Secciones
Servicios
Destacamos
Los reyes del fútbol también abdican. Tenía 33 años y estaba agotando sus últimas horas como futbolista profesional. Desde la niñez de los Salesianos, la playa y el modesto equipo del Apostolado del Mar, Juan Carlos Pérez López (Santander, 1945-2012) se había integrado en ... la familia del Racing, con una breve parada como cedido en la Gimnástica de Torrelavega, para dar el salto al Barcelona en 1968. Y después de sus éxitos en el club catalán capitaneando al equipo de Johan Cruyff, y tras haber sido internacional en 1975, decidió volver a su casa para jugar donde había crecido como futbolista.
Regresó y contribuyó a mantener al Racing en Primera en las dos campañas anteriores, y en esta tercera, la de 1977-78, tampoco iba a fallar, aunque en esta ocasión las cosas se habían puesto demasiado difíciles.
El Racing, dirigido en el banquillo por Nando Yosu, estaba de capa caída, y tras empatar contra el Sevilla en los Campos de Sport, se encontraba en posiciones de descenso. Faltaban cuatro jornadas para que acabara la Liga, con dos partidos en casa contra el que sería campeón, el Real Madrid, y el Sporting, que se mantenía aspirando a jugar competiciones europeas peleándose por la segunda plaza. En los otros dos encuentros pendientes fuera de El Sardinero el Racing se enfrentaría al Español y al Burgos. Ambos choques tenían una triste previsión, consecuencia de que los cántabros no habían ganado en ninguno de sus desplazamientos. Pero ya se sabe cómo es el fútbol de imprevisible. En Sarriá el Racing consiguió la única victoria en campo ajeno de toda la temporada (0-1).
Al domingo siguiente, los Campos de Sport recibían al Real Madrid, que ya se había proclamado matemáticamente campeón. Era un partido decisivo, ya que una derrota o un empate significaban arruinar las esperanzas de los racinguistas. El partido transcurrió con superioridad de los visitantes, pero con mala puntería. El Racing creó jugadas de interés en algunos minutos de la primera parte, pero en la segunda, el Madrid fue dueño del balón. Cuando todo parecía que el empate a cero iba a ser el resultado final, Giménez recibió un centro de Geñupi y empalmó un potente disparo que batió al guardameta Miguel Ángel. En la crónica que para El Diario Montañés escribió Juan Antonio Sandoval, destacaba a Juan Carlos como el mejor y añadía: «En su última temporada como futbolista en activo, el montañés está dando todo un curso de pundonor y bien hacer. Ante el Madrid, se vació totalmente, canalizando con acierto las acciones ofensivas de su equipo, manteniendo el mismo ritmo a lo largo de todo el encuentro. Un excelente partido que viene a sumarse a los muchos buenos que viene realizando».
El Racing había conseguido dos victorias consecutivas, algo inédito en el campeonato. En Burgos el equipo estuvo apoyado por miles de cántabros y los de Yosu consiguieron un valioso empate (0-0) que dejaba la incógnita para resolverse en la última jornada. Con el Cádiz y Elche ya descendidos, cinco equipos luchaban para apartarse del decimosexto puesto que también castigaba con el descenso: Burgos (30 puntos), Español (30 puntos), Racing (29 puntos), Hércules (29 puntos) y Betis (28 puntos).
El último rival fue el Sporting. Los Campos de Sport registraron una gran entrada. Damas, Díaz, Arteche, Chinchón, Lolo, Geñupi, Juan Carlos, Rojo, Marcos, Quique Setién y Giménez, recibieron una gran ovación al saltar al terreno de juego que les invitó a ubicarse en el círculo central para devolver el saludo. El comienzo del encuentro se caracterizó por una gran presión racinguista, con jugadas precipitadas, excepto la elaborada en el minuto 7 entre Lolo, Giménez, Quique, nuevamente Giménez y Juan Carlos que, viniendo desde atrás, batiría al meta Jesús Castro, marcando su único gol en aquella temporada.
Lejos de tranquilizar el juego con este gol tempranero, los nervios estuvieron presentes en la mayor parte de las acciones. El nerviosismo se extendería al público cuando el colegiado, Pes Pérez, pitó una supuesta falta técnica que supuso la protesta del capitán racinguista, Juan Carlos, que fue expulsado entre el escándalo generalizado. En su larga trayectoria profesional no había sido expulsado jamás, así que Juan Carlos salió del campo muy afectado, ya que el jugador santanderino había anunciado su retirada. Además, dejaba a su equipo con uno menos. La repulsa por aquella injusta expulsión irritó al público. Con diez jugadores, el Racing sufrió los últimos minutos debido a la presión de los asturianos, que con una delantera formada por Ciriaco, Mesa, Morán, Quini y Ferrero lucharon por el subcampeonato de Liga hasta el último momento. Pero el gol de Juan Carlos fue decisivo para la victoria. El Racing ganó y se salvó.
Fue el más agridulce partido que Juan Carlos vivió en su carrera deportiva. La alegría por la permanencia, con la tierna nostalgia de su adiós, se empañó por el pesar de una expulsión demasiado rigurosa que impidió una trayectoria deportiva que hubiera sido inmaculada en el terreno disciplinario. Pero ni siquiera aquella expulsión pudo borrar la grandeza y nobleza futbolística de este otro rey, Juan Carlos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.