El Racing recibirá un millón por cada diez partidos de Torre como titular en el Barça

El de Soto de la Marina, que se ha comprometido por cuatro temporadas con el Barcelona, podrá dejar así un rendimiento máximo de los ya anunciados 20 millones de euros (cinco fijos y los otros quince en viables) que dependerán exclusivamente del protagonismo que tenga en el club azulgrana. El acuerdo, que solo contempla, además, los partidos disputados desde el inicio, y no aquellos en los que parta como suplente.

Pablo Torre tenía contrato en vigor con el Racing hasta el 30 de junio de 2025 y una cláusula de rescisión de diez millones de euros: la que el futbolista y su entorno pactaron en su renovación, firmada en un momento en que, como ya había ocurrido anteriormente, despertaba el interés de otros equipos. Pese a despuntar desde las categorías inferiores y recibir propuestas, el cántabro siempre había mostrado su interés en seguir el máximo tiempo posible en Santander para continuar su formación. Siempre, eso sí, que no se interrumpiera su progresión y tanto él mismo como su familia –el mediapunta cumplió 19 años el pasado 3 de abril– estuvieran satisfechos con la gestión de su carrera. De ahí que se incluyera una cláusula de rescisión quizá abultada para un juvenil y en Primera RFEF, pero que no lo parecía en función de las grandes expectativas depositadas en el canterano. Con este escenario, el Barça tenía dos posibilidades: pagar los diez millones íntegros o bien negociar con el Racing una retribución variable según el rendimiento del jugador.

Los verdiblancos decidieron jugársela a futuro y aceptaron rebajar la cláusula a la mitad, pero a cambio de cobrar si se produce el escenario más favorable para sus intereses el doble de lo que hubieran percibido de apelar al cumplimiento estricto de las condiciones contractuales.

En conclusión, para que se alcancen esos 20 millones que el Racing fijó como tope, Torre debe disputar 150 partidos con el Barcelona en un plazo máximo de cuatro años, que es cuando expira su primer contrato, e independientemente de que en el futuro se prorrogue. Técnicamente es posible jugar incluso más, dado el abultado calendario culé, pero en ese caso se habría alcanzado ya el tope. a partir de ese límite de 15 millones, en los Campos de Sport no se recibirían más compensaciones.

Estas son las condiciones que el Barça pactó con el Racing, siempre informado de la situación, tras llegar a un acuerdo con el futbolista. Aunque el Real Madrid también se había interesado por él, tanto Pablo Torre como su entorno valoraban que más allá del tipo de juego y el interés mostrado por Xavi Hernández, las circunstancias del Barça, obligado a buscar jugadores libres, oportunidades de mercado y futbolistas jóvenes con menor precio en el mercado, le darán más posibilidades de consolidarse en el Camp Nou. Precisamente en sus mismas circunstancias llegaron los que serán ahora sus principales rivales por un puesto en la medular azulgrana.

Si a esto se suma que la propuesta barcelonista resultó mucho más sustanciosa en lo económico para el Racing –para el futbolista era más alta la oferta merengue–, la decisión estaba servida y así ocurrió. El primer acercamiento o globo sonda blanco de un millón y medio de euros se quedó corto cuando acto seguido el Barça contraatacó sin que los blancos tuvieran apenas margen de reacción. Dada la rapidez con la que se llegó al acuerdo, los bancos no tuvieron apenas margen para contraofertar, de modo que el interés se quedó en eso: en una propuesta a la que no se le dio opción de actualizarse.

Pablo Torre, todavía formalmente futbolista del Racing, pasará así a la disciplina blaugrana el próximo 1 de julio, cuando se abre el nuevo ejercicio futbolístico, que a diferencia del resto de sociedades no se corresponde con el año natural, sino con la temporada deportiva.

El cántabro se integrará al primer equipo y estará en la concentración culé en Estados Unidos, con la intención de que forme parte de la dinámica de la primera plantilla, independientemente de que en determinados momentos pueda jugar con el primer equipo o con el Barça B –los partidos con el filial no computan a efecto de la bonificación al Racing–, con el que tendrá ficha.

El acuerdo entre clubes tampoco contempla la posibilidad de que el canterano permanezca una temporada más como cedido en Santander, a pesar del ascenso del equipo, ni en ningún otro club. De hecho, ya en el momento en que se llegó a un acuerdo con los culés el propio Racing confirmó que esta posibilidad está descartada, y cualquier paso en este sentido supondría un giro de 180 grados en los planes tanto del Barcelona como del propio futbolista.