El Racing trabaja con una previsión de unos 14 millones de presupuesto para la próxima temporada

El Barcelona abonará los cinco millones de euros del traspaso de Pablo Torre a partir del 1 de julio, con lo que esos ingresos computarán ya de cara a la temporada venidera. A esto hay que sumar los ingresos televisivos, que a falta de enviar toda la documentación y de que LaLiga elabore su ponderación no deben ser menores de los seis o siete millones de euros.

Solo con esos dos apartados ya se podría duplicar el presupuesto de este curso, pero aquellas cuentas no sirven de referencia, porque pronosticaban solo 3,9 millones de ingresos y preveían ya unas pérdidas de 2,5 que los propietarios, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, han asumido a través de la línea de crédito que el grupo Pitma mantiene con el Racing a un interés del 4%. Claro que para evitar un desequilibrio patrimonial pueden verse obligados a capitalizar parte de esa deuda antes de la Junta General de Accionistas de 2022, que se debe celebrar antes de que termine el año natural.

A los ingresos televisivos y por el traspaso de Pablo Torre se deben sumar los procedentes de taquillas y abonos, que en 2020 supusieron 2,3 millones de euros y se espera sean sensiblemente superiores una vez superada la situación pandémica y nos nuevos atípicos que se puedan generar en una categoría mucho más atractiva, aunque aún muy lejos de los números que se mueven en Primera División.

En consecuencia, y siempre de forma muy aproximada, el club barajará la próxima temporada un presupuesto de unos catorce millones de euros, que según los repartos televisivos y otras circunstancias puede variar en uno y otro sentido y verse incrementado o restado incluso en más de un millón. De hecho, el club trabaja ahora en el cierre de las cuentas de este ejercicio y en preparar la documentación y previsiones económicas del próximo, que se presentarán a los accionistas en unos meses. Desde que Alfredo Pérez y Pedro Ortiz se hicieron con la mayoría accionarial, el Racing no espera a diciembre para cumplir ese requisito.

El Racing, de acuerdo con las ratios de LaLiga, tendría derecho a alcanzar un techo salarial de hasta 10,5 millones de euros. Otro asunto es que disponga de ingresos suficientes para alcanzarlo. Además, como publicó El Diario Montañés, la cifra será menor al destinarse parte de los cinco millones que se recibirán por Pablo Torre a sufragar deudas pendientes con terceros.

Esta temporada los equipos con mayor tope de gasto en la categoría de plata han sido los tres recién descendidos de Primera: el Eibar, con 30 millones de euros, seguido por el Valladolid con 29 y el Leganés con 26,4. El presupuesto más modesto es el del Girona, con 3,9 millones de euros, seguido por el Amorebieta (4,6), el Lugo (4,8), y el Burgos (5,5).

En la última temporada del Racing en Segunda, la 19-20, el tope salarial se fijó aquel verano en 5,078 millones de euros, uno de los menores de la categoría y gracias en parte a la ampliación de capital de dos millones que Alfredo Pérez y Pedro Ortiz asumieron capitalizando deuda. La venta de Yoda y otros pequeños ingresos permitieron en invierno ampliarlo a 5,827, lo que sin embargo no sirvió para evitar el descenso como colista a pesar de que cinco clubes tenían un límite inferior al verdiblanco. De hecho, el Racing no llegó siquiera a cubrir esa cifra, a pesar de que la propiedad estaba dispuesta a asumir el gasto, al no encontrar el entonces director deportivo, Chuti Molina, futbolistas adecuados.

La cantidad que el Racing cobre por derechos televisivos todavía está en el aire, pero multiplicará exponencialmente los ingresos, anecdóticos, de este curso a punto de finalizar. LaLiga hará, como es habitual un reparto en función de la documentación que se aporte y la relevancia y potencial de los equipos que se queden en Segunda División, ya que todavía no están decididos todos los descensos. En cualquier caso, se calcula que no será menor a los seis o siete millones de euros.

El 2020 el Racing ingresó 2,3 millones por este concepto, menos de lo que hubiera recaudado en circunstancias normales, dado el contexto pandémico y los partidos que tuvieron que disputarse a puerta cerrada. En consecuencia, y aunque todavía no se ha calculado la partida de la próxima temporada, el club espera recaudar más que hace tres años. Respecto a este último ejercicio en Primera RFEF, los abonos y las entradas experimentarán un incremento acorde a la nueva categoría del club.