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Uno tiene que mirar la clasificación un par de veces, e imposible no frotarse los ojos. El Racing encabeza la tabla de Segunda División después de seis jornadas. ¿Pero cuándo fue la última vez que fue líder en solitario en la categoría? Hay que echar ... la cinta 31 años atrás. Un 21 de febrero de 1993, después de ganar al Mallorca en El Sardinero con un gol de Mutiu, el Racing asaltaba el liderato de una categoría que estaba loco por abandonar. Y así fue. Al final terminó cantando un ascenso que aún se recuerda cada vez que se sonríe en verdibalnco.
Tres décadas en las que el Racing ha dado vueltas y tumbos. Aquel equipo de Paquito es el espejo. Al grupo se le exigió recuperar la élite y en cambio al actual tal y como han arrancado ya nadie piensa en otra cosa.
En un repaso histórico de los liderazgos no queda otra que centrarse en la Segunda División, porque en Tercera, Segunda B o Primera RFEF el Racing lo fue repetidas veces, como era lógico, mientras que en Primera División siempre fue algo utópico, pero aún así en 1930 estuvo en la cúspide del fútbol nacional. En aquella temporada terminó subcampeón de Liga (1930-31) y llegó ese recuerdo tan brillante e inigualable. El 28 de diciembre de 1930 el equipo dirigido por Robert Edwin Firth empató contra el Barcelona en la capital catalana (1-1) y tras haber ganado en la jornada anterior al que sería campeón, el Athletic Club, en los Campos de Sport (4-1) se puso líder de líderes.
El liderato de 1993 es el último en Segunda en solitario, pero hay unos cuantos más. El Racing se puso mandón y superior en la temporada 1949-50, cuando con Lino Taioli en el banquillo, además de ascender a Primera, se mantuvo líder en solitario durante una buena parte del campeonato. Casi desde el principio, sumando los primeros trece partidos con sendas victorias, y también ocupó la primera posición en la fase final que es la que importa, gracias a la capacidad goleadora de sus delanteros. Aquel Racing anotó 119 goles en los 36 partidos que disputó, incluyendo los de la fase de ascenso donde se mantuvo líder desde el principio superando al Lérida, Murcia y Alcoyano. Eran los tiempos de una alineación que ya inspiraba respeto cuando se recitaba de carrerilla. Sobre todo cuando se terminaba con los cinco hombres que atemorizaban a las defensas adversarias: Nemes, Joseíto, Mariano, Alsúa y Echeveste.
En Primera En 1930, el curso que acabó subcampeón, fue líder una jornada tras empatar en Barcelona y haberle ganado al Athletic
En 1949, imparable Ganó los trece primeros partidos y fue líder en solitario buena parte de la temporada. Ascendió a Primera División
El Racing de los bigotes Con Maguregui en el banquillo fue líder durante todo el mes de octubre de 1972 tras ganar cuatro partidos seguidos
También fue líder en solitario, y durante bastantes jornadas diez años después. Un equipo que regresaría a Primera dirigido por Louis Hon. Ascendió automáticamente al ocupar la primera plaza, seguido del Celta de Vigo. En aquella temporada de 1959-60 el quinteto atacante también sería célebre: Zaballa, Sampedro, Galacho, Coque y Nando Yosu.
Desde el inicio, fue el jefe y se apuntó a las primeras plazas del campeonato, demostrando muy pronto estar capacitado para el ascenso. En la octava jornada, gracias a su holgada victoria sobre el Sporting (5-1), los cántabros se colocarían líderes. El partido contra los gijoneses, disputado el 1 de noviembre de 1959, supuso un punto de inflexión, no sólo porque a partir de ese momento el Racing ocupó una primera posición que no abandonaría a lo largo del campeonato, sino porque además batió ampliamente a uno de los equipos más fuertes de la categoría.
Tanto en la temporada de 1949-50 como la de 1959-60, la Segunda División constaba de dos grupos, algo difícil de comparar con la situación actual.
Otra cosa pasó en el curso 1972-73, cuando José María Maguregui comenzó a tomar las riendas del Racing. Gracias a su sólida defensa inició la competición de un único grupo. Nadie podía marcar a Santamaría. Enlazó cuatro victorias consecutivas frente al Osasuna (0-1), Córdoba (1-0), Cádiz (0-1) y Mestalla (2-0). Fue tras esta última victoria cuando se alcanzó la primera plaza, que se mantendría en todo el mes de octubre de 1972 con aquel inolvidable invento de dejarse bigotes hasta que el equipo perdiera. Vaya mostachos.
Sin embargo terminó pasando el 19 de noviembre al caer contra el Rayo Vallecano en Vallehermoso (2-0). El equipo no volvió a ser líder, pero consiguió su objetivo de ascender a Primera al ocupar la tercera plaza, detrás del Murcia y del Elche, primero y segundo respectivamente, que también subieron de categoría.
Su historia con el liderato en la categoría de plata va más allá. Dos años más tarde, en la 1974-75. Llegó Armando Ufarte. En las últimas jornadas se colocó de líder del campeonato tras derrotar al Rayo Vallecano (2-0) el 1 de mayo de 1975 en los Campos de Sport. Era la jornada número 34, con goles de Aitor Aguirre y Sebas. El Racing continuó líder durante dos jornadas más, hasta que perdió contra el Club Gimnástico (4-0). La primera plaza la ocuparía finalmente el Oviedo, con un Racing en segunda posición, ambos ascenderían.
En las temporadas en que se ascendió a Primera de 1980-81 y 1983-84 el equipo no logró ser primero en ninguna de las jornadas, aunque en 1981 la clasificación final terminó con un empate a 45 puntos de los tres equipos que ascendieron: Castellón, Cádiz y Racing, por este orden.
Y así las cosas se llegó al curso 1992-93, el último antecedente hasta el pasado domingo tras la victoria al Castellón de los de José Alberto. Aquella victoria ante el Mallorca y con algo más de 15.000 espectadores en las gradas de El Sardinero. Ceballos, Roncal, Merino, Sañudo, Juan, Edu García, Barbaric, Quique, Geli, Mutiu y Julián. Antes del inicio se guardó un minuto de silencio.
En el minuto 80, Geli corrió la banda izquierda, centró al área y un mal despeje del guardameta Stelea le proporcionó a Mutiu el remate para marcar el único gol del encuentro. La victoria permitió al equipo situarse en primera posición en aquella jornada, la vigesimotercera del campeonato, y además se igualó el récord de victorias en propio campo que se habían contabilizado en la temporada 1949-50.
Aquella jornada de liderazgo no duraría mucho. En la siguiente, el equipo viajaría a Lugo para enfrentarse con el colista de la clasificación, que con frío y nieve derrotó a los cántabros (3-0) sumiéndolos en un profundo bache de malos resultados que les impediría batir el récord de victorias caseras, ya que el Bilbao Athletic se impondrían a los racinguistas (0-1) con Sañudo y Barbaric expulsados. Pero la temporada terminó bien con aquel inolvidable empate sin goles ante el Español que abriría una prolongada etapa de estancia en Primera.
No hubo liderazgo en la temporada 2001-02, cuando Quique Setién dirigía al equipo desde el banquillo con el talismán de Nando Yosu a su lado. El Atlético de Madrid, entonces también en el infierno de Segunda, fue el mandamás de la clasificación la mayor parte del campeonato. Precisamente el gol de Moratón al conjunto rojiblanco el 19 de mayo de 2002 proporcionaría el que por el momento es el último ascenso del Racing a Primera División. De esto último han pasado ya 22 años y desde entonces anda el Racing pidiendo cita para un sueño que se resiste. Ahora dicen que le persigue una ilusión y todo está por ver. De momento se ha superado tanto que todo es posible.
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