El Racing sigue con buenas sensaciones

Guille Romo apostó de entrada por un 1-4-2-3-1 con dos de los recién llegados, Tienza y Sergio Marcos, en la sala de máquinas y Dani González enganchando entre ellos y Carlos Castro. Una mezcla de lo que se presuponen titulares junto a recién llegados y canteranos. Con la ideal global todavía sin formar, en la apertura del duelo primaron los detalles. La calidad de Sergio Marcos, las apariciones de Dani González, la velocidad de Soko o la movilidad de Carlos Castro sirvieron para asustar a un Cayón que tardó quince minutos en entrar al partido. Para entonces el Racing había disparado varias veces con peligro sobre la meta de Raúl e incluso había anotado el primer tanto del partido.

Fue un chispazo, un robo en campo contrario tras el que Sergio Marcos conectó con Camus para que el canterano batiera la meta rival en el mano a mano. Luis Fernández movió sus piezas, sacó a Cagigas de la banda y lo metió por dentro para ganar presencia física en la parcela ancha. El movimiento surtió efecto y los de Sarón vivieron sus mejores momentos de la primera mitad, aunque sin asustar a Lucas. Las luces ofensivas del Racing se desvanecieron hasta pasado el minuto 30, cuando un robo de Tienza derivó en otro mano a mano que despejó Chili ante Dani González. Por cierto, que el ex del Nàstic no dejó buenas sensaciones, especialmente con el balón en sus botas. Los otros nuevos, Satrústegui, Sergio Marcos y Carlos Castro, tampoco enamoraron. Todavía es pronto.

No fue pronto, sin embargo, para Cedric, que saltó al campo en el descanso y en el 53 ya había estrenado su casillero. Fue tras una jugada por la derecha entre Bustillo y Jorrín en la que el lateral le puso el balón en bandeja. Romo cambió por completo el once inicial de cara a una segunda mitad en la que el Racing comenzó acechando la portería del Cayón. Sin Íñigo, que se tuvo que retirar conmocionado tras un choque con Pablo, Torre y Bustillo cogieron el mando de las operaciones ofensivas, más fluidas en el juego estático que en la primera mitad. Y es que había más fútbol sobre el campo.

El tercero se volvió a fabricar por la diestra. Bustillo y Gandarillas conectaron por ese lado, el balón llego al área y después de que la defensa local no lograra despejar apareció Bustos para, de tacón, batir a Pablo. La sonrisa del asturiano era evidente, se veía bien rodeado. En el tramo final, el Racing no quiso y el Cayón no pudo. El trabajo, por parte de ambos conjuntos, ya estaba hecho.