Manu Fajardo deja el Racing tres semanas después de firmar como secretario técnico

Alfredo Pérez y Pedro Ortiz desayunaron la noticia por la mañana. El domingo por la noche el club no tenía ninguna información sobre la oferta del sevillano, que ha seguido trabajando para los verdiblancos hasta este mismo fin de semana, durante el que ha estado en Galicia para seguir los partidos de la fase de ascenso a Segunda. Fue a su regreso a Santander cuando el lunes por la mañana comunicó al club su decisión y su deseo de interrumpir antes de tiempo su breve etapa verdiblanca. El Racing le puso facilidades y se llegó a una rescisión de mutuo acuerdo, según el comunicado remitido hacia las dos y media de la tarde.

Dada la rápida sucesión de los acontecimientos, el club no ha tenido tiempo aún de valorar si contratará o no un nuevo secretario técnico, aunque lo más probable es, dada la nueva estructura deportiva que se había decidido implementar, que busque un nuevo profesional. Otro asunto es que lo haga o no de inmediato, puesto que no rastreaba ya ese mercado. Según reconocen los responsables del club, aún no han tenido tiempo para reaccionar y decidir cómo actuar ante una baja muy sensible. Lo más probable es que se le busque un sustituto, pero del mismo modo el plan inicial era contar con un solo profesional al frente de la secretaría técnica y en una relación de igualdad con Romo, algo que cambió con la decisión de recuperar también la figura del director deportivo.

«El Racing y Manu Fajardo han alcanzado un acuerdo, en la jornada de hoy, para la resolución de su contrato como secretario técnico. La entidad verdiblanca ha aceptado la petición realizada por Fajardo para no cortar su proyección profesional ante su inminente incorporación a un club que milita en Primera División», reza el texto.

Ambas partes ha intentado que la salida sea amistosa, al menos según se manifiesta en el comunicado: «El Real Racing Club, a través de estas líneas, agradece a Manu Fajardo la profesionalidad y dedicación mostradas al frente de la secretaría técnica verdiblanca, a la que ha incorporado valiosos informes que servirán para planificar la temporada 2022/23 y confeccionar la plantilla del conjunto cántabro en Segunda División».

De hecho, Fajardo trabajó hasta el mismo domingo para el Racing siguiendo los partidos del play off de ascenso a Segunda División y ha dejado los muchos informes elaborados a disposición del director deportivo, además de ponerse a disposición de los verdiblancos para facilitar la transición.

Fajardo firmó su contrato con el Racing el pasado 17 de mayo.En principio debía ser junto a Romo el responsable de confeccionar la plantilla, o al menos así se había presentado. Pero Alfredo Pérez y Pedro Ortiz decidieron a última hora cambiar de plan y engrosar aún más su estructura técnica. No solo con la incorporación de una pequeña red de ojeadores, sino con la contratación de un director deportivo, jerárquicamente por encima tanto de Romo como del propio Fajardo: el guipuzcoano Mikel Martija, contratado el pasado 31 de mayo.

La figura del guipuzcoano significó, además de un cambio de carril respecto a la hoja de ruta inicial ordenada por Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, un freno a cualquier potencial conflicto de competencias o lucha de egos entre los diferentes departamentos técnicos. Se optó por la figura de un profesional que pese a haber permanecido un año inactivo procede de Primera División y con una contrastada experiencia en la élite del fútbol español.

A sus órdenes, un joven secretario técnico con un buen currículum, como lo demuestra el hecho de que haya recibido una oferta de Primera, y un entrenador, Guillermo Fernández Romo que ya podrá centrarse en la preparación del primer equipo. El verano pasado, con un presupuesto de aproximadamente un tercio del que puede tener el Racing el próximo curso, fue el madrileño, buen conocedor de la antigua Segunda B, quien tuvo además que diseñar la plantilla, asistido en las negociaciones y asuntos contractuales por Víctor Alonso.

Ya antes de arrancar la temporada 20-21 se anunció que Romo tendría de forma temporal ambas funciones –sentarse en el banquillo y fichar– para afrontar el curso en Primera RFEF, pero que en caso de ascenso se engordaría la parcela técnica de acuerdo con las nuevas necesidades y exigencias, como de hecho ha ocurrido.

En cuanto al reparto de funciones, Romo fue claro en una de las últimas ruedas de prensa de la temporada –tras la llegada de Fajardo y antes de la de Martija–: «No conozco a ningún entrenador al que le pongan jugadores que no quiere».

La llegada de estos dos profesionales, unida a la red de ojeadores que se está creando, había creado una sólida estructura técnica en el club, con profesionales con un contrastado currículum y experiencia. La salida de Fajardo supone un contratiempo y un paso atrás en esa nueva estrategia verdiblanca, si bien la presencia de Markija permita que se pueda acometer la búsqueda de su sustituto –si, como parece probable, así se hace– sin extremada prisa o urgencia.

Dado que en principio no iba a haber director deportivo y después se cambió de estrategia, el club insistía este lunes en que la salida de Fajardo no guarda ninguna relación con la llegada de Markija precisamente como superior directo del andaluz. De hecho, insistía este lunes a El Diario Montañés que había existido sintonía entre ellos en los pocos días que han trabajado juntos y que el plan era ese: mantener las dos figuras para cubrir un espectro lo más amplio posible.De ahí que se señale explícitamente que el sevillano se marcha para aceptar la oferta de un club de Primera División.

La sucesión de acontecimientos ha sido tan rápida que el Racing ni siquiera ha tenido tiempo de presentar al que ha sido su brevísimo secretario técnico. Sí a que firmara su contrato, oficializar el fichaje a través de un comunicado y a que comenzara a trabajar y generar informes para el club, pero sin pasar por la sala de prensa de los Campos de Sport en el habitual protocolo racinguista. Tampoco lo ha sido Markija, a la espera de que se complete la estructura deportiva al completo.

En ese comunicado la entidad definía el 17 de mayo al sevillano como «la punta de lanza del Área Deportiva del Racing, a la que se incorporará un equipo de scouting y que también verá reforzado su Departamento de big data puesto en marcha el último verano». Dos semanas después llegó el nuevo director deportivo, con el que ha coincidido exactamente seis días.

El episodio de Fajardo se asemeja al que protagonizó el ahora entrenador, Guillermo Fernández Romo, en verano de 2018. El 22 de mayo de aquel año el madrileño se convirtió en nuevo coordinador de las secciones inferiores, pero el 13 de agosto abandonó el club para entrenar al Ejea de Segunda División B. El técnico transmitió su deseo de entrenar y el club lo entendió. También en aquella ocasión la salida fue amistosa, como se demostró cuando tres temporadas después el madrileño se reincorporó al Racing, pero ya en calidad de entrenador del primer equipo.