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El nuevo Racing de Cristóbal Parralo mostró en Lugo cierta mejoría con respecto a todo lo anterior. Mucho más orden, que se tradujo en una buena primera parte y en otros 27 minutos aceptables en la segunda mitad. Pero hay algo que aún no ... le ha dado tiempo a cambiar al técnico cordobés. Ese miedo a ganar, ese apagón de repente, ese no matar los partidos para no tener que llevarse las manos a la cabeza después. Hasta en seis ocasiones, ha costado caro. Dicen que en el fútbol hay que saber perder, pero lo que el Racing no sabe es ganar. Una rémora que es como una honda herida por la que el equipo cántabro se desangra y que pone pesadas losas en su intento por salir de los puestos de descenso. Decía Iván Ania que el Racing debía ser capaz de «aprovechar sus buenos momentos». Sin embargo, sigue sin hacerlo y, mientras tanto, los contrincantes sí que sacan rédito de los ratos de debilidad de los verdiblancos.
Todo eso se traduce en números. Porque el Racing, tras 16 jornadas disputadas, ha ido por delante en el marcador un total de 330 minutos. 3,6 partidos. Y de ellos, sólo 67 le han llevado hacia la victoria, los que marchó en ventaja frente al Mirandés, desde que Nuha marcó en el minuto 20 hasta que el colegiado señaló el final de un encuentro que terminó con un resultado de 4-0. El único triunfo cántabro. Allá por la jornada 6.
Así que la ventaja que ha obtenido durante 236 minutos ha servido de nada o de poco. 2,6 partidos. Los choques se le hacen extremadamente largos a los racinguistas. Como el pasado domingo en Lugo. Ni con nuevo entrenador cambió esa peligrosa coyuntura. Desde que Yoda marcó el 0-1 en el minuto 31 hasta que empató Manu Barreiro en el 73, transcurrieron 42 minutos en los que la afición verdiblanca pensó que por fin se iba a terminar la desgracia. Pero la canción de Manu Chao que sonó en el Anxo Carro antes del pitido inicial es la banda sonora de la parroquia de los Campos de Sport esta temporada: «Tú me estás dando mala vida». Se puede decir que el Racing se ha dejado doce puntos por el camino en lo que va de campaña. En una utópica clasificación si el equipo verdiblanco hubiese traducido esas rentas en triunfos, el conjunto cántabro estaría en el vagón perseguidor del líder, Cádiz, con 25 puntos. Vamos, una cifra que supondría haber logrado a estas alturas ya media permanencia y hasta la ensoñación de mirar hacia arriba. Y, lógicamente, Iván Ania no habría sido destituido. Pero como eso es una realidad paralela inexistente, hay que apencar con lo que hay.
Lo de los fantasmas racinguistas es algo que viene de lejos. En concreto, de la jornada 2, aunque su cadena de catastróficas desdichas comenzó una semana antes cuando el Málaga se llevó el triunfo de Santander en el minuto 85. Pero eso es otra historia. Cuando el Almería visitó El Sardinero, los locales se las prometían felices cuando Yoda -quién si no- anotó el 1-0 en el minuto 28. Y más aún cuando el final del encuentro se acercaba con el conjunto cántabro en ventaja. Pero en el 94, una falta evitable y un error de marcaje permitieron el empate de Sekou. Dos puntos a apuntar en la barra de hielo.
Una semana después, una historia que, no solo se repite, sino que además se retuerce un poco más. Yoda, de nuevo, fue el autor del primer tanto racinguista. 0-1 en el minuto 19. Las Palmas se queda con un futbolista menos en el 75 por la expulsión de Aythami. Y ni con esas el Racing fue capaz de ganar. Incluso estuvo a punto de perder. Rubén Castro marcó en el 81 y en el 88 -en un penalti absurdo y en una contra horriblemente defendida- y sólo una acción aislada de Cejudo en el 95 permitió salvar un punto y evitar una derrota sonrojante.
Pasaron las semanas, con los resultados de siempre, salvo el ya citado triunfo frente al Mirandés. Y llegó la jornada 11ª en El Alcoraz. El Racing hizo en Huesca lo que se le pide a un equipo a priori más débil que su rival. Orden e ideas claras. Y lo cumplió durante 94 minutos. Antes, en el 68, Cejudo marcó un golazo para poner los tres puntos camino de Santander frente a uno de los favoritos de la categoría. Pero, una vez más, y en el 95, el único despiste de la zaga verdiblanca le costó otros dos puntos a los cántabros.
Pero queda claro que no es cosa de la entidad del contrincante, porque contra el colista, y en casa, pasó lo mismo. Jornada 13. El Deportivo parecía un equipo muerto y Yoda aprovechó esa circunstancia para hacer el 1-0 en el minuto 11. Pero el paso por el vestuario fue fatídico para un Racing que permitió una contra en el minuto 67 para que el cuadro coruñés empatase. Y gracias que no hubo más castigo.
Por si eran pocas, todavía ha habido una más. En la jornada 15, con la visita de la Ponferradina a Santander. Esta vez los cántabros esperaron hasta la segunda mitad para ponerse por delante. 1-0 de Cejudo en el minuto 57. La alegría sólo duró diez minutos, con el gol de Isi tras un grave error de Yoda. Los bercianos anotaron el segundo y, cuando todo parecía perdido, Nuha marcó en el tiempo añadido para salvar un punto. Sin embargo, eso no evitó la destitución de Iván Ania después de que la grada señalase como culpable de la situación al director deportivo del Racing, Chuti Molina.
Cristóbal Parralo, tras su estreno, analizó muy por encima esta circunstancia que su equipo sigue padeciendo: «Cuando estás en una situación delicada, cuando los resultados no son lo que tú quieres, lógicamente afectan en lo anímico al equipo. Hemos competido y hemos luchado hasta el final. Hemos logrado un empate fuera de casa ante un equipo que venía en una dinámica positiva. Lo que hay que hacer es corregir las cosas que no han salido bien o no nos han gustado y preparar al máximo el partido del sábado».
También fue cuestionado al respecto de esta situación Ritchie Kitoko. El congoleño sólo piensa en ver las cosas de forma optimista. «Cada partido es diferente. Hemos tenido la posibilidad de ganar el partido, pero hemos fallado. Esa es la realidad. No nos vamos a rendir. Vamos a seguir trabajando. Lo más importante es pensar positivamente. Tenemos que ganar sí o sí. Ya no podemos pensar en otra cosa. Sobre todo nos tenemos que hacer fuertes en casa», explicó en la zona mixta del Anxo Carro.
El caso es que el Racing debe cambiar sí o sí este devenir, porque, tal y como reconoció el propio Cristóbal al término de su primer encuentro como técnico verdiblanco, «de uno en uno no nos da». Mientras tanto, uno de sus pupilos, David Carmona, vio en el empate de Lugo «un buen punto de inicio». Los montañeses se enfrentan el sábado -18.00 horas- a un rival directo en la lucha por la permanencia como el Extremadura, en los Campos de Sport.
Un choque para el que el nuevo entrenador del Racing ya habrá tenido algo más de tiempo para inculcar sus ideas en los futbolistas y también para trabajar en el aspecto anímico. Para tratar de recuperar psicológicamente a un equipo que se vuelve endeble cada vez que recibe un golpe. Aunque todos, desde el ya destituido Ania, hasta el actual inquilino del banquillo, pasando por todos y cada uno de los jugadores de la plantilla, insisten en que el mejor bálsamo es una victoria que, por el momento, no llega.
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