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El historial de los máximos goleadores de la Primera División tiene una lamentable ausencia, la de Carlos Alonso González, más conocido como Santillana. Sin embargo, ... este extraordinario delantero centro, el mejor rematador de cabeza que ha habido en un campo de fútbol, sí logró el Trofeo Pichichi en Segunda División en la única temporada que jugó en el Racing, la de 1970/71, cuando anotó 17 goles, los mismos que Manolín Cuesta, un jugador del rival racinguista de esta tarde, el Córdoba CF.
Ha sido un acierto el reconocimiento que el Gobierno de Cantabria realizó en la noche del jueves al jugador, en la recepción del Reina Sofía, con motivo de la celebración de FITUR. Santillana recibió una insignia de oro y una placa donde se le reconoce como «futbolista de leyenda», y que entre otros méritos lleva el de ser el único 'Pichichi' nacido en Cantabria.
Carlos Alonso nació en Santillana del Mar en 1952, y desde sus principios en el Satélite y el Barreda Balompié comenzó a responder orgulloso al nombre de Santillana, que así le llamaban por su procedencia. Jugó en la selección juvenil cántabra, en la selección juvenil nacional y rápidamente se interesaron por él la Gimnástica de Torrelavega, el Barcelona y el Racing. Fue finalmente el club santanderino quien le incorporó a su equipo cuando estaba dirigido por Manuel Fernández Mora, técnico que le colocaría por primera vez como delantero centro, ya que antes jugaba de interior.
Santillana debutó con el Racing al final de la temporada 1969-70, durante el Trofeo de La Galleta que precisamente en 1970 había surgido por iniciativa de la Peña Galletera del Real Madrid en Aguilar de Campoo. Los santanderinos ya se habían comprometido a jugar la primera edición a pesar de que las fechas se fijaron para el 28 y 29 de junio. Entonces se pensaba que la temporada ya habría finalizado, pero la promoción de ascenso a Segunda se prolongó y para solucionar el compromiso, el club decidió ir a Aguilar de Campoo con jugadores no convocados para la promoción y otros del Rayo Cantabria y juveniles.
El Racing, que estaba dirigido por José Antonio Saro, al estar Fernández Mora pendiente de los partidos de la promoción contra el Ilicitano, ganó al Real Valladolid (1-0) con un formidable remate de cabeza de Santillana. Al día siguiente, los cántabros perderían contra el Palencia en la final, con una alineación compuesta por Javier; Poo, Lipe Santamaría, José María; Díaz, Pepín; Sebas, Portu I, Santillana, Julio Santamaría y Fernández.
Meses después, el 13 de septiembre, debutaría oficialmente en el partido de Segunda contra la Unión Popular de Langreo en los Campo de Sport, estrenándose como goleador, también en El Sardinero, contra el Pontevedra, donde marcó los dos goles de la victoria. En este partido Fernández Mora alineó a Corral, Paquito, Chinchón, José María, García, Zoco, Aguilar, Cabello, Santillana, González e Isidro.
La mejor cualidad de su juego fue el espectacular remate de cabeza. Con sus 1,75 metros de altura se elevaba por encima de los defensas gracias a su potente salto, y luego atrapaba en el aire balones a los que aplicaba un azote muscular de cuello y espalda que convertía los remates en imparables.
Su marcha al Real Madrid fue curiosa, porque el club blanco había mostrado su interés por el extremo Aguilar. Hasta el mismo presidente del conjunto madridista, Santiago Bernabéu, se había desplazado, desde su casa de Santa Pola a Alicante, para ver al extremo santanderino durante el partido que el Racing disputó contra el Hércules. El Racing estaba en una situación económica muy delicada, y su presidente, Valentín Valle, se propuso que nadie se llevara a ningún jugador del Racing hasta que la deuda del club estuviera resuelta. Con esta premisa, Valle mantuvo duras e interminables reuniones con el gerente del Real Madrid, Antonio Calderón. La parte racinguista necesitaba más de 20 millones de pesetas y el representante del Real Madrid consideraba escandalosa esa cantidad por el traspaso de Aguilar, por eso se comenzó a barajar la opción de añadir otros futbolistas, incluyéndose a Santillana, que venía avalado con su radiante 'Pichichi', y al guardameta Corral.
Ya en el Real Madrid, durante la temporada 1972/73, Santillana sufrió un encontronazo con un defensa donde se le descubrió una deformación renal que parecía dispuesta a paralizar su carrera deportiva, pero lejos de ello, Santillana comenzó a obtener más goles y triunfos. En el Real Madrid jugó durante 17 temporadas y marcó 187 goles en los campeonatos ligueros que contribuyeron a obtener el título de campeón en nueve ocasiones. Fue además cuatro veces campeón de Copa y dos veces campeón de la Copa de la UEFA.
Ha sido el jugador cántabro que más veces ha sido internacional con 56 partidos disputados, anotando 12 goles y, como señala la placa que recibió el jueves de manos de la presidenta de Cantabria, «ha llevado el nombre de su tierra natal por todo el mundo para orgullo de Cantabria».
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