El Racing se toma el mercado con calma

Cuentan algunos expertos en márketing y publicidad que en los centros comerciales la música marchosa hace comprar a la gente más rápido. De forma más impulsiva. Alonso y Romo deben estar escuchando música clásica. O chill. Todo lo contrario que hicieron el pasado verano, cuando a principios de agosto ya estaba prácticamente cerrada la plantilla. Supuestamente, con el equipo en segunda posición, las necesidades son pocas y el propio míster ha dejado entrever en rueda de prensa que las tiene identificadas y los objetivos claros. También es verdad que salir a comprar con poco dinero lleva a tener que buscar y comparar. No se puede meter al carrito el producto deseado sin mirar el precio.

Las ideas claras de Romo deberían ser una buena señal. Así, a priori, debería tener más opciones de acertar que si tuviese que fichar a la desesperada. Pero dentro de lo que el Racing anda buscando, el paso del tiempo puede ir cerrando puertas de futbolistas que quizá ya se hayan incorporado a otros equipos. Pero, no sólo eso, sino que, cuanto más tarde se incorporen los nuevos fichajes, más avanzada estará la competición cuando quieran estar a disposición del entrenador. Y, con unos meses de enero y febrero claves, en los que el conjunto verdiblanco se va a medir a algunos de sus principales rivales en la parte alta de clasificación, cada semana cuenta. Especialmente porque en este mercado invernal muchos de los jugadores contratados llegan de no jugar y precisan de un período de toma de ritmo y adaptación para rendir a un nivel de garantías.

Sin embargo, también es cierto que a medida que va avanzando el mercado invernal, las piezas se van colocando y, equipos que fichan necesitan sacar a otros. Así, van surgiendo nuevas oportunidades de compra que quizá no eran esperadas. Por eso los últimos días de enero son tan intensos. También porque hay futbolistas que necesitan buscar un destino con urgencia y aceptan ofertas que una semana antes no les interesaban.

Tal y como ha reconocido el propio Guillermo Fernández Romo, las principales piezas que quiere para completar su equipo pasa por extremos de diferentes características a lo que ya tiene. Para el flanco diestro, en contraposición al verticalísimo Patrick Soko, un futbolista que tire más hacia el centro y se pueda asociar. Un perfil al que se podría ajustar, por ejemplo, el canterano Yeray Cabanzón, que dejó muy buenas sensaciones el pasado domingo frente al San Sebastián de los Reyes en el ratuco que tuvo.

Por otro lado, para la banda izquierda, los tiros van por otro lado. A Romo le gustaría tener un futbolista de perfil más defensivo. Lo que viene siendo un lateral izquierdo polivalente que le pueda hacer las funciones que ha realizado Íñigo Sainz-Maza, por ejemplo, en Badajoz, acostado junto a la línea de cal. El problema en esta zona es que, aunque lo desea, el Racing lo tiene muy complicado para dar salida al segundo de los laterales izquierdos específicos que tiene, Isma López, porque su contrato es largo e importante, y llegar a un acuerdo será complicado, encontrarle equipo aún más y un despido sería un desembolso crítico.

Si el navarro no abandona el vestuario verdiblanco, en la contratación de uno de esos futbolistas ansiados por Romo el club gastará la ficha liberada por el único movimiento hasta ahora: la salida de un Carlos Castro, que permitirá la contratación de un futbolista de más de 23 años. La única que hay disponible para jugadores de ese segmento de edad.

Por otro lado, sí que hay libre una licencia sub 23. Una plaza que el Racing podría gastar, en uno de esos extremos o, por ejemplo, en un suplemento para la delantera. En principio, en el club confían en el potencial de Cedric pese al mal momento por el que pasa el nigeriano. Y también en las capacidades de Jack Harper y Manu Justo para algún momento de urgencia. Pero el ariete verdiblanco es el único delantero centro específico y, como el gol se paga muy caro y el Racing no anda para homenajes, la del nueve sub 23 es la opción más viable.

Para futbolistas jóvenes quedará, al menos, otro hueco libre. Porque Diego Ceballos no se va a quedar en el Racing a mirar los barcos pasar. El canterano, que la pasada temporada fue el futbolista con más minutos del equipo verdiblanco, este año se encuentra en el otro extremo debido al ostracismo al que le ha relegado Romo. Y con su edad -22 años- necesita jugar para no estancar su carrera. Termina contrato el 30 de junio de este 2022, pero ambas partes ya han llegado a un pacto de no agresión. El club no pondrá pega a la salida del cántabro, siempre y cuando no le suponga ningún desembolso a las arcas racinguistas.

Cualquier otra incorporación menos esperada tendría que partir por una salida igualmente inesperada. Que alguno de los jugadores que menos minutos están disputando pida salir o que a Romo le dé por tomar decisiones impulsivas. Los Lucas Díaz, Sergio Marcos o Jack Harper no están teniendo demasiado protagonismo, pero todo esto son suposiciones.

El otro frente abierto durante el mes de enero es el de que los futbolistas que terminan contrato ya pueden negociar con otros clubes. Ahora mismo, el principal interés verdiblanco es en ampliar la vinculación al canterano Marco Camus. El cántabro lleva una dinámica positiva en las últimas semanas y quiere que el club haga un gesto de que realmente cuenta con él para seguir más tiempo vistiendo la camiseta racinguista.

Sin embargo, a donde ha llegado tarde la entidad verdiblanca es a tratar la continuidad de Soko más allá de 2022. Tras renovar a Cedric, el Racing llegó en diciembre a plantear al camerunés una ampliación de contrato, pero el africano, uno de los futbolistas más desequilibrantes de la plantilla racinguista, ahora prefiere esperar. Le han llegado cantos de sirena de Segunda División y no quiere descartar ya ese tren. Por eso ha emplazado a los gestores del Racing a hablar en junio, cuando se sepa si el equipo de Guillermo Fernández Romo ha logrado el ascenso al fútbol profesional o, por el contrario, Soko debe buscar otro camino para subir de escalón.