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Los nuevos ídolos deportivos eclipsan a los más antiguos. Es la ley de vida. Pero yo sigo sin resignarme a que haya ciertos nombres que ... se vuelvan ajenos y desconocidos con el paso del tiempo porque, como ocurre con las estrellas que brillan en el firmamento, su luz sigue manteniendo su brillo incluso después de su extinción. Solo hay que saber mirar.
Que nadie se equivoque. Manuel Toledano Chinchón (Huelva, 1944) sigue alumbrando la llama del racinguismo desde su ciudad natal. Ya ha recibido varios homenajes en Cantabria. Uno de ellos fue con sus compañeros del cincuentenario del ascenso del 73. Todavía le recuerdo dando el saque de honor en mayo de 2023, con la ayuda de Aitor Aguirre y acompañado de Portu, Díaz y Pedro Alba en el partido que el Racing disputó contra el Cartagena y que sirvió para homenajear al equipo de los bigotes, del que era capitán, y que logró el ascenso a Primera. Aquel día, Manolo y sus compañeros recibieron una cariñosa ovación de las gradas, como en el partido homenaje que se le dedicó el 21 de agosto de 1978 en los Campos de Sport, antes de iniciar la que sería su última temporada. Chinchón había jugado en el Recreativo de Huelva siendo juvenil en 1962 y debutó en 1966 con el primer equipo andaluz en Segunda División. Luego fichó con el Racing y debutó el 25 de febrero de 1968 en Madrid, en partido contra el Rayo Vallecano, conquistando a los aficionados montañeses por su derroche en el terreno de juego. En aquel partido de su homenaje jugaron el Racing y el Recreativo de Huelva, los dos equipos que sigue guardando en su corazón. Por el Racing intervinieron en la primera parte Damas, Geñupi, Madariaga, Chinchón, Lolo, Stefan, Barrero, Vall-Llovera, Alarcón, Víctor y Jiménez, y en la segunda lo hicieron Monchi (Alba), Paco, Sañudo, Junco, Preciado, Díaz (Quique), Juan Carlos, Mantilla, Marcos, Piru y Varela.
Chinchón estaba a punto de cumplir 34 años y el partido contra el Recreativo fue un cúmulo de emociones para el bravo defensa central. Terminó con empate a un gol que por el Racing anotó Alarcón en un ataque bien hilado por Jiménez y Víctor. Pero el resultado y el juego fueron menos importantes que el protocolo del reconocimiento. Antes del comienzo del partido, el presidente del Racing, José Manuel López-Alonso, impuso a Chinchón la insignia de oro y brillantes del club. Por su parte, las peñas racinguistas, que habían colaborado activamente en la organización del encuentro, también quisieron entregar sus distinciones. El presidente de la Peña Machichaco, Antonio García Palazuelos, le entregó una placa conmemorativa, mientras que la madre y la esposa del jugador recibieron sendos ramos de flores. Su hijo David fue el encargado de hacer el saque de honor. En el descanso los jugadores de ambos equipos lo pasearon a hombros por el campo. Fue entonces cuando sonó el trueno de aplausos de los Campos de Sport para rendirse ante este gran jugador que iba a cumplir su duodécima temporada con el equipo santanderino como uno de los defensas más queridos en Santander. Varios de sus compañeros, como Quique Setién, Pedro Alba, Piru o Tuto Sañudo recuerdan su admiración por su compromiso, ya que para saltar al campo soportaba el dolor de su maltrecha rodilla abrigada de mejunjes y vendas.
Desde El Diario Montañés también se le brindó un homenaje con las palabras que adornaron la crónica de Juan Antonio Sandoval y que escribió 'Rual' dirigiéndose a su persona. Entre otras cosas decía: «No solo fuiste ese jugador temperamental y voluntarioso del que tanto se ha hablado, sino además has poseído unas virtudes que rara vez van aunadas en un futbolista. Porque el jugador ardoroso, resolutivo, osado y valiente difícilmente se comporta con equilibrio y templanza. Tú has sido antes que nada un jugador sereno, de los que aportan al equipo confianza y ánimo, en una palabra, valor para afrontar sin aspavientos y con entereza los lances realmente decisivos de cada encuentro». Qué buenos consejos (añado yo) para aplicar en el partido de mañana sábado frente al Huesca.
Además, Manolo Chinchón tenía otras cualidades. 'Rual' nos lo decía en su texto: «No solo no te asustaba ver salir por los chiqueros nueves con un metro más que tú, sino que les birlabas casi todos los balones altos y aún más…/… que aparte de disputar balones difíciles y forzados jamás dejaste de intentar construir, sin destruir más que lo no gobernable, lo que traía peligro inminente, en cuyo caso te volvías feroz, intratable, increíblemente agilizado, fortalecido, agigantado…/… Dejaste bien patente una y mil veces que la fortaleza del ánimo y la energía tienen poco que ver con la estatura física».
Chinchón se mantuvo en el club doce temporadas, colgando las botas como profesional en 1979 vistiendo la camiseta del Racing. Con 300, es el futbolista no cántabro que más partidos oficiales ha jugado en el equipo verdiblanco y sigue siendo un símbolo de grandeza y superación cuya luz no merece ser ni ajena ni desconocida para los racinguistas.
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