El director de Marketing del Racing, Sergio Reigadas, extrae una bola, mientras el responsable de seguridad, Alberto Sánchez, anota los números agraciados. María Gil

Fútbol | Play off 2ª

Los 42 racinguistas de Son Malferit ya tienen nombre

Un total de 946 abonados se inscribió al sorteo para poder adquirir las 21 entradas dobles para el partido por el ascenso en Palma

Santander

Jueves, 30 de mayo 2019, 07:17 | Actualizado 09:04h.

El play off de sorteo en sorteo. Si el pasado día 20 el racinguismo andaba pendiente de las dichosas bolitas para conocer el rival verdiblanco en la eliminatoria de campeones por el ascenso a Segunda División, ayer el bombo fue para repartir la suerte de ... aquellos abonados del club que optasen a adquirir una doble entrada para el choque del domingo frente al Atlético Baleares en Son Malferit. Para ser uno de los escasos afortunados que pueda presenciar el choque y, si hay suerte también sobre el césped, celebrar in situ un ascenso histórico. El regreso al fútbol de élite. Algo que recordar dentro de unos cuantos años, como hacen hoy en día aquellos que estuvieron presentes, por ejemplo, en Las Margaritas en 1991.

Muchos querían estar. En concreto, 946, que fueron los inscritos para el sorteo, más sus acompañantes. Pero sólo 42 podrán decir en el futuro «yo estuve allí». El limitado aforo del estadio mallorquín, las escasas facilidades puestas por el Atlético Baleares y los compromisos del Racing, que rebajaron las 150 entradas enviadas desde la isla a sólo 42 disponibles para los aficionados verdiblancos, han dificultado el desplazamiento de seguidores racinguistas.

Las 42 entradas finales también se le hicieron pocas a la afición

El sorteo de ayer puso punto final (o al menos debería hacerlo) a la breve pero intensa polémica abierta por el escaso número de entradas disponibles para el partido del domingo y el modo en el que el Racing ha decidido distribuirlas.En primer lugar conviene destacar que en un campo con capacidad oficial para 1.585 espectadores el Baleares solo estaba obligado a enviar a Santander unas ochenta.Es decir, el 5% del aforo que la normativa exige que se reserve como mínimo a la afición visitante. Esa era su intención inicial, según han manifestado repetidamente varias fuentes del Racing y solo después de su insistencia –siempre según el club– los insulares aceptaron aumentar el cupo hasta casi el doble: 150 localidades que suponen estrictamente el diez por ciento de SonMalferit.Esto teniendo en cuenta, eso sí, que el estadio ha rebasado este aforo en varias ocasiones a lo largo de su historia. El caso es que, siempre según el relato del club, finalmente se recibieron un centenar de entradas a las que se sumaba el medio centenar de intercambio de cortesía.Lo habitual entre dos partidos en cualquier partido, con la diferencia de que la mínima capacidad de las instalaciones baleares ha convertido un único billete para el partido clave en un preciado objeto de deseo.

El caso es que elRacing necesitaba reservar un cupo de entradas para sus propios compromisos.Desde la que se entrega a cada expedicionario para que pueda asistir un acompañante a las de representación y, sobre todo, las destinadas a los patrocinadores, como reciben en todos los partidos.Generalmente esto no supone ningún problema por dos motivos. Por uno, la demanda suele ser mucho menor. Por otro, que no suele haber problemas de aforo.

Ya entonces, antes de saber cuántas entradas saldrían a la venta –y cómo– el entorno comenzó a denotar cierta inquietud.En especial aquellas personas que habían asumido –voluntariamente y sin que nadie se lo indicara, eso sí– el riesgo de contratar viaje y hotel aun a sabiendas del poco papel disponible.Sin saber con certeza si tendrían la posibilidad de acceder a una entrada. La tónica general era de inquietud por la tardanza en efectuar el reparto y la reclamación de que el porcentaje bloqueado por el Racing fuera el mínimo posible.

Ya el lunes el club especulaba con «unas decenas» de entradas para el público. Y su primera intención fue, como anunció a los medios, cedérselas a la Asociación de Peñas para que fuera este organismo el que decidiera el reparto. Sin embargo, se encontró con que los peñistas, comenzando por su presidente, ÁngelZorrilla, rechazaron la propuesta.Descontentos con la cantidad que se les iba a ofrecer, explicó además al club que no tenían la logística para distribuirlas y, llegado el caso, organizar un viaje y que, sobre todo, no debían ser ellos quienes tomaran tal decisión.Eran, además, conscientes de la fuerte polémica que se iba a generar. El caso es que esta vez se ha debido organizar con las 150 entradas disponibles, y aunque todos los responsables, desde el presidente a los mandos intermedios del club, han insistido en que se ha limitado al máximo el reparto, al final el club solo puso a disposición de los aficionados las 42 localidades sorteadas, poniendo siempre como condición para participar en el sorteo que se inscribieran activamente y, por supuesto, que fueran abonados del club.Fue la fórmula más adecuada, que a grandes rasgos satisfizo a todos, pero no el número de entradas sorteadas.

Con unos veinte minutos de retraso se inició el sorteo en la sala de prensa de los Campos de Sport. Con una urna, envuelta por una camiseta del Racing y diez pelotas de tenis de mesa numeradas del 0 al 9. Salón de loterías improvisado. El director de Seguridad del club, Alberto Sánchez, fue el encargado de presentar el acto y tomar nota de los números agraciados; el director de Marketing, Sergio Reigadas, extrajo las bolas, una a una, a través de la manga de la elástica verdiblanca y el responsable de comunicación, Enrique Palacio, anotó los premiados en una pizarra. Niños de San Ildefonso por un día.

Al sorteo, abierto al público, únicamente asistieron dos de los 946 aficionados inscritos. Se quedaron con las ganas. «No ha habido suerte. Otra vez será», decía José Antonio Elexpuru encogiéndose de hombros. «Lo veremos por la tele». Qué remedio. Su idea era contratar el pack completo, con entrada, vuelo y alojamiento, que ofrecía el Racing. Otros, los más previsores que ya tenían todo preparado, podrán quedarse únicamente con las entradas. «Es normal, que no nos hayan dado tantas entradas como habíamos reclamado los seguidores racinguistas porque es un campo pequeño», añade José Antonio. Idoia, su hermana, aprovechó la visita a los Campos de Sport para ver las interioridades del estadio. «Nunca había estado en una sala de prensa», comentó. «Tenía ganas de ir a Mallorca. Es una lástima. Mi hermano tiene un bar. Lo veremos allí y seguro que habrá bastante ambiente», agregó. A ver si al menos pueden celebrar un ascenso, aunque sea desde la distancia.

El sorteo llevó un ratuco. Se eligieron los 21 afortunados y, además, diez reservas. Por si falla alguno de los principales, con los que el club se pondrá en contacto por teléfono a lo largo del día de hoy. En total, 93 bolas extraídas para determinar quién tiene acceso a las escasas entradas para entrar el domingo en Son Malferit. Muchos, como los hermanos Elexpuru, tendrán que verlo por televisión. Y otros cuantos, con el viaje y el hotel pagado, tendrán que esperar noticias a través de la pantalla, fuera del estadio balearico.

Los aficionados debaten sobre el sorteo en La Albericia

Los aficionados que se congregaron ayer en La Albericia para presenciar el que será el último entrenamiento de puertas abiertas del Racing en Santander no estaban nada contentos con el método del sorteo para distribuir las 42 entradas que quedaban para uso de los aficionados. Algunos de ellos habían mandado el correo necesario para entrar en el bombo nada más conocer la noticia de la rifa y cruzaban los dedos con la esperanza de ser uno de los agraciados por el azar y poder estar en Palma de Mallorca el domingo. Otros en cambio habían desistido hasta de enviarlo. Algunos sí tenían previsto, antes de conocer el limitado número de localidades, coger el viaje aún sin tener entrada y después allí tratar de hacerse con una localidad.

Dos miembros de la peña Concanos viajarán desde Madrid porque ya tienen el vuelo reservado y allí verán el partido en algún bar. Un plan que repetirán muchos aficionados que se aventuraron a reservar vuelo y estancia para que después no se les encareciera el desplazamiento, y que ahora se ven abocados a acudir a Mallorca para animar a su equipo, pero sin entrar en el estadio. Muchos de ellos aducían que «el asunto de las entradas ha sido un chasco». A pesar de que sabían que se iba a contar con pocas localidades no pensaban que iba a ser un número tan reducido para la gente que «siempre anima».

«El sorteo nos parece muy mal», comentaban, «porque hay personas que tenían planificado el viaje desde el día que salió el sorteo y se ven en la situación de que van a Mallorca y no tienen asiento. Esa gente esta remontada no, lo siguiente», dijeron. Para varios de los aficionados, que también eran peñistas, «los que tienen que ir allí son los que animan cada domingo al equipo». El método que hubieran preferido para la adjudicación de localidades «es ponerlas en taquillas y a hacer cola».

No faltaban las voces que argüían que les parece «bien» que se dé entradas a las patrocinadores, pero también aducían que «todo se ha hecho muy tarde». Otra de las quejas era el poco margen de tiempo para organizar un viaje en el caso de hacerse con una entrada en la tarde de ayer. «Es tarde y complicado para organizar un viaje por mi cuenta, y el precio del paquete que saca el Racing también es mucho dinero», aseguraban. «Desde el club deberían haber sido más generosos con la afición, que es la que no falla y acompaña al equipo», comentaba un miembro de Ojáncanos.

El director general del Racing, Víctor Alonso, ya se temía que una situación como ésta se podía dar. «Desde el primer momento, cuando se celebró el sorteo del play off, lo primero que se me vino a la cabeza es el escaso aforo del estadio. Entiendo que el potencial de los equipos es similar, nunca se sabe cuál va a ser deportivamente más potente o no, pero se me vinieron a la cabeza todos los problemas logísticos y a nivel humano que íbamos a tener», dijo ayer tras el sorteo. Pero es que esos contratiempos han superado sus expectativas. «Ha sido incluso más de lo que en principio pensaba», reconoció.

«Es una verdadera lástima», lamentó Alonso. «Los 946 inscritos para adquirir estas entradas nos dan una idea de lo que podía haber deparado este enfrentamiento en otro estadio. La cantidad de gente que se podía haber desplazado». Por todo ello, dejó una recomendación para quien la quiera recoger: «Igual hay que plantear en el futuro, a nivel federativo, que determinados partidos en los que se están jugando cosas importantes, tengan unos condicionantes de aforo, porque creo que esta situación no es digna de equipos que están peleando por entrar en el fútbol profesional». El caso es que el tema, a día de hoy, es así, y el Racing tendrá que pelear en Son Malferit acompañado únicamente por una legión de apenas 42 aficionados verdiblancos. Serán pocos, pero muy valientes.