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Su destino parecía estar marcado cuando debutó con el Racing. Fue en el primer partido del Campeonato Regional de la temporada 1939-40, la primera competición oficial después de la guerra del 36. Aquel chaval anotó en su debut uno de los goles que se ... marcaron al Tolosa Sport. Semanas después, el 10 de diciembre de 1939, debutaría en Primera División en el partido contra el Real Madrid en los Campos de Sport, donde los cántabros ganaron con un resultado de 2-1. Fueron los inicios de uno de los más importantes goleadores del Racing: José Saras Zubizarreta, que fue en tres ocasiones máximo goleador verdiblanco cuando el equipo fue el mayor goleador de la categoría.
Nacido en Bilbao en 1920, pero criado futbolísticamente en Santander desde los 9 años, Saras jugó en las calles y en el colegio antes de tener como primer equipo al Iberia de Santander, para luego formar parte del Ramón Pelayo, donde coincidió con otros jóvenes que serían jugadores del Racing, como Cilio, Milucho II (Emeterio Alonso) o los hermanos Izquierdo (Enrique y Francisco). Luego se incorporó a la órbita del Racing por medio del Unión Juventud, donde jugó hasta que estalló la guerra, pasando después al Racing.
Con buena talla, destacadas condiciones físicas, hábil regate y excelente remate de cabeza y con ambos pies, especialmente la izquierda, Saras fue el primer goleador del Racing en Segunda División, tras el primer descenso en 1940. Fue durante el partido donde perdió su denominación original pasándose a llamar, por imperativo legal, Real Santander. El partido se disputó el 29 de septiembre de 1940 contra el Arenas y Saras anotaría los dos goles de la victoria de los cántabros.
En esta temporada (1940-41), durante el encuentro contra la Real Sociedad en los Campos de Sport, Saras sufrió la fractura de la tibia en una disputa de balón con el defensa Pérez. A pesar de la lesión que se produjo cuando aún no había terminado la primera vuelta, Saras se mantuvo como máximo goleador del equipo con 10 goles. Se recuperaría en la temporada siguiente anotando cinco goles al Club Langreano en un partido de clasificación para la permanencia de la categoría y la Copa del Generalísimo que se disputó el 1 de marzo de 1942.
En la temporada 1942-43 Saras lograría anotar veinte goles que no servirían para que el Racing se mantuviera en Segunda División, hundiéndose por primera vez en su historia en Tercera. En esta categoría (1943-44), el Racing se impuso con mucha autoridad a sus rivales. Consiguió ser campeón de grupo, siendo, con diferencia, el más goleador de todos los grupos de la categoría con 71 goles (casi cuatro tantos por partido). El segundo equipo más anotador fue el Elche, que fue campeón del grupo séptimo, con 59 tantos.
El Racing también establecería el récord particular, aún no superado, de marcar el mayor número de goles en un partido del campeonato de Liga. Fue el 30 de enero de 1944, ante el Langreano, que encajó once goles, de los cuales cuatro serían obra de Saras, que en esta primera fase marcaría nada menos que 26 tantos, con los que se convirtió en el máximo anotador de toda la Tercera División.
Ser el máximo goleador del equipo más goleador se repetiría con más mérito en la temporada 1944-45, cuando el equipo dirigido por Gabriel Andonegui, en Segunda División, anotó 69 goles, de los cuales 17 fueron de Saras. Lo mismo ocurriría en la de 1945-46, también en Segunda. Aunque el Racing acabó el campeonato en un discreto noveno puesto, nuevamente fue la delantera más goleadora de la categoría con 56 tantos, con 18 goles de Saras.
A partir de 1945 el Racing incorporaría a la plantilla a Salvador Frechoso Aja, más conocido por Moro, nacido en Orejo y procedente del Deportivo Tanagra. Este jugador mantuvo una sana rivalidad goleadora con Saras, alentada por los debates de la afición, que se dividió en partidarios de uno y otro. Saras había sido el máximo goleador del equipo de forma ininterrumpida desde 1941 hasta 1946, pero en el resto de las temporadas fue superado por Moro.
Su última etapa como futbolista la vivió en Baracaldo, donde se retiró en 1950. Murió en Santander en 1995, dejando la estela de ser el delantero más eficaz del Racing en los años cuarenta. Marcó 151 goles en los 207 partidos que jugó en el Racing entre 1939 y 1949. Sigue siendo el máximo goleador de la historia del club en Segunda División, con 84 tantos. Un buen ejemplo para que los delanteros de José Alberto tomen nota.
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