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Al Racing se le caen los goles. Casi nadie marca más que los cántabros en la Segunda División. Resulta chocante este dato dado que durante la década ominosa que lleva el equipo a caballo entre la categoría de plata y la ya extinta Segunda B ... su verdadera kriptonita eran precisamente los goles. Los de José Alberto han sido capaces de anotar 29 tantos en las 17 jornadas de Liga, un registro que solo el Espanyol, recién descendido y con un presupuesto que cuadriplica al de los verdiblancos, puede igualar y solo supera el Eibar con 31. Es más, los racinguista suman más dianas que el propio Leganés, el líder de la categoría, que ha subido a su cuenta 28, uno menos que los verdiblancos.
¿Qué ha cambiado en el Racing de los últimos años a este curso? Lo primero, que solo con dos futbolistas suman la mitad de goles en la jornada 17 que todos los que hizo el equipo la campaña pasada. Entre Peque (8) y Juan Carlos Arana (7) suman más o igual que siete equipos de la categoría. Tener dos hombres con el punto de mira tan afinado es la clave de que el trabajo que hay detrás luzca. El Racing juega mirando hacia arriba y eso los aficionados lo agradecen -en ocasiones los neutrales mucho más-. Esa verticalidad y atrevimiento le ha permitido al equipo verdiblanco no rehuir el intercambio de golpes y apurar sus opciones de triunfo pese a que el fracaso rondaba cerca. Este último pensamiento se extrae de las ocho jornadas, es decir la mitad prácticamente de las que se han jugado, en las que el marcador de alguno de los contendientes reflejó al menos tres goles en su casillero. Es mucho decir, obviamente; el Racing marcó ante el Eibar (4-0), Sporting (3-2), Cartagena (2-3), Burgos (3-0) y Levante (2-4) cuando menos tres tantos para ganar el partido, pero por contra también recibió frente al Racing de Ferrol (1-3), Alcorcón (3-1) y Valladolid (2-3) otros tantos y se fue a casa de vacío. «Me gustan los partidos de ida y vuelta», decía José Alberto, entrenador del Racing, sin riesgo a que nadie les pueda reprochar nada. No se esconde. «Prefiero ser atrevido», señalaba, pero del mismo modo que destaca las posibles virtudes de este equipo no olvida que si no se mejora la otra cara de la moneda no hay paraíso del todo. «Si mejoramos en defensa tendremos muchas oportunidades de ganar porque nosotros arriba tenemos gente muy buena», insistía el míster.
29 tantos
ha marcado el Racing en 17 jornadas. Dos menosque el Eibar y los mismosque elEspanyol, el mayorpresupuesto de Segunda y gran candidato al ascenso.Los verdiblancos sonlos segundos máximosrealizadores de la categoría.
Dejar la puerta a cero es la única variable que permite aumentar exponencialmente las posibilidades de ganar y, de todas, la única que garantiza no perder. Quizás por ese camino es por donde el equipo tiene el margen de mejora. Su referencia, Íñigo Vicente salía ayer a los medios de comunicación a darle una vuelta a todo este escenario. El vasco admitía que la prioridad es no sufrir: «Lo primero es que todos corramos y defendamos; recuperar la solidez defensiva que tuvimos en la segunda parte contra el Levante -y frente al Villarreal B-. En muchos partidos es cierto que cada vez que nos llegaban nos hacían gol y eso no es lo normal. Siendo un bloque sólido y dejando la portería a cero vamos a conseguir muchas victorias». Ni más ni menos. El Racing es ahora mismo el peor de los siete primeros clasificados, igualado con el Eibar, que empezó la temporada tan mal que nadie podía creérselo, en el capítulo de dejar la portería a cero. Los de José Alberto han acabado cinco partidos sin recibir goles; uno de ellos fue precisamente ante el Eibar (4-0). Los armeros, actualmente quintos tampoco brillan por ser herméticos.
A partir de ahí, de los equipos que le anteceden en la tabla, el Racing de Ferrol, sexto, ha dejado la portería a cero cuatro veces, y ya el Espanyol, Valladolid y Sporting, en siete ocasiones. Encabeza este capítulo tan ilustrativo el líder Leganés, por algo será, con nueve jornadas sin encajar un gol. Los madrileños son de los máximos goleadores (28) y los que menos tantos han recibido, apenas nueve. Los datos no suelen ser productos de la fortuna y cuando un equipo se hace tan fuerte en defensa y tiene el ataque tan afinado el resultado suele ser satisfactorio.
24 goles
han recibido los deJosé Alberto en los mismos17 partidos, lo que les haimpedido rentabilizar mássu buen coeficiente goleador. Es de mitad de la tabla hacia delante el equipo que más encaja.
Jokin Ezkieta, el más indicado para explicar lo que pasa en la portería, entre otras cosas porque es el encargado de sacar el balón de dentro -normalmente- cuando el rival marca se refería a ello esta semana. «Veníamos trabajando los aspectos a mejorar. No creo que haya que volverse loco, pero era un poco preocupante el número de ocasiones que nos hacían en los últimos partidos». Cuando los rivales generan y producen lances de peligro el porcentaje de gol aumenta y al Racing le hacían más de la media. Su entrenador lo reconoció en varias ocasiones aludiendo «lo poco que tienen que hacer para marcarnos gol». Esa permisividad o cierta endeblez defensiva es la que el Racing parece haberse empeñado en olvidar. Mañana podría haber cambios en la defensa, que sin ser la única responsable de ello siempre es la línea a la que acudir para hacerse fuerte. Germán, un indiscutible para el míster podría dejar su sitio tras quince titularidades, como también habrá cambio obligado en el lateral izquierdo, donde la ausencia de Saúl por sanción obliga a José Alberto a darle la alternativa a Mario García o repetir con el lateral derecho cambiado de banda, Dani Fernández.
«Es importante empezar desde un bloque bajo en el que nos sintamos cómodos y a partir de ahí el equipo tiene muchos recursos para hacer daño ofensivamente», concluía Ezkieta. Vamos que el equipo mete muchos goles, pero si no se mejora atrás la ecuación no siempre es buena.
«Ha sido un sitio donde he sido muy feliz. Ahí empecé en el fútbol profesional, me arroparon mucho, estuve muy bien y volver allí siempre va a ser especial para mí». Así recuerda el asistente de moda, Íñigo Vicente, su paso por Miranda cuando está a punto de regresar por segunda temporada como visitante a Anduva, un estadio que fue el suyo durante dos años. Conoce por lo tanto muy bien al próximo rival del Racing: «El Mirandés es bastante parecido todos los años, con gente joven y con mucho hambre. Es difícil ganar allí porque juegan bien, con mucho ritmo y yo, que lo he hecho allí como local, sé que parece que no, pero la gente aprieta».
El de Derio llega en su mejor fase de la temporada y, quizá, desde que está en el Racing, a pesar de la racha goleadora del año pasado: «Estoy en muy buen momento, con mucha confianza. Además, el equipo está bien y eso individualmente se nota». «Mientras ganemos siempre voy a ser feliz, pero sí que es verdad que siempre gusta meter ese gol o dar esa asistencia», añade respecto a esos ocho pases de gol que le han colocado al frente de la clasificación de asistentes de la categoría.
A cambio, solo ha marcado un tanto. Se quedó con las ganas frente al Villarreal B, cuando se vio su gesto de fastidio tras el cambio: «Soy un jugador que se exige mucho, a veces creo que demasiado; me lo suelen decir, pero lo importante es que el equipo gane. Porque los goles van por rachas y van a llegar».
El mediapunta ha creado una gran sociedad con la que es la gran revelación del Racing: Peque, máximo goleador del equipo. Se entiende bien y de ello se benefician no solo ellos, sino, hasta su lesión,Andrés y, sobre todo, Arana.
«Desde que le vi el primer día de entrenamiento del año pasado se notaba que era un jugadorazo, con un futuro brillante. Tenemos muchas suerte de tenerlo con nosotros y nos entendemos muy bien. No hace falta ni mirarnos para saber lo que queremos uno del otro», explicaba ayer el vasco después de la sesión de trabajo en las Instalaciones Nando Yosu para preparar el partido ante el Mirandés (Anduva, domingo a las 18.30 horas).
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