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SERGIO HERRERO MARCOS MENOCAL
santander.
Martes, 23 de noviembre 2021, 07:12
A Guillermo Fernández Romo no le han afectado las críticas desde que llegó a Santander. Al menos, esa es la impresión que da, porque no ha modificado su hoja de ruta ni un ápice. Tiene un plan y va con él hasta el final. Pero, ... además, los resultados han empezado a avalar su trabajo, le salen las cuentas y eso se convierte en un traje hidrófugo sobre la figura del entrenador del Racing. Que digan lo que quieran, puede pensar. El caso es que su equipo es segundo, con 26 puntos, después de trece jornadas. Prácticamente, el primer tercio de la Liga. A tres del líder y con cinco de ventaja sobre los que se quedan fuera del play off de ascenso. Esos datos se pueden comparar con los de sus predecesores en el banquillo verdiblanco, que dirigieron al Racing en la tercera categoría del fútbol español, sin obviar que esta Primera RFEF tiene un mayor potencial que la extinta Segunda División B.
Este club ha estado tantos años en el pozo en la última década que hay desempeños para todos los gustos. Algunos iban mal a estas alturas y lograron enderezar el rumbo. Otros mantuvieron una buena regularidad. Los hubo que llegaron a este hito medianamente bien y terminaron estrellados. Y luego, el ridículo de la pasada temporada en la Segunda B de menor nivel. Para olvidar.
El mejor en estas lides en el primer tercio de Liga fue Iván Ania. Treinta puntos sumaba ya el Racing líder del asturiano, mirando a los demás por el retrovisor con un inicio de competición espectacular. Supera con algo de holgura -cuatro puntos- a Guillermo Fernández Romo, eso sí, en Segunda B. Y tampoco se puede perder de vista que en aquella ocasión, Chuti Molina dispuso de hasta tres millones de euros para confeccionar la plantilla. Al técnico madrileño apenas le han dotado de 1,6. Poco más de la mitad. Ania, al final, logró el ascenso.
SOBREPONERSE A LAS BAJAS
A MEJORAR
A MANTENER
El que más se asemeja a los números de Romo es el Racing -en las dos temporadas que estuvo en el banquillo- de Ángel Viadero. Eso sí, de la primera a la segunda, el día y la noche. En la 2016-17 eran 27 puntos en la jornada 13. Y no soltó el pie del acelerador en ningún momento. Cerró la campaña con el récord histórico -y ya eterno- de puntuación en Segunda B, con 86. Si no ganó la Liga fue porque la Cultural Leonesa sacó los mismos puntos, pero con mejor balance goleador.
Un curso después, el Racing ya tenía demasiados vicios. Aún así, tras el primer tercio de competición tenía los mismos puntos que el equipo de Romo -26-, pero era tercero y, lo más importante, las sensaciones no eran las mismas. El equipo se fue diluyendo, Viadero fue destituido, y Carlos Pouso no hizo más que empeorarlo.
Fíjense en lo que logró Paco Fernández, y el inicio de temporada de su equipo fue bastante peor que el del Racing de Guillermo Fernández Romo. Con el asturiano, superada la jornada 13, el conjunto verdiblanco era cuarto, con 21 puntos. Es verdad, con un partido menos. Pero en su decimotercer compromiso, perdió y se quedó con los mismos puntos, pero cayó una posición, es decir, fuera de los puestos de play off. Fue una temporada bastante barata, porque más allá de que se jugasen dos encuentros menos por la vacante del Salamanca, El Racing fue campeón con 66 puntos. Después, logró el ascenso a Segunda División.
26puntos ha cosechado el Racing de Romo. Ocho victorias y dos empates
Mientras tanto, a Pedro Munitis, en la 2015-16, el primer tercio de Liga estuvo a punto de pasarle la guillotina. Pero el triunfo en Guijuelo (1-2) evitó su destitución. La marcha del equipo dirigido por el cántabro, con trece jornadas disputadas, era preocupante. Noveno, con 19 puntos. Lo que son las cosas, una segunda vuelta memorable llevó al Racing a ser campeón al final de temporada.
El Racing ha perdido tres partidos ya en lo que va de competición. Cayó en las primeras jornadas a domicilio frente a Unión Deportiva Logroñés (1-0) y contra el Celta B (2-1). Una vez que ya había parecido taponar la sangría lejos de Santander, la Cultural Leonesa le metió un meneo hace apenas un par de semanas. Tres derrotas son muchas para un equipo que aspira al campeonato o, como mínimo exigible, a meterse en el play off. Sin embargo, los resultados han conseguido minimizar los daños en una categoría que -en eso hay que darle la razón al entrenador madrileño- se está mostrando muy igualada.
Guillermo Fernández Romo no podrá contar con Borja Domínguez ante el Unionistas, después de que el gallego viese su quinta cartulina amarilla de la temporada en Zamora. Así, el centrocampista se une a la baja del lesionado Pablo Bobadilla para el próximo compromiso verdiblanco. A día de hoy es un problema menor, ya que la mediapunta que ocupó en los dos últimos choques recuperará a Pablo Torre y en el doble pivote probablemente se mantengan los dos mediocentros defensivos: Fausto Tienza e Íñigo Sainz-Maza. El club no ha informado del estado de Álvaro Bustos, que se retiró tocado en el Ruta de la Plata.
Ese borrón en el expediente queda especialmente camuflado después de que el Racing haya conseguido, por segunda vez en lo que va de campaña, encadenar dos triunfos consecutivos. En los más recientes compromisos ganó al Bilbao Athletic (2-0) en los Campos de Sport y le solapó la victoria del pasado domingo en Zamora (0-3). ¿Será capaz de aumentar su buena racha el sábado frente a Unionistas?
El dato más curioso en estas dos últimas jornadas es que el Racing ha sido capaz de sacar estos dos triunfos consecutivos en ausencia de dos de sus mejores hombres. Ni Pablo Torre ni Cedric disputaron un minuto ante el filial vasco y en el Ruta de la Plata. El primero sí que estuvo en Zamora, pero su participación no fue necesaria después de que los verdiblancos se colocasen con una renta de 0-2.
Una derrota.Tan solo una derrota ante el Racing de Ferrol cosechó el Racing de 'Paco' en sus trece primeras jornadas. Superó todo tipo de vicisitudes –deportivas e institucionales— y se plantó en la zona alta de la tabla merced a un fútbol directo y sólido. Le costaba ganar, pero era un equipo muy difícil de batir y prueba de ello es que por aquel entonces había sumado cinco empates. Orden, contundencia y un Koné inspirado le sirvieron para marcar el ritmo del grupo hasta el final.
Le costó más de la cuenta colocarse entre los mejores. Tardó en hacer encajar las piezas y sufrió de lo lindo. Cayó derrotado en casa en dos ocasiones antes de levantar el vuelo e incluso en la jornada 13, en Guijuelo, Munitis salvó el puesto con un triunfo. A partir de ahí, con un fútbol ordenado y práctico fue de menos a más y la segunda vuelta se convirió en infalible. Su fe le llevó a ser campeón de grupo a pesar de que el Racing de Ferrol llegó a aventajarle en más de once puntos.
En la primera campaña de Viadero como técnico el Racing fue una apisonadora. Siempre de menos a más. Muy práctico y siempre con el 4-4-2 fetiche del santanderino. En la segunda, en la jornada 13 ya sumaba tres derrotas por cuatro que acumuló el curso anterior en toda la Liga. Se desvaneció y el equipo fue a menos hasta firmar un desastre final.
En la jornada 13, el Racing de Ania iba líder, era el equipo que más goles había marcado (30), el que menos encajó (9) y tan solo había perdido un partido, ante el Sporting de Gijón. Jugaba muy serio y con un trato de balón que llamó la atención. La clave fue que sin un goleador único, todos los jugadores aportaban en ataque, incluso los defensas. Empezó de un modo imparable y acabó con lo justo, pero su labor de intimidación fue total. La plantilla funcionó y el equipo salió reforzado.
Primero Javi Rozada y luego Aritz Solabarrierta, pero ninguno le hizo sentirse favorito. El asturiano sumó doce puntos en siete jornadas sin convencer, que le costaron el puesto. Solo perdió un partido, pero no fue suficiente para seguir en el banquillo. La destitución de Rozada le causó aún más problemas al equipo, ya que Solabarrieta llegó y en sus tres primeros partidos cayó derrotado. Se empezó a temer lo peor y se miró al descenso. En la décimo tercera jornada, el Racing era quinto, pero en una categoría muy devaluada y con tan solo once equipos en el grupo.
Los números cosechados por el Racing hasta ahora pueden tener doblez. El tiempo dirá. Los verdiblancos se han enfrentado a seis de los diez primeros clasificados hasta ahora y sólo han vencido al Badajoz (0-1) -séptimo-. Es significativa la dificultad que ha encontrado frente a rivales, a priori, directos. Ese dato se ve compensado por el empate (0-0) contra el Deportivo, en los Campos de Sport, en el que los de Romo demostraron no ser peores que el gran favorito. Pero en el balance quedan las derrotas contra Unión Deportiva Logroñés -cuarto-, Celta B -octavo- y Cultural Leonesa -décimo- y el empate (1-1) frente a un Racing de Ferrol -noveno- que jugó más de media hora con un futbolista menos. Sin embargo, del undécimo hacia abajo, el equipo cántabro ha vencido a los siete rivales a los que se ha enfrentado. Tudelano, Zamora, Talavera, Dux Internacional, Bilbao Athletic, Calahorra y Real Unión han caído contra los cántabros. Está bien, porque en esos enfrentamientos también se ganan los campeonatos, pero con eso está claro que no es suficiente.
Lo que parece es que Guillermo Fernández Romo, más allá del accidente de León, ha logrado que su equipo ponga la velocidad de crucero para afianzarse en la parte alta de la clasificación. El choque del próximo sábado -19.00 horas- frente a Unionistas -quinto- será una buena piedra de toque para testar una vez más el nivel real.
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