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«No puedo contestar a esa pregunta. Ahora está en unas circunstancias muy similares a las de otros jugadores; tiene una molestia, pero sin lesión y es algo que le puede impedir estar al 100%». Así se pronunció Guille Romo a la pregunta de: ¿Cómo está Álvaro Mantilla? ... El Racing juega este sábado ante el Málaga a las 16.15 horas y el que pierda será el farolillo rojo de la categoría. Sin embargo, más allá de la importancia del partido, lo que no ha dejado de ser noticia esta semana ha sido si el canterano juega este sábado o no, de ahí la insistencia por el cántabro al ponerse el técnico a tiro. «Como él hay otros compañeros. A él le hemos intentado mimar un poco más porque tenía más molestias que los demás», añadió, pero hasta ahí.
Ni una palabra más sobre si finalmente ocupará el lateral derecho donde no hay efectivos. En resumidas cuentas, hoy saltó por primera vez al terreno de juego en toda la semana y mañana volverá a probar. Ha entrado en convocatoria y a última hora se desvelará el secreto.
Al margen de Mantilla, Romo se preocupó de elogiar al Málaga, de valorar el crecimiento de su equipo pese a que «no se han tenido todos los resultados que se buscan» e introdujo una varinate interesante: «Tenemos que estar contentos porque cada vez que hemos modificado desde la alineación, el equipo no ha bajado». Con estas últimas palabras quiso destacar que la libreta no es fija y que en función de los rivales y de «los recursos que han ido llegando» el equipo ha mejorado cuando ha hecho falta.
En este sentido, el míster aseguró que durante la semana «hemos intentado ser consecuentes con lo que hacemos, con las cosas que intentamos potenciar y ahora hay que tener en cuenta que el contexto es distinto». ¿Qué quiso decir? Pues que no es lo mismo jugar en Ipurua «que ahora es en nuestra casa, en nuestro estadio». Probablemente, Romo este sábado quiera dar un paso más hacia delante. Sabe que necesita reivindiciarse tanto él como su equipo. Que después de caer dignamente ante el Eibar no puede perdonar en su casa. Ahora bien, debe hacerlo ante un rival configurado por completo para ascender y con un entrenador nuevo, Pepe Mel, al que apenas le ha dado tiempo a aterrizar en el banquillo andaluz aunque no deja de ser un veterano. «Los entrenadores hay veces que son capaces de regularizar algún trabajo, pero es difícil cuando llevas poco tiempo cambiar determinados comportamientos», indicó el míster racinguista con respecto a las posibilidades que se le presentan al nuevo técnico malaguista.
No obstante, a Romo no le preocupa que haya nuevo jefe en la oficina del Málaga sino el potencial que tiene la plantilla. «Yo lo que puedo decir es que es un buen equipo y el hecho de que haya ganado tan solo un partido es algo inusual. Es un equipo hecho para estar arriba y con un grupo extraordinario en todas sus líneas; desde la portería, la defensa, los medios, las bandas hasta su delantero, Rubén Castro, que es de lo mejor de la categoría».
El próximo mes de octubre, el Racing se enfrenta a cuatro clubes más, que al igual que el Málaga aspiran a ascender y que, unos más que otros, se han construído con presupuestos altos y con objetivos ambiciosos.Es el caso del Zaragoza, Huesca, Leganés o Levante. Sin embargo, todos ellos han empezado muy por debajo de sus previsiones y no es nuevo. «Marca lo que suele ser el inicio para algunos equipos. Arrancas con unas circunstancias en contra, calendario, estados de forma, estados de forma de los contrarios... Y no solo le pasa a los grandes».
En el aspecto positivo, Romo no descartó que el cambio de mentalidad y juego que se ha dado en el Racing pueda ser debido a la llegada de jugadores concretos. De ahí que el regreso de Pombo es una buena noticia. «Recuperamos recursos. Al final siempre son fundamentales para el equipo y para tener más capacidades. Recuperas los jugadores de últimos espacios que suelen ser los primeros cambios». Como también es un síntoma de optimismo que Romo tenga donde elegir para ciertas posiciones. «Cuando tienes posibilidades en un equipo que está en construcción es siempre bueno. Poder elegir entre dos o tres futbolistas que lo están haciendo bien». Será difícil acertar quién jugará este sábado en banda porque «cada vez tenemos más y podemos ir entrando en la rotación».
Romo restó importancia a quién puede jugar más allá de que lo mejor de todo es que «los partidos son largos; no se empiezan de la misma manera que se terminan muchas veces y puede haber modificaciones y nosotros estamos haciendo que el equipo siga hacia arriba cuando cambiamos». Y para explicar esto último, utilizó ejemplos. «El otro día con Marco e Íñigo Vicente, primero, y luego con Peque y Aritz. Salieron y el equipo siguió delante». «Lo mismo –añadió– en Gijón o contra Las Palmas donde vimos a un gran nivel a Íñigo Vicente y luego la entrada de Marco Camus». No le importó hacer autocrítica y acabó con un deseo palmario: «Tenemos que ser más capaces de ser redondos porque cuando acertamos en una cosa fallamos en otra».
Para acabar pidió intensidad para mañana «porque el otro día el partido estaba controlado y nos pusieron dos balones al área y perdimos por no defender. Son paradojas del fútbol».
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