Secciones
Servicios
Destacamos
Este Racing está verde. Es bisoño y le falta cocción.
Frente a un Girona dirigido por un
Racing
Luca; David Carmona, Olaortua, Alexis, Aitor Buñuel; Yoda, Mario Ortiz (Álvaro Cejudo, min. 77), Nkaka (Sergio Ruiz, min. 67), Enzo Lombardo; David Rodríguez (Nuha, min. 67) y Barral.
0
-
3
Girona
Juan Carlos; Aday Benítez, Alcalá, Juanpe, Mojica; Jozabed (Jairo, min. 52), Borja García, Granell, Gumbau (Álex Gallar, min. 78) y Marc Gual (Diamanka, min. 74); Stuani
Goles 0-1, Stuani, min. 4.; 0-3, Gumbau, min. 69.; 0-3, Granell, min. 85.
Árbitro rcediano Monescillo (colegio castellano-manchego). Mostró cartulina amarilla a Mario Ortiz y Barral por parte del Racing de Santander y a Juan Carlos, Gumbau, Alcalá, Stuani y Juanpe por parte del Girona. VAR: González Esteban (colegio vasco).
Incidencias Partido de la décima jornada de la Liga Smartbank disputado en El Sardinero ante 12.104 espectadores.
A pesar de todos los condicionantes, el equipo de Iván Ania arrancó sin complejos. Valiente. Pero a los verdiblancos les duró apenas cuatro minutos la osadía. Hasta que la luz se apagó en zona defensiva. Una buena combinación por la izquierda del ataque catalán le llegó a Borja García, que la puso al centro del área, templadita, donde Stuani, si es capaz de sacar petróleo de una piedra caída del cielo, que no va a hacer en la boca de un yacimiento. Solo, el uruguayo cabeceó en plancha para hacer el 0-1.
Si los extremos racinguistas tenían chispa, del centro del campo hacia atrás todo eran dudas. Apenas habían pasado catorce minutos cuando en la grada ya se empezaron a cansar del toque reiterado, el sobeteo excesivo, impreciso e improductivo en línea defensiva. Música de viento.
Primeros sones de una banda sonora para una batalla muy desigual. Porque
El Racing, sin llevar peligro, sí que logró meterse en la contienda, personarse en campo contrario y mantener al Girona lejos de Luca. A base de faltas colgadas al área, al menos, el cuadro catalán sudaba la camiseta y apretaba un poco los dientes. Y la grada cambió los aislados pitos de antes por aplausos y rugidos de aliente a sus futbolistas. David había crecido y Goliat ya no paseaba con las manos cruzadas a la espalda por los Campos de Sport. Lo importante, lo vital, era que esa reacción no sólo se mantuviese en la segunda mitad, sino que se hiciese más grande para que la remontada fuese posible.
Al Racing le faltaba ese último plus en los metros finales. Hacía rato que era mejor que el todopoderoso Girona, pero no había detonador arriba. Barral estuvo a punto de hacer explotar la portería rival. El gaditano mandó un balón al poste y el equipo cántabro se quedó con las ganas de celebrar el empate. En el rechace, el disparo de Enzo Lombardo se topó con el cuerpo de un defensor.
Pero cuando mejor pintaban las cosas para el equipo verdiblanco, ice bucket challenge para el Racing. Cubo de agua fría. El Girona hacía el segundo por medio de Gumbau. Buñuel rompió el fuera de juego y el centrocampista catalán remató en el área pequeña para poner la cosa casi imposible para los cántabros. Pese a que en el VAR se tiraron un rato debatiendo, finalmente Arcediano otorgó el tanto.
El Racing al final se llevó demasiado castigo. El de la goleada de un rival que apretó lo justo y necesario. Granell agarró una pelota en el borde del área e hizo el tercero. Como compinchado con la crueldad, el árbitro dio cinco minutos más al encuentro. ¿Para qué sufrir más?
Hace 3.000 años, en un campo de batalla de la antigua Palestina, un pastor derribó a un poderoso guerrero valiéndose únicamente de una piedra y una honda. Desde entonces los nombres de David y Goliat se han convertido en el símbolo de la lucha ... entre el desvalido y el gigante. La victoria de David fue inverosímil y milagrosa. No debería haber ganado ¿O sí? Sin contar la última década, en la que el recuerdo verdiblanco es más bien vergonzante y oscuro, la batalla de esta tarde en El Sardinero (20.30 horas) aparecería en las crónicas como un desigual conflicto entre el poderoso y experto Racing y el jovenzuelo y valiente Girona.
Para cuando el club catalán logró estrenarse en Primera División, el Racing ya sumaba 44 cursos entre los mejores del fútbol español. Un dato que en condiciones normales -como dicen los científicos- sería más que suficiente para ilustrar la previa de un partido como el de esta tarde. Sin embargo, nada que ver. La bucólica y eterna historia de David contra Goliat hay ocasiones en las que cambia de guión. Es como si a los personajes, con el paso del tiempo, terminasen mutando en sus antagonistas. El Racing, otrora Goliat, saltará esta tarde vestido de David y con la honda que su enemigo utilizó hace tres milenios. Ni más ni menos. Las rudimientarias armas que utilizaron en aquel campo palestino ahora se llaman presupuesto y en ese apartado, el Girona tiene algo menos de 30 millones de euros (29,28 millones) por los 5.07 que tiene el Racing. 'No hay más preguntas, señoría', que diría aquel. La tremenda diferencia económica que dista entre los dos contendientes hace que la batalla de hoy sea completamente desproporcionada, pese al pasado de uno y otro club. Cosas del fútbol.
Sirva todo lo dicho como antecedente. Ahora bien, afortunadamente en el fútbol aún existen hondas que abaten a los enemigos más poderosos sorprendentemente y permiten soñar y seguir viendo como algo atractivo a este deporte. Por eso, Iván Ania sigue sin desvelar del todo cómo tratará de echar abajo al nuevo Goliat de la Segunda División. Porque nunca antes había habido un equipo con un límite salarial tan elevado en la categoría que el Girona de hoy. Ya no hay lista de convocados en la que se pueda comprobar los descartes y los elegidos. Eso se hacía antes. De un tiempo a esta parte, el Racing -aún se desconoce realmente el impulsor de tal maniobra- no hace públicos los 18 jugadores para no dar pistas. Dado que esto ocurre, saber si Yoda, el máximo goleador y jugador más determinante del equipo hasta el momento estará hoy en el campo es una incógnita hasta las 19.45 horas, más o menos.
Su presencia es ahora la clave más llamativa en la pizarra de Ania. Para el resto hay más certezas que dudas. La vuelta de Figueras y Kitoko, que no jugaron en Albacete, son dos de las novedades en un equipo que tiene muchas posibilidades de volver a jugar con un solo delantero. Hay que hilar fino y ser un estudioso de Ania para acertar con este planteamiento, pero... No hay nada que perder. La necesidad de que Cejudo se convierta en ese 'filtrador' de pases que no tiene el centro del campo obliga a modificar el sistema 4-4-2 y regresar al 4-2-3-1 de antes.
De las botas del cordobés sale lo mejor del Racing cada jornada, de ahí que haya que buscarle la mejor butaca de la sala y esa ha de ser una cerquita a la portería rival. En consecuencia, y para ordenar este 'totus revolutum' de jugadores, intenciones y escenario, el once titular de hoy puede ser muy similar a Zidane, bajo palos; una defensa compuesta por Aitor Buñuel, Alexis, Jordi Figueras y Moi; Mario Ortiz y Kitoko, en el centro del campo; Yoda, Cejudo y Lombardo, en la línea de ataque, y Nuha como punta de lanza. Ahora bien, ¿qué pasa si Yoda no está para jugar? El futbolista no ha entrenado en toda la semana como debería. Ha estado protegido y sin hacer ningún tipo de esfuerzo. El cuerpo técnico quiere que juegue, para eso no viajó a Albacete, pero su recuperación física no ha ido por los cauces que se esperaba. Es por ello que si finalmente no está disponible, su ausencia le daría un retoque al dibujo y aparecería por obra de magia un segundo delantero, que sería David Rodríguez, y Cejudo se iría a la banda derecha. Un efecto dominó.
No es sencillo acertar con lo que Ania prepara cada jornada. Por eso hay ocasiones que no se entiende tanto pudor en esconderse a puerta cerrada para no darle ventaja al rival... No es necesario. De veras. En cualquier caso, el Racing saldrá a intentar ser protagonista en su casa -porque así ha de ser-, pese a que el Girona es el nuevo rico de la categoría. En la recámara, además de Olaortua como zaguero, el entrenador se guardará a Sergio Ruiz, Nkaka, Nico Hidalgo, Cayarga y David Barral, con permiso de si Yoda esté de inicio en el campo o en el banquillo. Lucas, con los guantes por si acaso.
En cuanto al Girona es el vivo ejemplo de doctor Jekill y míster Hyde. Ya ven, un diamante en bruto para un buen guionista de Hollywood. Invencible en su estadio e incapaz a domicilio. No ha perdido como local, cuatro triunfos y un empate, y no ha sumado ni un sólo punto como visitante. Su estilo lleva la firma de Juan Carlos Unzué, aquel entrenador del Racing que sólo lo fue en pretemporada, de junio a agosto, y que se marchó antes de que empezara la Liga, también en Segunda División. Fue el curso posterior al que Stuani, hoy buque insignia del Girona, había sido racinguista. Caprichos del destino.
Total, que el conjunto catalán busca y quiere el balón. No rehuye el juego combinativo y le da mucho protagonismo al buen manejo de la pelota de Borja García y Gumbau -este último no siempre es habitual-. Y a todo eso se le suma un delantero que las mete casi todas, como es Stuani, que cuando fue racinguista tenía 24 años y ahora con 32 es mucho más efectivo.
Los dos están obligados a ganar; el Racing, porque en casa tiene y debe hacerlo, y el Girona porque es el gallo de la categoría que acaba de descender y quiere regresar a Primera. Pues nada, que comience la nueva versión de David y Goliat.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.