Sergio Ruiz: un regreso sin suerte

Porque el técnico racinguista coincidió en el Alcorcón con Dani Toribio y tiene plena confianza en el centrocampista catalán. Así que ayer le buscó un nuevo acompañante. Pero si Mario fue el de más bajo rendimiento ante el Extremadura, este domingo fue Toribio el que no estuvo a buen nivel. Así que a Sergio Ruiz le tocó tirar del carro prácticamente en inferioridad en la zona medular. Los racinguistas se vieron completamente superados cuando el Elche apretó el acelerador.

Aún así, el cántabro hizo gala de su gran regularidad. Es uno de esos estudiantes que lleva la lección al día. Es difícil verle suspender. Por eso este domingo, entre la mediocridad general del equipo racinguista, el astillerense no fue de los peores. Tampoco pudo hacer mucho más.

Una de sus virtudes es la potencia que le permite superar líneas con el balón controlado, y en eso ganó el Racing este domingo, al menos en un tramo de la primera mitad en el que el equipo cántabro tuvo un tibio dominio. Sergio Ruiz avanzó con la pelota y buscó, casi siempre, a un siempre peligroso Enzo Lombardo en la banda izquierda, pero no hubo suerte.

Tuvo una oportunidad. Agarró la pelota en la frontal del área, controló, pero tardó lo suficiente como para permitir que un zaguero se le echase encima. El tiro golpeó en el cuerpo del defensa y se marchó a córner.

Y ya en la segunda mitad, cuando todo estaba perdido, a Sergio Ruiz no le quedó otra que tratar de aguantar el chaparrón con la mayor dignididad posible. Vio como el míster sustituía a su hasta entonces compañero de sala de máquinas, Dani Toribio, para colocarle al lado un perfil más técnico como el de Cejudo. Pero ya quedaba poco que hacer con el 2-0 en el marcador. La alegría, para el astillerense, por la vuelta al equipo, se vio manchada por la derrota.