El retrovisor del Racing

El Almería pisa fuerte. Es segundo con 35 puntos y el máximo goleador de la categoría con 35 tantos. La contundencia ofensiva en su estado más puro: convierte cada llegada en un puñetazo en la mesa. Mientras tanto, el Mirandés, tercero con 34, lleva la misma consigna al otro lado del campo. Es el monje guerrero.Concede poco, vive en el orden y ha levantado un muro que casi nadie puede atravesar. Por eso se ha convertido en el equipo menos goleado, con solo 14 tantos encajados, y cuenta con un Raúl Fernández bajo palos que ha desbancado a Ezkieta como el portero menos batido de la categoría. Si el fútbol tiene dos caras, la de la pólvora y la del candado, los perseguidores del Racing las llevan tatuadas.

Los verdiblancos atraviesan una sequía goleadora. Hace un mes que no celebran un gol en Liga. El último fue contra el Burgos. Desde entonces, tres derrotas y un empate en cuatro jornadas. Apenas un respiro: el 1-0 al Sporting en Copa, como quien asoma la cabeza para tomar aire. José Alberto sabe que no hay tiempo para discursos. La Segunda es una trituradora. Tiene que volver ese equipo que convirtió las visitas al líder en un duro examen. Tiene trabajo por delante, pero también motivos para confiar. En el fútbol los baches no avisan, pero tampoco son eternos. El Racing sigue líder y aunque su ventaja se ha reducido, depende de sí mismo para que el retrovisor vuelva a reflejar un paisaje desierto.