, algo que ni los más viejos del lugar lo recordarán. Habría que remontarse a ... las épocas en las que la entidad se dirigía en régimen de patriarcado personalista para intuir un pronóstico tan gris. La pandemia, la desaparición de la ayuda al descenso con la que sí se contó el curso anterior, la ausencia total de venta de jugadores y, contra toda previsión, la menor llegada de ingresos por los derechos televisivos en la Primera RFEF hacen prever unos números ciertamente preocupantes.
El Racing pretende celebrar su Junta de Accionistas anual en la segunda quincena del mes de noviembre y hasta entonces trabaja para presentar los datos contables de la pasada temporada. Actualmente se siguen los cauces legales, que consisten en que una auditoría analice en profundidad toda la trayectoria económica de la entidad y ponga negro sobre blanco las cifras. Una vez concluya su trabajo, elaborará un informe que le hará llegar al club para que este se lo presente a sus accionistas del modo más trasparente posible. En las oficinas de El Sardinero tendrán un mes para publicar la fecha, lugar y orden del día antes de dirigirse a sus accionistas. Y en esas están. Sus cálculos, aunque no están cerrados, con total seguridad se encaminan a un balance negativo en el que el capítulo de gastos supera las estimaciones previstas de ingresos. Como se dijo con anterioridad, el apartado que ha descompensado el presupuesto ha sido la desaparición de la partida de ayuda al descenso con la que sí que contó el club el curso anterior al descender del fútbol profesional y que supuso 1.250.000 euros. En aquella ocasión, dicha ayuda contenía cerca del 33% del presupuesto, una fuente de financiación con la que ni por asomo puede contar la entidad en este nuevo ejercicio. Así las cosas, junto a la insustituible cantidad procedente de la LaLiga aparece como otro de los elementos que van a propiciar un sensible descenso en los ingresos la pírrica partida proveniente de la comercialización de los derechos televisivos.
Con la llegada del nuevo formato competitivo, la aparición de la Primera RFEF, los clubes y la propia Federación Española de Fútbol se embarcaron en un proyecto conjunto que señalaba una profesionalización de la categoría y unos ingresos por derechos de imagen que contribuirían a potenciar las arcas de todos ellos, así como su poder adquisitivo de cara a acudir al mercado. Sin embargo, dicha comercialización se demoró y no fue tan satisfactoria como se presuponía, con lo que las previsiones que algunos equipos habían puesto en ella se vinieron abajo. El propio Racing ha sufrido esa falta de negocio, que sin ser determinante -dado que el club no quiso ser excesivamente optimista como otras entidades- sí que le ha supuesto una brecha de alrededor de 300.000 euros.
A día de hoy, la perspectiva económica que se tiene en el Consejo de Administración racinguista es que la llegada de ingresos por venta de jugadores es una quimera. Salvo sorpresa, únicamente el traspaso de un canterano que pueda resultar atractivo para el mercado por su edad o calidad, no se estima en las previsiones más optimistas que pueda entrar dinero en las arcas por este capítulo. Actualmente, los fichajes que han llegado al primer equipo responden a un perfil más bien de veteranos con difícil salida a no ser que firmen una gran temporada. Junto a esos supuestos canteranos podría colocarse a Patrick Soko, por proyección y edad, así como a Cedric, por cartel y trayectoria, como posibles candidatos a repercutir liquidez en El Sardinero. Pero no es más que una suposición que los responsables racinguistas ni han barajado.
Afortunadamente, dentro de la cantidad de reveses que el club ha padecido en las últimas campañas y en especial la pasada, sí se confirmó la aprobación por parte de LaLiga de permitir prorrogar el pago del último plazo del concurso de acreedores, el más alto y que ascendía a 5,7 millones, en cinco cuotas anuales. Precisamente la segunda se hará efectiva en 2021. El club se apoyó a una herramienta jurídica aprobada por el Gobierno de España para paliar los efectos de la pandemia en aquellas entidades fuertemente afectadas y logró sacar adelante la propuesta con el apoyo de los pequeños acreedores y de la LaLiga, fundamentalmente que figuraba como la titular de más del 50% de la deuda concursal.
Gracias a esta operación, el Racing tendrá que destinar este año y, por tanto, estará incluida en el presupuesto una partida de en torno a 1,2 millones de euros para liquidar la primera cuota del concurso. Una vez más el pasado deudor del club condiciona los balances y ahoga la economía de la entidad, inmersa en una categoría que sigue sin ser rentable.
El ansiado camino hacia la autosuficiencia que se situó como el objetivo del club el propio consejo de administración sigue sin llegar. La aspiración de la Federación Española de que la Primera RFEF diera un paso hacia la profesionalización no se ha conseguido, por el momento, y lo que sí ha conllevado es un aumento considerable en el capítulo de gastos de viaje, dado que los desplazamientos ahora son mucho más lejanos y más elevados. También ha ascendido el coste por derechos arbitrales y, a la espera de que se hagan públicas las cifras en la inminente junta de accionistas, también ha aumentado considerablemente la partida destinada al salario de los jugadores, donde todo hace indicar que el coste total de la plantilla es superior al de la pasada.
En el capítulo de venta de abonos y entradas, pese a que ya se puede acceder al campo, con la duda de contar con eliminatorias de Copa del Rey atractivas para el público las esperanzas de recaudar son más bien discretas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.