El Racing aún no sabe qué tipo de asientos colocará este verano en la Gradona

En un principio se habían valorado varias alternativas para modificar esa zona del estadio. Entre las alternativas que sopesaba el Racing están los asientos abatibles, los bancos corridos, aunque eso sí, con respaldo, ya que lo contrario no está permitido, o colocar asientos blancos iguales a los que están en la Preferencia Sur y en los laterales de Preferencia Norte. Una opción que se emplea en Medizorroza, el campo del Alavés, aunque los aficionados continúan viendo los partidos de pie. Esta última posibilidad no es del agrado de los peñistas que ocupan la Gradona. «Eso es ir para atrás otra vez», aduce Daniel Méndez, de la San José de Astillero, algo en lo que coincide con Juventudes Verdiblancas. «Eso nos incomodaría bastante porque ya los tuvimos y es molesto. Muchas veces la única forma que tienes de estar de pie es hacerlo sobre los asientos y se acaban rompiendo. Y no queremos eso. Queremos estar de pie en el hormigón y que el asiento no incomode», explica Pablo Rodríguez, presidente de la peña mayoritaria en la grada de animación.

Para Miguel Ángel Crespo, presidente de Concanos, otra de las agrupaciones asiduas a esa zona del campo, la fórmula tampoco es válida. «En una zona como esta que la gente canta, está de pie permanentemente y hay movimiento, lo veo un poco peligroso para la integridad de la gente de la Gradona», señala. En el caso de instalar asientos abatibles, la sensación de inseguridad no le convence. «Parece que te vas a caer en cualquier momento. Además al tener un respaldo que sobresale podría ocasionar algún tipo de incidente; y se trata de no hacer daño a los asientos ni a los socios», añade. El caso es que LaLiga, en el caso de instalar esta última opción, obliga a que las localidades cuenten con respaldo para que pasen el corte de la patronal. Lo ideal para la peña de Astillero es un graderío abatible como el que hay en el Wanda Metropolitano o en el Nuevo San Mamés.

Desde Juventudes Verdiblancas señalan que el problema que tiene el campo del Racing es que los desniveles que tiene de fila a fila en la Gradona «son muy pequeños porque el hormigón está puesto para las estructuras metálicas que soportaban los asientos antiguamente». Se trataba de una especie de esqueleto de hierro por debajo de los asientos y encima es donde iba pegada la localidad. «Eso no se cómo lo van a librar», reflexiona Pablo Rodríguez, que entiende del tema a fuerza de años y años de asistencia asidua al estadio. «Nosotros lo que desearíamos es que den con una fórmula que no sea un asiento común como el que pueda haber en el resto del estadio, se debe respetar que podamos estar de pie».

El Racing podría también seguir el ejemplo de Osasuna, que valora instalar los asientos rail seat, que tiene unas características especiales. Son más estrechos, metálicos, con un elemento antiavalanchas y una barandilla que al final es continua y genera un espacio más cómodo y seguro. Lo que ocurre es que aún no están homologados en España y se teme que no pasen el examen de LaLiga. «Hay pros y contras para cada una de las opciones y no sabemos todavía por cuál nos vamos a decidir ni cómo», avanza Alonso, que también insistió en que lo harán lo antes que puedan porque «eso sí que hay que cumplirlo desde el primer día».

Respecto al resto de asientos del campo, Alonso señala que se han completado los que estaban defectuosos. «Hemos repuesto bastantes pero todos no, porque no hay para todos. Primero nos vamos a centrar en lo inmediatamente exigible e importante y después iremos cubriendo otras situaciones».

Los técnicos de la patronal todavía no han acudido a los Campos de Sport para medir de noche, valorar la potencia lumínica y cerciorarse de que los niveles de luz son los correctos. Algo inevitable ya que desde el club explican que «todo lo que tiene que ver con el reglamento de televisión es lo más urgente. El sistema de televisión, la iluminación... Todo eso debe estar desde el primer momento». Y precisamente los focos que ahora tiene el estadio deben emitir un mínimo de luz, garantizar que no haya bajadas de tensión y no dejar que se produzcan sombras que puedan estropear la emisión.

La iluminación es otra de las grandes asignaturas pendientes de El Sardinero. Esto no es nuevo, es así prácticamente desde su inauguración. Es uno de los pocos estadios españoles que aún utiliza torres luminarias, y aunque en la época moderna, aún en Primera División, fue incorporando progresivamente la iluminación perimetral, ahora se deberá evaluar de nuevo su potencia para comprobar si cumple con los mínimos que exige LaLiga. Algo que aún no ha ocurrido. Pero no es el único caballo de batalla al que se enfrenta el club en materia de arreglos encaminados a acatar las normas que imponen las retransmisiones televisivas. La sala del VAR y el Tótem para el árbitro «se está ubicando y han venido ya topógrafos alguna vez», en cambio la sala de prensa y los tornos no son una prioridad. El club tampoco tiene claro todavía si se cubrirán o no los fosos. «A lo mejor alguno», deja caer el director general ambiguamente, ya que los Campos de Sport solo cuentan con dos.