La ralentización del contrato televisivo impide al Racing calcular aún su techo salarial

La situación financiera y deportiva verdiblanca es muy diferente a la de su última campaña en Segunda División. No es lo mismo trabajar con un tope de 5,078 millones de euros para destinar a la elaboración de la plantilla (en el mercado de verano, puesto que en invierno se incrementó hasta los 5,8) que hacerlo con una estimación que oscila el doble y que puede rondar los 10,4 o 10,5 millones.

5,078millones fue el límite salarial del Racing en la última temporada en Segunda, 2019-2020.

30,156millones fue el tope salarial del Eibar la pasada campaña. El mayor de la categoría.

3,987millones fue el límite del que dispuso el Girona el último curso, el más bajo de Segunda

El escenario actual en el que el Racing ha regresado al fútbol profesional es distinto al que se encontró hace tres campañas. La diferencia estriba, fundamentalmente, en que ha realizado una venta de un futbolista por una cantidad de cinco millones de euros -con la posibilidad de lograr ingresos añadidos según los partidos que juegue Pablo Torre en el Barça- y no se encuentra hipotecado por sueldos elevados de futbolistas, como ocurrió hace tres años con casos como los de Alexis, Jordi Figueras y Álvaro Cejudo, por poner tres ejemplos.

En consecuencia, con un techo salarial sensiblemente mayor y menos cargas heredadas, el Racing puede aspirar incluso a estar en la zona templada de la clasificación de equipos con más permiso de gasto, algo que le da muchas más posibilidades de permanencia si acierta en la toma de decisiones.

Un límite salarial alto no garantiza un éxito deportivo ni tampoco implica necesariamente que se vaya a llegar al tope, pero transmite tranquilidad a la hora de trabajar mientras el mercado permanece abierto.

Faltan aún más de dos meses para que los clubes, tanto de Primera como de Segunda, conozcan el dato oficial que marca la Liga y que no pueden superar bajo ningún concepto. Una cantidad que condiciona por completo la gestión de la temporada, pero el Racing, al igual que el resto de clubes, no puede esperar hasta entonces, porque llegaría tarde. De ahí que maneje sus propias previsiones, condicionadas, y mucho, por un dato: el de los ingresos televisivos, que puede tardar en llegar.

En la temporada 19-20 el gasto de plantilla estuvo condicionado por las cargas que supusieron las altas fichas de Jordi Figueras, Alexis Ruano, Álvaro Cejudo, David Rodríguez y David Barral, entre otros. Entre ellos se repartieron más de un tercio del disponible para las nóminas de todos los jugadores de la plantilla, con lo que el Racing acudió al mercado muy condicionado. Máxime al tratarse de un recién ascendido con un no ya tan efímero paso por Segunda B. En definitiva, había dejado de ser tan atractivo como acomodo para los jugadores como lo fue en sus primeras temporadas de infierno y equipos con un historial mucho más modesto le arrebataban fichajes cuando ya estaban encarrilados.

Este escenario puede ser muy diferente este verano, porque ni arrastra fichas prohibitivas para su actual economía ni tampoco cuenta con un límite salarial tan inferior. De hecho, puede ser incluso de más del doble.

El club trabaja ahora con las variantes sobre las que puede actuar y que pueden facilitar que esa cifra del límite salarial no difiera de la estimación que se tiene. Por un lado se ha realizado un esfuerzo mayor en la captación de ingresos publicitarios, que pueden suponer un añadido en la cuenta de resultados. Esta partida influye directamente en la fijación del manido tope salarial. A más ingreso, mayor límite. Lo mismo ocurre con el número de socios. Cuanto mayor sea la masa social de un club, LaLiga aumenta su limitación de gastos. La patronal del fútbol elabora un informe en función de estos y otros muchos apartados, entre los que también se encuentra su apego e historia futbolística, y fija los baremos. La otra pata sobre la que se sustenta fundamentalmente la gestión de un club en la LaLiga es la que viene derivada de los ingresos por los derechos televisivos. Esta variable está aún en el aire y, por tanto, aún demora más el cálculo de ese repetido mantra del límite salarial.

Hace algo más de tres semanas LaLiga anunció que comercializará por su cuenta y no de manera exclusiva la retransmisión de los partidos de fútbol de la categoría de plata. El motivo, que no habían llegado ofertas para la emisión de lotes conjuntos en exclusiva para la Segunda División.

Hasta el momento -la pasada campaña, sin ir más lejos- era Movistar quien explotaba la Segunda División en un lote único, pero en esta ocasión ningún operador ha pujado por quedarse con los derechos, por lo que será la propia patronal la que produzca los partidos por sus propios recursos y venda a quien se lo quiera comprar libremente.

La consecuencia directa de esta maniobra es que aún no se ha podido hacer una estimación aproximada de cuánto dinero le corresponderá a cada club al no conocer también de un modo orientativo el montante que se espera obtener con esta estructura de venta. Los ingresos por televisión son fundamentales para establecer el límite salarial. La repercusión, audiencias, masa social y, en definitiva, el volumen de cada club es lo que determina la ratio.

En resumidas cuentas, el límite salarial es la llave maestra para trabajar de una manera o de otra, aunque la venta de Pablo Torre permitirá aumentar las posibilidades de acudir al mercado con garantías. Y el club cuenta ahora además, y a pesar de la marcha de Manu Fajardo, con una estructura deportiva más sólida para buscar sus refuerzos.

En la campaña 2019-2020, el Racing superó a Mirandés y Fuenlabrada en recursos y ambos se salvaron del descenso mientras que los cántabros terminaron desahuciados. Es más, el conjunto santanderino gestionó un tope de 5.078 millones de euros, que se amplió en la ventana invernal por la venta de Yoda. Sus cifras se acercaron al final a las que manejó el Elche, que sin superar tampoco los seis millones de euros terminó ascendiendo a Primera.

Este año el Girona, que empezó con el menor techo de la categoría en septiembre de 2021 (3,9 millones) y lo multiplicó en invierno ha terminado la campaña saltando en el balcón del Ayuntamiento celebrando el regreso a Primera. Cuestión de disponibilidad y de acertar.