Radiografía de los nuevos adversarios

El Ebro destaca por su bloque y por su definida columna vertebral. Loscos, portero de la cantera del Real Zaragoza, es el meta titular del cuadro maño. Por su parte, en la línea defensiva destaca Espín como líder de la retaguardia. Una zaga en la que a menudo aparece el cántabro y cedido por el Racing Juan Gutiérrez, aunque el de Comillas también ha actuado esta temporada como mediocentro defensivo. En esa medular Nando Quesada pone el músculo. Otros como Carri -máximo goleador del Ebro, con cuatro tantos- o Carlos López, son los encargados de poner el talento en la elaboración. En las bandas busca el desequilibrio con con Higón o José Ramón. Pero la piedra filosofal del cuadro aragonés es el delantero Sebas.

El director deportivo del Laredo, Manu Valle, con trabajo ya adelantado, asegura que los puntos fuertes del conjunto que dirige Manolo Sanlúcar son la defensa, el dominio de la posesión y el desborde. Somete al rival a través de la posesión, aprovechando el buen toque de la inmensa mayoría de sus futbolistas y «no se arruga ante nadie». Además, «explota la velocidad y desequilibrio de sus bandas», explica el responsable pejino, quien ha encontrado el punto débil: «Este equipo estaba hecho con el objetivo de ascender a Primera RFEF, por presupuesto, por eso en muchos encuentros han jugado con la presión de tener que ascender y al final han caído derrotados».

El Ebro a lo largo de la primera fase de la competición ha ganado y empatado los mismos partidos, siete, mientras que ha perdido cuatro. Su principal déficit sale a relucir fuera de su terreno de juego -de hierba artificial-, donde el equipo sólo ha sido capaz de sumar nueve de 27 puntos, repartidos en dos victorias -Haro y Mutilvera-, tres empates y cuatro derrotas.

En el plano goleador, el conjunto aragonés no destaca en exceso por ser un equipo que mande la pelota al fondo de la red contraria con asiduidad, pero sí como un conjunto rocoso en defensa. Por un lado, los hombres de Sanlúcar registran quince tantos a favor, promediando algo menos de una diana por partido -sexto equipo más goleador del subgrupo 2B-. Por otro lado, sólo ha concedido 17 tantos en los 18 partidos disputados, por lo que son el tercer equipo que menos tantos recibió.

En la última jornada de la fase regular, ante el Izarra, el Ebro venció por un gol a dos. Su alineación titular fue la formada por Loscos, Palomares, Manel, Espín, Joserra, Parejo, Carri, Quesada, Sebas, Álvaro y Juan. Un triunfo que dejó a los zaragozanos en cuarta posición del subgrupo 2B, con 28 puntos, aunque no para colarse entre los tres primeros por la victoria también de la Sociedad Deportiva Logroñés.

Un rival de esos que escuece especialmente al racinguismo. Si hace una década el Racing se la jugaba directamente con Osasuna, lleva unos cuantos años en los que coincide a menudo con el filial rojillo. Y el cuadro dirigido Santiago Castillejo cumple con gran parte de los requisitos de un segundo equipo al uso. Con el principal objetivo de la formación de cara al ascenso de futbolistas al primer equipo, ninguno de sus componentes supera los 23 años. Y con esa bisoñez en el carné de identidad, el equipo navarro tiene unas virtudes muy marcadas, como el talento y la velocidad, y otras que le condenan, como la inexperiencia y la falta de oficio.

Lo cierto es que, en esta nueva hornada de futbolistas de Tajonar, apenas hay apariciones con el primer equipo. Endika, con dos partidos en Segunda, y Oroz, con diez minutos escasos en Primera División, son los únicos habituales del filial rojillo que se han estrenado con el primer equipo en choque oficial. El central Herrando es el jugador que más cuenta para el míster osasunista y en la parcela ofensiva, la responsabilidad del gol es, a partes iguales, para Joel y Asier Córdoba. Ambos han anotado cuatro tantos cada uno.

Osasuna B ha seguido una dinámica positiva. Empezó la primera fase de forma dubitativa, pero poco a poco se fue afianzando. Y aunque ha coqueteado con los puestos de promoción de descenso hasta el último momento, finalmente logro instalarse en la zona media para entrar en este subgrupo. Y lo hace con 24 puntos, 21 goles a favor y 22 en contra, con los que ha sumado seis victorias, seis empates y seis derrotas.

El feudo pamplonica es la ciudad deportiva de Tajonar. El terreno de entrenamiento del primer equipo y donde el filial disputa sus encuentros de Liga. Un campo con un césped perfecto y unas buenas dimensiones. Allí, Osasuna B ha sacado 16 de los 24 puntos que suma, mientras que lejos de su casa ha logrado únicamente ocho -dos victorias y dos empates-. En la última jornada, el cuadro rojillo ganó por 2-0 al Ejea. La alineación titular fue: Iñaki Álvarez, Endika, Lizarraga, Ibáñez, Hualde, Santafé, Joel, Diego Moreno, Córdoba, Aimar Oroz y Javi Martínez.

El cuadro aragonés es, a priori, el rival más débil de los tres que se encontrarán Racing y Laredo. Lograron el pase a este segmento en la última jornada, tras ganar con solvencia a la Mutilvera (3-1). Así, finalizó la primera fase en sexta posición, con 24 puntos, fruto de siete victorias, tres empates y ocho derrotas.

La plantilla dirigida por David Navarro tiene una importante mezcla de futbolistas jóvenes con otros mucho más veteranos. Es el caso del lateral zurdo Chus Herrero, con 250 partidos entre Primera y Segunda División. Su máximo goleador es el murciano Casi, con cinco tantos. Una buena cifra en un equipo que apenas ha logrado 16 goles en 18 partidos. En el otro área ha encajado 22.

Su estadio, el Municipal de Tarazona, tiene un terreno de juego de hierba artificial con unas dimensiones más reducidas que, por ejemplo, los Campos de Sport: 100x64. El equipo zaragozano ha clavado los números de Osasuna B y también ha logrado 16 puntos en su casa y ocho fuera.

En su primera temporada en Segunda División B, el cuadro turiasonense ya ha conseguido el hito de lograr una plaza en Segunda RFEF. Así que lo que venga de aquí en adelante, será premio. Se encuentra en una circunstancia similar a la del Laredo. Y el no tener nada que perder es un problema para los contrincantes. Eso, la practicidad y la importancia del juego a balón parado, especialmente en su estadio, son las principales fortalezas del equipo aragonés.

En la última jornada, la que le sirvió para conseguir el objetivo, el Tarazona tumbó a la Mutilvera con una alineación inicial compuesta por Cacharrón, Chus Herrero, Pelón, Lucho, Campins, Dani Santigosa, Abreu, Vidorreta, Leo, Ballarín y Rodri.