Una relación de amor y odio con la Copa

El Racing dirigido por Felines y con una gran cantidad de canteranos en la plantilla iba a lograr el ascenso al final de la temporada. Pero, además, fue capaz de completar una meritoria participación en la Copa del Rey de aquel curso. Llegó hasta la cuarta ronda, en un torneo en el que todas las eliminatorias eran a doble partido. Dejó en la cuneta en el primer duelo al Castro tras golear 0-4 a domicilio y ganar 1-0 en los Campos de Sport. En el segundo envite cayó el Laredo, con resultado de 1-3 en San Lorenzo y 1-0 en casa. El Torrent valenciano, de Segunda B, fue el rival en la tercera ronda. En esa Copa, el Racing demostró ser mucho más solvente a domicilio que en Santander. En el partido de ida, en El Sardinero, el equipo cántabro no pasó del empate a cero, pero en la vuelta endosó un 0-3 que le daba el pase a la siguiente eliminatoria. Y allí esperaba el Athletic, de Primera División. Con Javier Clemente en el banquillo, el cuadro rojiblanco no dio opciones al Racing. El marcador en los Campos de Sport fue de 1-3 y, en San Mamés, el conjunto vizcaíno venció 2-0. Por cierto, en aquel Racing, entre otros, militaba Esteban, padre de Pablo Torre.

Poco se puede contar que no se haya contado ya de aquella participación en Copa. Un periplo que comenzó en la segunda ronda del torneo -el equipo cántabro quedó exento en la primera- con una agónica eliminatoria a partido único contra L'Hospitalet. Después de ponerse dos veces por detrás en el marcador, el Racing llevó el partido, con empate a dos, a la prórroga. Un tiempo extra en el que el equipo catalán se adelantó de nuevo, en el minuto 100. Pero los de Paco Fernández, por medio de Andreu y Koné, pusieron el 3-4 definitivo. Tensión máxima también en la siguiente ronda, de nuevo lejos de Santander, frente a un Leganés de Segunda B. Tras el empate a uno con el que finalizaron el partido y la prórroga, el Racing superó al conjunto pepinero en la tanda de penaltis. Pese a los impagos y el bochornoso ambiente de la Era Okupa y el mandato de Harry, el equipo cántabro iba a hacer historia dejando a dos rivales de Primera en la cuneta.

Cayó el Sevilla. El 0-1 logrado por los hispalenses en Santander gracias a un tanto del exracinguista Jairo no fue suficiente obstáculo para un Racing sin nada que perder. En el Sánchez Pizjuán, el gol de Miguélez, en el minuto 69, igualaba la contienda y en el 89, Koné daba el pase a los verdiblancos a octavos de final, donde esperaba el Almería, también de la máxima categoría. En el partido del asalto al palco. el marcador terminó con un empate a uno que dejaba ligera ventaja para la vuelta al cuadro andaluz. Sin embargo, ni el largo viaje en autobús tumbó a los desatados futbolistas del Racing, que le endosaron un 0-2 en el Juegos del Mediterráneo. Ya en cuartos, llegó el duelo frente a la Real Sociedad. El equipo vasco fue superior en Anoeta, pero el gol de Koné para hacer el 3-1 dejó vivo a un equipo capaz de todo. Pero los acontecimientos se precipitaron y plantilla y cuerpo técnico decidieron plantarse en el choque de vuelta para reivindicar su dignidad ante las tropelías del presidente. Historia del club. Eso le costó la sanción de no participar en la siguiente edición de la Copa. Pese a la falta de piedad de la Federación Española, sin duda mereció la pena.

Tras descender de Segunda División y cumplir su sanción, el Racing se reencontraba con la Copa y lo hizo con una derrota vergonzosa en San Lorenzo, frente al Laredo. El equipo dirigido entonces por Pedro Munitis se vio superado en todo momento por un Charles de Tercera División. La actuación fue tan esperpéntica que incluso los dos tantos encajados por los verdiblancos fueron anotados en propia puerta. Uno de Kamal y otro de César Caneda. El Racing se marchó para casa a las primeras de cambio en esa edición del torneo.

El Racing de Ángel Viadero iba a dejar, en la primera temporada del técnico, una buenísima imagen en la Copa del Rey. Quedó exento de disputar la primera eliminatoria y entró en la segunda para verse las caras, a partido único, con el Llagostera, en los Campos de Sport. El equipo cántabro ganó 2-1. El sorteo mandó a Santander al Amorebieta para el siguiente enfrentamiento y los verdiblancos no flaquearon. 2-0 y a por el gordo de un rival de competición europea. Tocó en suerte el Athletic. Pese a que el horario impuesto por las televisiones -22.00 horas- deslució el choque, El Sardinero vivió un partido vibrante en el que Raúl García puso por delante a los vascos en el minuto 10, pero Javi Cobo hizo el ilusionante empate en el 23. Sin embargo, el propio Raúl García se empeñó en quitar las esperanzas racinguistas con otro tanto en el 27. Con 1-2 finalizó el choque. Aunque el Racing soñaba con dar la campanada en su primera visita al nuevo San Mamés, si hay un equipo que se toma en serio este torneo es el Athletic y sentenció la eliminatoria por la vía del cloroformo: 3-0. De todas formas, la actuación verdiblanca en esa Copa fue de valorar.

La segunda temporada de Viadero en el banquillo racinguista comenzó torcida. También en la Copa. El Racing vivió una noche horrible en Sarriena, donde el Leioa lo mandó a paseo. El choque ya empezó mal en el calentamiento, con la lesión de Borja Granero, que obligó a debutar al juvenil Juan Gutiérrez en el centro de la defensa. El cuadro vizcaíno se adelantó en el minuto 28 por medio de Eneko. Héber empató de penalti en el 70. Pero la mala suerte se cebó con un Raúl Domínguez que apenas disputaba los compromisos coperos. Un error suyo en el minuto 89 acabó con el corto periplo verdiblanco en aquella edición del torneo.

Tocaba volver a subir en la montaña rusa después del fiasco del curso anterior. El Racing de Iván Ania iba a llegar lejos en Copa. Los verdiblancos se mostraron muy sólidos en las tres primeras eliminatorias del torneo, pese a que les tocaron en suerte rivales fuertes de Segunda División B. Primero, apeó en la ronda inicial al Mirandés con un 1-2 sellado en Anduva. Posteriormente, viajó a la vieja Condomina para superar por 0-2 al UCAM Murcia de Pedro Munitis. Y en el tercer compromiso, visitó los Campos de Sport la Unión Deportiva Logroñés, a la que el Racing superó con un tanto de penalti anotado por Quique Rivero en el minuto 90. Ese gol ponía a los cántabros frente a un rival de competición europea que, finalmente, iba a ser el Betis de Quique Setién y Sergio Canales. El cuadro sevillano se llevó el triunfo de Santander, en un partido muy flojo, con un tanto de penalti de Sergio León en el minuto 7. Jon Ander pudo empatar, pero su remate se marchó al poste. La vuelta quedaba abierta, aunque con clara ventaja para los andaluces, que no dejaron lugar a las sorpresas. El Racing aguantó hasta el minuto 32, en el que el citado Jon Ander marcó en propia puerta. A partir de ahí, el cansancio y la falta de esperanza hicieron mella y el resultado final fue de 4-0 para el Betis.

La pasada temporada, con el Racing en Segunda División, tocó de nuevo pasar vergüenza cayendo ante un rival de categoría inferior como el Real Murcia. Así que, si se cumple la dinámica de los últimos años, quizá esta edición de la Copa del Rey pueda traer buenos momentos para el equipo verdiblanco y su parroquia.