Recibimiento y pasillo al Racing en El Sardinero

Ya desde antes de las 16.00 horas, aficionados racinguistas se fueron apostando en el lugar donde se iba a producir el recibimiento. Aún no estaban puestas todas las vallas, pero había que coger sitio.

Junto a la puerta del estadio, el verde y el blanco se mezclaba con el rojo y blanco de los seguidores nazaríes. Pese a ser declarado de alto riesgo, ambas aficiones vivieron la jornada con cordialidad. Las hostilidades, para el terreno de juego.

Pasadas las 16.35 horas, arribó el Granada, entre el aliento de sus seguidores. Hubo que abrir hueco en la marea de gente para meter el autobús. Mientras, el racing embarcaba en el autobús del equipo tras su concentración en el Hotel Puerta de Santander, en Nueva Montaña. Ahí le esperaban dos docenas de aficionados.

El autobús del Racing iba a llegar con retraso, para aumentar aún más los nervios. La afición visitante se retiró y quedó espacio únicamente para los verdiblancos, que vieron llegar al equipo arbitral y a los mandatarios del club, Sebastián Ceria y Manolo Higuera.

Con esa demora después de que unos aficionados verdiblancos frenasen el autobús para mostrar una pancarta, cerca de las 17.10 horas el autobús paró junto al Palacio de los Deportes y la expedición se apeó, rumbo al estadio. Y quien encabezó el grupo fue un José Alberto empeñado en alentar a las masas. Detrás, los futbolistas, que disfrutaron del momento, antes de entrar al vestuario, donde se terminará de cocer el encuentro de hoy.