Y de repente, el partido más importante

El domingo el Racing se enfrenta al único equipo -con permiso del sorprendente Barakaldo- que le aguanta el paso, el Mirandés. En juego están los puntos, tan importantes para el que persigue como para el que no quiere ser cogido, la diferencia de goles y el famoso colchón de puntos que tanto repite el cuerpo técnico cántabro. Y el carro de moral que se lleva el que gana. Y para ello, en lo que respecta al Racing, Ania cuenta con su fichaje estrella, David Barral, que con el tránsfer en la mano y con lo poco que se le ha visto será uno de los de la lista, pero no así con los otros dos jugadores franquicia: Figueras y Cejudo. Una de cal y una de arena. Que el recién llegado debutará es un hecho, falta comprobar si lo hará de inicio. A Figueras ni se le vio en la mañana, de nuevo expectante y concurrida, en La Albericia. El central está descartado para el duelo con los burgaleses y será duda para el próximo, en Gobela ante el Arenas. Lo mismo Cejudo, más cerca de jugar que el catalán, pero que no llegará para formar esa ideal pareja con Barral, que dado el rival hubiera sido más que atractiva. Por todo ello, Ania prepara una defensa con Julen Castañeda de central y el regreso de Chus Puras al lateral izquierdo.

No ha enseñado sus cartas del todo, pero tratándose de un choque en El Sardinero y de los antecedentes, este plan es el que más visos tiene de ser realidad. Óscar Gil y Aitor Buñuel repetirán en los otros dos puestos de la retaguardia. El Mirandés ya presionó en Anduva la salida del balón del Racing en sus dos anteriores duelos, el de Liga y el de Copa, y es probable que Ania quiera darle facilidad al juego por abajo. Esta vez, los burgaleses no tienen un hombre tan rápido como la Real Sociedad B en la banda derecha, como Zourdine, explicación de que jugase Rulo en el carril del zurdo en Zubieta. Sin embargo el Mirandés sí que tiene a Claudio, un delantero que con nueve goles le ha dado buena parte de los puntos a su equipo. Tiene movilidad y va muy bien por alto, algo que obligará a la zaga verdiblanca a ganar muchos duelos. Más cuando su rival practica un juego muy directo que obligará a fijar la defensa.

La importancia del partido del domingo es vital; actualmente el Racing aventaja en cuatro puntos al Mirandés y la diferencia de goles está en el aire, ya que en la primera vuelta el resultado entre ambos fue de empate a uno. El domingo a las 19.00 horas los cántabros pueden obligar a hacer ocho puntos más que ellos a su rival -de aquí hasta el final- si consiguen la victoria. Un botín de incalculable valor. Sus trayectorias hasta el momento han sido más o menos similares, de hecho han perdido los mismos partidos, dos, y ambos a domicilio; el Mirandés, en Leioa (1-0) y en Torrelavega (1-0), mientras que el Racing en Logroño (2-0) y Gijón (3-1).

A Ania se le ha visto esta semana muy intenso, quizás porque aún padece la excitación que le produjo la victoria «heroica» de su equipo en Zubieta, con penalti en contra a cinco minutos del final, que rompió la única mala racha -tres partidos sin ganar- que aparece en su hoja de servicios. Para el domingo ha cambiado parte del plan. Si los días previos al choque ante el filial donostiarra insistió en apretar la salida de balón del rival, aunque para ello se sacrificara la posesión, para ganar el domingo todo lo contrario. Recupera el deseo de ser dueño del balón y ha puesto a funcionar a sus delanteros.

Ayer, después de la sesión colectiva, reunió a sus atacantes, Jon Ander, Dani Segovia y David Barral, y los puso a finalizar jugadas. Centro por bandas y remates a portería. Quiere gol. El Racing ha anotado dos en los últimos cuatro partidos, un bagaje mínimo para el equipo más goleador de la categoría. Rafa de Vicente, Quique Rivero y Sergio Ruiz también se sumaron porque el técnico quiere que la segunda línea también llegue desde atrás. Así fue como le incomodó en la primera vuelta al conjunto burgalés y del mismo modo le eliminó de la Copa cuando la temporada apenas arrancaba.

En los ensayos no se vio quién acompañará a Sergio Ruiz en el pivote; en Zubieta la obligación de apretar le puso en bandeja la titularidad a Kitoko, pero esta vez, con la posesión por bandera, sus dos compañeros le toman ventaja.

En la línea de tres vuelve a sobrar uno, toda vez que César Díaz abandonó la disciplina verdiblanca. Nico Hidalgo, Cayarga, Lombardo y Noguera. Ania tendrá que dejar a uno fuera, que si mantiene su forma de proceder hasta ahora puede ser el asturiano el damnificado.

Hoy se volverá a trabajar los aspectos tácticos en La Albericia y se dejará el entrenamiento a puerta cerrada para mañana, en El Sardinero. La jornada puede salir redonda o por el contrario estrecharse de tal modo que pronostique un final de Liga de infarto; si casi determinante puede ser el choque frontal entre el Racing y el Mirandés, el fin de semana trae también un Barakaldo-Logroñés, que obligará al Racing a mirarle de reojo.