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Se quitó la camiseta mientras aceleraba emocionado la carrera. Aquella temporada el equipaje del Racing lucía en verde la palabra 'Cantabria' y debajo aparecía la imagen del bisonte de Altamira como símbolo representativo de la región. Pero esta vez José Moratón se despojó de aquel ... símbolo para descubrir otro más especial para él, escrito en su camiseta interior, casi camiseta íntima, que dejó de serlo mientras abría los brazos para mostrársela a todo el estadio. Una estela de Lombera se inflaba en su pecho con un 'Kantabria' reivindicativo y una dedicatoria de amor verdadero: 'Para ti, abuela'. Así recorrió la frontal de la portería del Atlético de Madrid y parte de la banda que se dirigía al banquillo racinguista, arrastrando a Bodipo, que le había enganchado para abrazarle, y perseguido por Juanma y por Nafti, hasta que prolongando su grito de ¡goool! se sumergió en el océano de exclamaciones y del clamor de todos sus compañeros y de los 22.000 espectadores que aquel día llenaron El Sardinero.
En el enigmático año de la odisea del espacio de Stanley Kubrick, el Racing se desenchufó de la computadora que le había mantenido en Primera desde 1993. Fueron ocho temporadas consecutivas en la máxima categoría hasta que el club cayó al precipicio. Sus manos no pudieron asirse a la reclamación de los pasaportes falsos de dos jugadores de Las Palmas y descendió a Segunda. El descenso supuso la marcha de importantes futbolistas del equipo como Mellberg, Tais, Colsa, Billabona, Amavisca, Manjarín, Espina… Y entre las incorporaciones para intentar recuperar la categoría destacaban hombres como Rodolfo Bodipo, el argentino Diego Mateo y el madrileño Javi Guerrero.
En la temporada 2001-02 había tres plazas para recuperar la Primera División, y ese era el objetivo de los racinguistas que estaban dirigidos por Gustavo Benítez. Pero cuando se habían jugado siete jornadas, el Racing era el decimoctavo de la clasificación, a un punto de los cuatro puestos que fijaban el descenso automático a Segunda B. Por eso el consejo de administración recurrió a Quique Setién, el exjugador que había tenido una triste salida del equipo en 1996, que regresaba a su club como director técnico y asumiendo también el puesto de entrenador con Nando Yosu como segundo. Quique, que había recibido en el campo hacía unas semanas la distinción de mejor jugador del Racing del siglo XX en una votación que había realizado la COPE, tuvo un amargo debut como técnico, porque perdió en Galicia contra el Racing Club Ferrol (2-0), hundiendo al equipo en posiciones de descenso. Pero dos meses después, el equipo se asomaba por primera vez a la ventanilla del ascenso. Hubo una excelente racha de buenos resultados con una excepción, cuando ocupaba la tercera plaza y recibió al Recreativo de Huelva, situado en la cuarta posición. Todos confiaban en la victoria racinguista, pero los onubenses se impusieron batiendo cinco veces a Lemmens (1-5). La derrota contundente, lejos de desmoralizar al equipo, contribuyó a mejorar su concentración y se llegó a la penúltima jornada en la segunda plaza, aunque muy seguido por dos equipos que podían arrebatar el ascenso a los cántabros: el Recreativo de Huelva de Lucas Alcaraz y el Xerez C. D., que se enfrentaban entre sí el mismo día.
En la jornada decisiva del 19 de mayo de 2002, el rival era el líder y ya matemáticamente equipo de Primera, el Atlético de Madrid que dirigía Luis Aragonés. Quique alineó aquel día a Lemmens, César, Moratón, Juanma, Sietes, Nafti, Diego Mateo (Pineda), Pablo Sierra, Txiki (Ismael), Javi Guerrero (Julio Álvarez) y Bodipo.
El Racing hizo un buen partido, con presión e intensidad en el centro del campo, con llegada por ambas bandas y movilidad en la delantera, aunque no se culminaban los ataques. Por su parte, el Atlético realizaba contraataques muy peligrosos. El público, mentalizado con el empate a cero, estaba muy pendiente del resultado del Recreativo y el Xerez. Cuando se anunció por la radio que el Recre iba a lanzar un penalti, el Racing lanzaba un córner sobre la portería atlética. A varios metros del segundo palo, Juanma saltó en lucha con un defensor y su remate de cabeza se marchó hacia el poste contrario, de tal manera que el balón llegó a Moratón, que junto a Bodipo y Javi Guerrero se encontraban en el área pequeña. El defensa, que recibió el balón a la altura del pecho, se anticipó a los defensores saltando y elevando el pie derecho con el que remataría a la red. Fue cuando Moratón se quitó la camiseta e inició su carrera triunfante para anunciar el último ascenso del Racing a Primera División.
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