--758x531.jpeg)
--758x531.jpeg)
Secciones
Servicios
Destacamos
«Damos la bienvenida a la afición montañesa.Siempre seréis bienvenidos». Aplausos. Más aplausos. Hay cosas que el fútbol moderno no cam bia y la ... megafonía de Anduva es una de ellas. El 'speaker' burgalés, un veterano, cumplió con la tradición de saludar a sus visitantes, dar la gracias a los patrocinadores y alzar la voz para nombrar uno a uno a los suyos: El muro infranqueable, Raúl; pichichi, Panichelli... Faltaban cinco minutos para empezar el partido y los acordes de 'Eye of the tiger' sonaron de fondo, la música de Rocky, para meterse en canción. Fue un preámbulo del momento en el que sonó el himno de la ciudad de Miranda de Ebro coreado con las bufandas elevadas de los de casa. Pero en medio de esa escena, en la grada de la discordia, la pequeña e incómoda zona del modesto estadio, sonaba la Fuente de Cacho con el mismo pose: bufanda al viento y gargantas encendidas. ¿Con un escenario así, quién se lo quiere perder? Pues eso, nadie. 5.650 espectadores se apretaron ayer en un atril en el que todos fueron protagonistas, cada uno en su lugar. Entre ellos cerca de 700 racinguistas dejándose notar y apoyando a su equipo en una de las salidas más complicadas de las que le quedan y, eso sí, la más cercana.
El partido arrancó a las 18.30 horas, pero mucho antes Miranda de Ebro empezó a registrar en el censo del sábado visitas. No había nada organizado, pero hay cosas que no conviene tampoco programarlas. Hay que dejar que fluya, como el 'arrejuntamiento' de las aficiones. En el parque Antonio Machado, los seguidores racinguistas se mezclaron con los mirandeses e hicieron sonar canciones e himnos.
Todos a la vez. Sin ensayar. «Así da gusto», decía 'Juanillo', un socio burgalés a quien le conocían hasta los árboles. «Este es más famoso que el escudo», decían los amigos que apuraban un aperitivo mientras charlaban con simpatizantes de una peña de Escalante. La calle Francisco Cantera, una calle que sin quererlo se convirtió en el centro de operaciones de la previa del partido. Yasí salieron de la chistera los de Laredo, Astillero y la Peña San José, catreños y campurrianos y los de la capital de la Peña Aúpa. Todos en espacio reducido, como el fútbol de después. Y cada vez más gente y menos espacio, pero cuando hay ganas de entenderse todo marcha. «Da gusto verlo así», confiesa Mercedes Oria, una mirandesa que paseaba al perro mientras observa a los primeros aficionados del Racing disfrutar de su momento en la ciudad. No hay mucho más que decir cuando se trata de pasarlo bien. Y así fue.
Miranda de Ebro fue otra ciudad anexionada al racinguismo que campea –nunca mejor dicho– esta temporada de flor en flor haciendo legión. Tres horas de previa y para el campo. «¿Van todos juntos», preguntaba Mercedes antes de que se levantasen de sus sillas la mitad de la tropa. Yasí fue. Se levantaron y caminito para el campo. Un corteo más. Todos juntos como el pasodoble. Y así los cerca de 700 verdiblancos fueron en comitiva en dirección al campo entre canciones, aplausos y fotos. Muchas fotos. Hay cosas que convienen guardar para siempre.
Y aunque todo parezca que no tiene parte fea, hasta las flores la tienen. «No pasa nada. Ya vendremos otro día», le decía tratando de consolarle un padre a su hijo. Algunos desalmados vendieron entradas falsas por internet y una era la del niño. Una lástima verle aplaudir el paso de los jugadores al bajar del autocar desconsolados. Cosas del fútbol moderno y de los amantes de lo ajeno que son los que de verdad no tienen hueco en un campo. Y sí el niño. Lo demás, una fiesta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.