Ni rastro de la cantera

Durante sus mandatos, el club tuvo los recursos justos para apoyar la cantera «y fueron saliendo siempre futbolistas; unos años más y otros menos», explica Loza. Pero en cualquier caso, siempre se tuvo claro que la política de cantera, «aunque siempre se echara mano de ella en situaciones de asfixia», como reconoce Santamaría, era prioritaria y la razón de ser de un club de la estructura del Racing. Ahora, no. Los cuatro técnicos apuntan que el pasado año se contrató a una persona -Chuti Molina- y se le encomendó un único objetivo: ascender. Lo hizo a su manera -algo que reconocen como lícito- y ahora esa misma persona tiene el objetivo de mantener la categoría, «y también lo está haciendo a su manera». Ahora bien, los cuatro reconocen que «esa forma de proceder cierra las puertas a los chavales». Sin excepción repiten la misma frase: «No es normal que el primer equipo tenga 24 fichas profesionales». Es evidente, las matemáticas no son una opinión. Si no hay sitio para subir a los canteranos es imposible que lo hagan.

Los que fueron responsables del fútbol base critican esa tendencia a fichar cada temporada a quince jugadores, a reforzarse en invierno el equipo con otros ocho y que por el camino se cierre el paso a los de casa. Ninguno pide oportunidades para quien no las merezca, pero aseguran que actualmente -como en otra épocas- hay suficiente talento en La Albericia para que varios futbolistas hubiesen tenido ya oportunidades en el primer equipo.

Esta tendencia preocupa. Como también intranquilizan los pocos recursos que le dan a ese fútbol base que siempre ha sido «la verdadera esencia y sustento de la entidad». Loza señala que «no sólo materiales sino también recursos humanos; técnicos que viajen, que vean partidos, que sigan a los chavales... En Cantabria hay talento, pero hay que buscarle y luego que le dejen paso».

Todos ven con tristeza el tratamiento de la cantera que el club protagoniza actualmente. Sin excepción lo lamentan, pero algunos como Santi señalan algo que realmente lo explica todo: «No han engañado a nadie. El primer día Chuti Molina ya dijo que el objetivo era ascender y que el filial era secundario. Con eso lo dice todo. Y en la última rueda de prensa lo arregló un poco...», explica con cierto tono de ironía, puesto que el mandatario manchego poco más o menos que tiro a los leones al Rayo Cantabria y al resto del fútbol base.

Los postulados de los cuatro coinciden en que las directrices de un buen funcionamiento han de estar instauradas desde arriba, desde la propiedad y eso ahora mismo no ocurre. Las urgencias, la prisas... «Están provocando que se pierda mucho tiempo y muchas oportunidades», concluyen.

Ezequiel Loza no tiene pelos en la lengua. «A la cantera la están esquilmando». Y habla bien claro: «El primer equipo no termina de ser la referencia y los chavales no lo ven como una salida. Los canteranos se están cansando y empiezan a pensar en otras cosas». Loza insiste en que «hay capacidad de sobra en Cantabria para que los chavales puedan apoyar y tener sus oportunidades, pero las urgencias están provocando que los cada vez tengan menos puertas y menos posibilidades de subir». Para ilustrar sus comentarios utiliza la misma frase que Santi: «No es normal que la plantilla del primer equipo tenga 24 fichas profesionales. No hay hueco para nadie».

Loza señala varios detalles. Hay que tener cercanía con la gente, con los chavales para que se involucren. Lo de jugar en Villaescusa, lo de que la gente no vea los entrenamientos... No lo entiendo». El antiguo responsable de la cantera admite que «la política de cantera debe estar bien definida desde más arriba, porque los entrenadores o los directores deportivos se van y el club queda. Todo empieza con dotarle de recursos; cuando yo estuve teníamos pocos, y lo entiendo, pero si se quiere crecer hay que darle recursos humanos, materiales y ahora no se está haciendo».

El técnico lo tiene claro: «Hay que darle mucha más importancia a La Albericia y luego que los jugadores se lo ganen. Pero que vean referencias y referentes y ahora no lo ven. Se sienten cansados y resignados porque ven lo que pasa. Eso es preocupante porque el club se estanca y no progresa. Los últimos años es lo que ha pasado».

A Santi Gutiérrez Calle le entristece ver lo que está ocurriendo con la cantera.Es la voz de la experiencia y sus más de dos décadas al frente del fútbol base racinguista, le avalan. «Cuando Chuti llegó aquí, en la primera rueda de prensa lo dejó claro. Dijo que el objetivo era ascender y que el filial era secundario.El otro día en la última comparecencia lo arregló un poco...», ironiza. Santi reconoce que actualmente, Justo Sisniega y Álex Barrena, los responsables de la cantera«trabajan bien».«Me consta, pero no les dejan hacer mucho.Ellos no toman las decisiones. Hay cosas más urgentes para el club, y los resultados lo evidencian». Para el veterano técnico «la inmediatez ahoga a la entidad y a los que la dirigen» . «Los dueños quieren resultados, es lógico, y lo que hoy sirve mañana ya puede que no».

Para Santi, «la política de cantera debía estar bien definida y no es así». Lo resume con una frase: «Que el primer equipo tenga 24 fichas de futbolistas profesionales es un lujo que no puede permitirse este club. Le cierra por completo las puertas a los chavales».Admite que «la propiedad quiere resultados, pero con quince fichajes en verano y con otros cinco o seis refuerzos en invierno es imposible crecer».

No duda que haya «jugadores perfectamente capacitados para tener oportunidades en el primer equipo», pero los técnicos «no deben estimarlo así».El técnico respeta a la propiedad, «porque no ha engañado a nadie: otra cosa es que me parezca una atrocidad. Si no hay unos referentes, gente de la casa en el primer equipo, ¿a quién van a querer imitar los chavales que quieren jugar en el Racing?».

Isaac Gutiérrez fue el responsable de la cantera en una época bulliciosa «en la que debutaron en Primera más de veinte chavales de la cantera». El comillano es discreto y no entra de lleno en las causas de lo que ocurre actualmente, pero admite «que es muy raro que no jueguen apenas canteranos». «no te sientes cómodo con lo que ves porque el Racing históricamente ha sido un equipo en el que han salido muchos jugadores de casa y ahora no pasa, pero no sé las causas». No duda, al igual que sus colegas, en afirmar que «hay futbolistas de sobra capacitados para tener oportunidades y dar el salto y me sorprende que no ocurra». «Otra cosa más –añade– es que el entrenador confíe en ellos». «A mí un entrenador de Primera me dijo que en el Racing se hacía un buen trabajo de cantera y yo le dije que al final ese trabajo se ve si el entrenador se atreve a poner a los chavales», explica el exmandatario. Gutiérrez coincidió con técnicos como Marcelino, Portugal, Muñiz... Algunos de ellos 'echaron al prao' a futbolistas que luego se consolidaron.«Siempre ha habido un flujo enorme. Si un club apuesta por la cantera, el reflejo ha de verse en el primer equipo y eso lleva tiempo sin pasar en el Racing. Insisto en que me sorprende».

Entiende que «los resultados mandan y no sería normal que hubiera once canteranos, eso tampoco, pero resulta realmente raro que no haya casi ninguno y que no se eche mano de ella», señala. «A mí me consta que en el Racing se ha trabajado bien siempre y estoy convencido de que hay materia prima, pero también he de reconocer que no veo el resultado y me entristece».

Julio Santamaría llegó tras la 'era okupa' y sabe de lo que habla:«La cantera en este club siempre ha estado para momentos de asfixia. No es la del Athletic, eso hay que tenerlo claro». Ahora bien, el exresponsable afea que «los que mandan piensen en el presente y no en el futuro, porque saben que si no consiguen los resultados se van a la calle». Esto, que es un hecho, Santamaría lo califica de un «atropello. No hay más que ver que no hay fichas en el primer equipo, no hay sitio para los chavales, ¿cómo van a tirar la puerta?». Ilustra con ejemplos la situación: «En los años de Primera había 20 o 21 fichas y el resto eran chavales que subían. Así subieron Marcano, Álvaro, Canales... Poner a Canales no tenía mérito, pero si Marcelino no hubiera dado la oportunidad a Álvaro González no hubiese jugado en el Villarreal, Olympique...».

Santamaría, lo mismo da su opinión sobre lo que considera «un error constante en el club, en los últimos años motivado por la urgencia de resultados», como también comprende a José Luis Oltra: «Él llega, sabe que tiene que ganar, no conoce a la cantera, no tiene tiempo. Yconfía en los experimentados ¿Es un error? Son las prisas». Eso sí, sabe que estas decisiones «desmoralizan a los chavales, se desconectan. Hoy en día Juan –central del filial– es la mitad de lo que es Juan, porque se siente fuera». «Es obvio –añade– que la política tiene que venir de arriba, de la propiedad, y de una persona que tome la decisión de apostar por la cantera y lo asuma si sale mal y eso ahora no pasa y los chavales no lo ven claro y se desmoralizan».

Ezequiel Loza no tiene pelos en la lengua.«A la cantera la están esquilmando». Y habla bien claro:«El primer equipo no termina de ser la referencia y los chavales no lo ven como una salida. Los canteranos se están cansando y empiezan a pensar en otras cosas». Loza insiste en que «hay capacidad de sobra en Cantabria para que los chavales puedan apoyar y tener sus oportunidades, pero las urgencias están provocando que los cada vez tengan menos puertas y menos posibilidades de subir». Para ilustrar sus comentarios utiliza la misma frase que Santi: «No es normal que la plantilla del primer equipo tenga 24 fichas profesionales. No hay hueco para nadie».

Loza señala varios detalles.Hay que tener cercanía con la gente, con los chavales para que se involucren. Lo de jugar en Villaescusa, lo de que la gente no vea los entrenamientos... No lo entiendo». El antiguo responsable de la cantera admite que «la política de cantera debe estar bien definida desde más arriba, porque los entrenadores o los directores deportivos se van y el club queda. Todo empieza con dotarle de recursos; cuando yo estuve teníamos pocos, y lo entiendo, pero si se quiere crecer hay que darle recursos humanos, materiales y ahora no se está haciendo».

El técnico lo tiene claro: «Hay que darle mucha más importancia a La Albericia y luego que los jugadores se lo ganen. Pero que vean referencias y referentes y ahora no lo ven. Se sienten cansados y resignados porque ven lo que pasa. Eso es preocupante porque el club se estanca y no progresa. Los últimos años es lo que ha pasado».