El Racing visita Santo Toribio antes de abordar una temporada «ilusionante»

La mañana se dejó querer. No hacia mucho que el Racing había estado visitando el monasterio de Santo Toribio de Liébana. Normalmente siempre que se pasa por allí suele ser para dar y para pedir. Primero, las gracias y después, si es posible, ya de paso, un poco de ayuda que nunca viene mal. Este viernes en Liébana daba gusto estar. Los vecinos salieron a recibir a la expedición verdiblanca que a primera hora salió de La Albericia y aparcó el trabajo diario por un rato. Aprovechando el descanso tras el partido de la víspera –ante el Alavés, en el Trofeo Nando Yosu– tocó reconciliarse con uno mismo y hacer propósitos de enmienda.

A la llegada de la expedición, ya esperaban en el monasterio con júbilo. La plantilla eligió este viernes para estrenar la ropa de paseo, además de un autobús rotulado que parecía nuevo. En la entrada a la iglesia parroquial, todo el grupo fue recibido por el franciscano Padre Óscar Solloa, quien en el interior de la capilla del Lignum Crucis, les mostró la Reliquia mientras recordaba brevemente su historia.

Primero fue el el equipo, luego el cuerpo técnico y finalmente los directivos. Todos ellos han venerado la Reliquia. De cerca. Cada uno consigo mismo. En un proceso de recogimiento que bien sirve como propósito de intenciones en las puertas de una temporada plagada de ilusión. Quizás eso, precisamente, es lo que más desprende esta plantilla, aún a medio hacer. Algunos conocían la intrahistoria ligada al santo lugar, para otros fue todo un descubrimiento que agradecerán. Todo sirve. Incluso la petición de ayuda divina a cinco semanas de empezar a necesitarla. No está de más adelantar las plegarias.

El presidente del club, Manolo Higuera, y el capitán, Íñigo Sainz-Maza, hicieron entrega al Franciscano Padre Óscar de un balón firmado por todos los jugadores, además de otros obsequios. No faltó para la presidenta de Cantabria, Maria José Sáenz de Buruaga, una chaqueta de himno rotulada con el patrocinio del Camino Lebaniego. Porque en esta nueva andadura del Racing, Liébana juega un papel fundamental como mecenas.

Si antes, a la llegada del equipo, varios vecinos habían gastado su tiempo para darle la bienvenida, al salir del monasterio esperaban ilusionados los niños y niñas del club Valle Lebaniego, con muchos más amigos y simpatizantes que se aprovecharon del privilegio de estar disfrutando estas fechas del campamento de verano en Sotama (Tama). En la era de los selfies, aún quedan aunténticos nostálgicos que siguen buscando el autógrafo de turno de su jugador fetiche o de aquel que le apasiona a su padre, pero le da vergúenza demostrarlo al jefe de la casa. Algunos se fueron con la misión cumplida y con la firma de los jugadores en las camisetas, obsequio de la Fundación Camino Lebaniego.

Hasta allí también se fue, por tanto, la presidenta de Cantabria, acompañada por la consejera de Cultura y Deporte, Eva Guillermina Fernández. Sáenz de Buruaga entregó al mandatario del club, Manolo Higuera, el diploma acreditativo de Embajador del Camino Lebaniego en un acto que tuvo lugar en el interior del monasterio. Buruaga confirmó el apoyo del Gobierno «a un club que nos representa a todos, que lleva nuestra bandera por toda España y que ha dado un gran salto adelante, gracias a su presidente y su compañero en la propiedad, Sebastián Ceria, y a todo su equipo». Buruaga admitió sentirse a gusto en Liébana y señaló que es un acierto «apoyar al equipo con este acuerdo de patrocinio que firmamos el pasado mes de enero para que el Racing, nuestro mejor embajador, promocione y lleve el Camino Lebaniego por los campos de futbol de toda España». En el arco de salida al campo en los Campos de Sport, en las sudaderas de los futbolistas, en las vallas publicitarias y en los videomarcadores del estadio, además del autobús oficial. Allí se podrá ver la promoción de un Camino Lebaniego que ya se vive.

Con solo ver el ambiente que despierta, es fácil darse cuenta de lo que representa el Racing en esta región. Allá por donde va. «Nadie mejor que nuestro Racing para darle visibilidad en una temporada excepcional que a punto ha estado de llevarnos a Primera División», dijo. A ver si esta próxima se remata.

Le siguió en el turno de palabra, Manolo Higuera, el presidente del Racing, para el que no era nuevo lo de subir a Liébana a pedir y a dar. Es ya un sufridor verdiblanco con experiencia, pero nunca había subido con esta ilusión que planea tras lo vivido hace un par de meses. La presidenta entregó a Higuera y a Sebastian Ceria del título de Embajador del Camino Lebaniego. Pilar Gómez, directora de la Fundación Camino Lebaniego, y los alcaldes de Liébana, acompañaron a los jugadores en este día de descanso y declaración de intenciones.

A Higuera le sobran los motivos para seguir ilusionado. Además de presidente es racinguista y por ello los deseos en este arranque de curso son todos. Pero quiso poner en valor al club. «Somos un club de esta tierra y lo llevamos con un orgullo inmenso, ya que representar a Cantabria es algo que va en el adn del Racing y estamos a vuestra disposición para cualquier cosa que consideréis que el club puede ayudar. Esperamos hacerlo bien».

Las peticiones ya están cursadas, ahora convenía no solo fiarlo todo a lo divino y empezar a funcionar por si acaso.

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