Goleadores contra maleficios

Acaso el Racing no haya sabido sobreponerse a tanto viento africano ni tierra volcánica desde que obtuviera la apurada victoria (1-2) de hace ya medio siglo, cuando ambos equipos estaban en Primera División. Fue el 28 de septiembre de 1974, cuando los racinguistas formaron con Santamaría, Espíldora, Camus, Portu, Alcorta, Chinchón, Ufarte (Bravo), Sebas (Santi), Aitor Aguirre, Díaz y Zuviría. Fiel al estilo de Maguregui, el equipo se plantó en el campo con solidez defensiva para contener las constantes llegadas locales, hasta que a los 38 minutos del primer tiempo Zuviría aprovechó una entrega defectuosa de la zaga tinerfeña, penetró en el área con el balón y, tras salvar la entrada del meta Báez, abrió el marcador. Con el gol del argentino se llegó al descanso. La segunda parte se inició con un Tenerife insistiendo en sus avances y a los 10 minutos Lolo empataría a la salida de un saque de esquina. Entonces el conjunto cántabro se concentró más en conservar el empate que en arriesgarse por el triunfo, pero la entrada de Óscar Evangelista Bravo, otro argentino que se había incorporado al Racing desde el Real Oviedo, sería providencial para el triunfo al rematar el segundo gol de su equipo.

Para ganar hoy en Tenerife, nada mejor que convocar a todos los goleadores que supieron marcar al club anfitrión. Son en total 32 jugadores del Racing que se repartieron 46 goles (aunque uno lo fue en propia puerta) que el conjunto cántabro ha marcado al Tenerife en toda la historia liguera, tanto en Primera como en Segunda División, en la que han coincidido 18 temporadas, comenzando por el primero, Francisco Sampedro, que anotó dos en el primer partido que enfrentó a cántabros y canarios el 5 de noviembre de 1961; hasta el último, obra de Andrés Martín el pasado 10 de marzo, cuando en El Sardinero se derrotó 4-2 al conjunto canario.

Como presagio de algún tipo de brujería, tenemos que apuntar que el primer gol de la historia al Tenerife vino precedido momentos antes por un gol fantasma de Fretes, un gol que dispara el balón al larguero, bota dentro de la portería y sale disparado, arrepentido e invisible para el árbitro. Más visibles fueron los dos anotados por Sampedro en aquel partido de Primera División. El primero rematando un centro de Parodi, y el segundo tras un fuerte disparo de Odriozola que el portero Cuco no pudo retener, y que el mismo Sampedro recogió deshaciéndose de la presencia del guardameta con un habilidoso quiebro.

Entre los 32 goleadores al Tenerife destaca Francisco Docal, que ha sido el racinguista que más goles ha marcado a los chicharreros con tres dianas. Docal fue el autor de dos tantos el 20 de noviembre de 1966, en la victoria por 4-2 a la que también contribuyeron los goles de Raba y de Antonio Gento, más el valiosísimo del 6 de mayo de 1973, también en los Campos de Sport, que supuso el ascenso matemático a Primera División del Racing de los Bigotes al imponerse 2-1 a sus rivales, con el otro gol anotado por Aitor Aguirre.

Nadie ha podido igualar a Docal en la cantidad de disgustos ocasionados a los tinerfeños, pero hay varios jugadores que se han acercado con dos goles. Además de Sampedro, apuntamos los nombres y los años en los que marcaron: Tasio (1972), Barba (1972), Aitor Aguirre (1973 y 1975), Zuviría (1974 y 1975), Quique Setién (1994 y 1995), Fayzulin (1996 y 1997), Alberto (1997 y 1998), Bestchasnykh (1997), Xisco (2010) y Enzo Lombardo (2019). El resto, con un gol, se suma a una lista más concurrida: Raba (1966), Antonio Gento (1966), Platas (1972), Sebas (1972), Bravo (1974), Manolo Roncal (1988), Benito (1989), Mutiu (1995), Porfirio (1997), Correa (1998), Amavisca (1999), Salva (1999), Colsa (2010), Yoda (2019), Jon Ander (2020), Íñigo Vicente (2023), Morante (2024), Sangalli (2024), Manu Hernando (2024) y Andrés Martín (2024).

Todos ellos, con la presencia más activa de Íñigo Vicente, Sangalli, Manu Hernando y Andrés Martín, empujarán hoy para que el Racing aproveche la oportunidad para continuar rompiendo maleficios de papardas, sufringuismos y campos malditos.