Los diez goles del 96

Aquel partido contra el Albacete era de Primera División. El Racing ya sabía muy bien lo que era un duelo de diez goles, e incluso más, en esta categoría. El de 1996 era el séptimo, y por ahora el último. El primero de ellos lo jugó en 1931 y fue la única victoria al derrotar en San Sebastián a la Real por 4-7, con Óscar (tres), Loredo (dos) e Ibarra (dos) como autores de los goles. En 1932 fue el Valencia el que derrotaría a los cántabros por el resultado de 6-4, con Loredo, Telete, Larrínaga y Cisco como goleadores racinguistas. También hubo derrotas en las goleadas de 1932 contra el Alavés (8-2) y en la de 1933 contra el Athletic (9-5), con Larrínaga (3), Loredo y Yayo como salvadores del honor del conjunto santanderino en el partido que sigue siendo el de más goles en Primera de toda la historia.

Tras la guerra, y en pleno declive deportivo, el Sevilla se encargaría en 1939 de endosar al Racing un 8-2 en la capital andaluza, resultado con el que los sevillanos se vengaban del equipo cántabro, que era el verdugo que les había privado de formar parte de los fundadores de la Primera División. Aquella derrota contribuiría al primer descenso del Racing. Cuando se recuperó la categoría en 1950, vendría el sexto partido con diez o más goles. Fue el Atlético de Madrid quien derrotaría a los racinguistas por 9-1.

Cuando la fortaleza de las defensas parecía haberse impuesto en los campos de fútbol, provocando graves preocupaciones por el espectáculo ante tanto cero a cero, vendría el Albacete a Santander. El entrenador verdiblanco era Vicente Miera y había mucha tensión en el club ante la marginación que a la que el técnico estaba sometiendo a Quique Setién. En el campo se exhibieron pancartas en contra de Miera y del presidente, Pancho Mora. La alineación racinguista estuvo compuesta por Ceballos, Iñaqui, Roncal (Faizulin), Zigmantovich (Tomás), Luis Fernández, Herrera, Txema, Billabona, Popov y Alberto. El primer gol llegó instantes después del primer minuto de juego, cuando Alberto se internó en el área, cruzó el balón y Billabona remató a la red (1-0). Pero a los 9 minutos los manchegos empataron con el lanzamiento de penalti de Bjeliça (1-1), y en un contrataque el mismo jugador puso por delante a su equipo en el marcador (1-2). Miera quitó a Roncal y sacó a Faizulin a los 23 minutos de la primera parte, un cambio que dio buen resultado porque el jugador ruso fue el autor del empate (2-2) tras una buena jugada de Alberto. Con empate se llegó al descanso. En la reanudación el Albacete volvió a adelantarse con un remate de cabeza de Josico (2-3) y luego de Coco (2-4). El equipo parecía despistado en momentos claves del juego y las gradas reclamaban al organizador nato del equipo con cánticos de '¡Quique, Quique, Quique!'. Pero el Flaco no estaba ni convocado. Sin embargo, los cántabros reaccionaron. En el 72, Popov remató de cabeza a pase de Iñaqui (3-4) y tres minutos después Alberto anotaría el empate (4-4). El mismo jugador completaría la remontada en el minuto 80 (5-4). Cuando todo parecía que el partido acabaría con la victoria local, el Albacete anotaría su quinto tanto a tres minutos del final por medio de Luna (5-5).

En el repaso de todos los partidos oficiales que ha disputado el conjunto cántabro las primeras grandes goleadas se dieron en los antiguos campeonatos regionales de Cantabria, donde el Racing no tenía rival. En los años veinte y treinta del pasado siglo he podido localizar hasta nueve partidos con diez o más goles, siempre con victoria del Racing. De esas nueve goleadas tres se dieron ante el Unión Club de Astillero (9-2), (1-10) y (8-2) y dos frente a la Unión Montañesa de Santander (9-2) y (10-0). También fueron víctimas de la puntería racinguista el Racing de Reinosa (1-9), el Deportivo Tetuán (13-1) y el San Juan (12-0).

En Segunda División las goleadas de diez o más goles fueron la victoria ante el Hércules en 1948 (6-5), frente al Osasuna en 1950 (6-4) y contra el Basconia en 1960 (8-2), siempre en los Campos de Sport. En Tercera División, también en los Campos de Sport, las victorias racinguistas se dieron en 1944 ante el Langreano (11-2) y frente al Santoña en 1948 (8-2), mientras que se derrotó en Gijón al Oriamendi en 1943 (3-7).

En 1952, durante la fase de permanencia en Primera, los racinguistas también derrotaron al Ferrol en los dos partidos disputados contra los gallegos: (3-7) y (10-0).