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Los resultados le hacen la hoja de ruta a Guille Romo. Isma López regresará mañana al lateral izquierdo y Eneko Satrústegui al puesto ... de central. Un pasito para delante y un pasito para atrás, como la canción. La hoja de ruta del entrenador del Racing está más que viva y La Albericia se convierte en un laboratorio -como debe ser- cada semana en el que a base de pruebas trata de dar con lo que funciona. El movimiento de fichas, que no táctico, que introdujo en Barreiro desplazando a Satrústegui a la banda izquierda para mitigar el agujero defensivo que hasta entonces había supuesto la excesiva vocación ofensiva de Isma López acabó en error. El navarro se mostró desubicado e incómodo y el equipo pagó un alto tributo a las primeras de cambio.
El cuerpo técnico no desveló todas sus cartas en la sesión de ayer y por la misma razón hoy entrenará a puerta cerrada. No quiere dar pistas. Sin embargo sí se pudo comprobar que en el dibujo que utilizó en el primer partidillo de la mañana en la supuesta defensa que armó aparecían Unai Medina, Pol Moreno, Eneko Satrústegui e Isma López. O lo que es lo mismo, la retaguardia con la que el Racing jugó ante el Tudelano, UD Logroñés y Talavera. Bien es cierto que a medida que transcurrió la sesión ensayó de nuevo con Satrústegui ocupando el carril del zurdo, pero la sensación desde la grada fue que esta segunda opción ha pasado a ser la alternativa. Si se confirmase esta propuesta, Guille Romo estaría regresando a la casilla de salida. Retomaría el planteamiento con el que trabajó en la pretemporada y con el que se presentó en la jornada inaugural de esta novedosa categoría.
MEDIOCENTRO
La zaga es la que más quebraderos de cabeza puede generarle en estos momentos iniciales. En los ensayos de ayer le dio oportunidades a todos y 'jugó' con todos los mediocentros disponibles. Le dio minutos en el partidillo a Íñigo Sainz-Maza, Fausto Tienza, Sergio Marcos y Borja Domínguez. No sería de extrañar que repitiera este último en una alineación en la que entró por primera vez ante el Celta B y pese a sorprender su concurso podría haberle servido para ganarse la confianza del míster.
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El discurso de Guille Romo no es nada concluyente. Después de cuatro jornadas parece que en la pizarra táctica se ha ganado un sitio Íñigo Sainz-Maza, acompañado por la petición popular, y ha perdido la posición de privilegio con la que partía Fausto Tienza. Todo hace indicar que el deseo -reconocido por el propio entrenador- de generar más fútbol y ser protagonista facilita las cosas a Sergio Marcos y Borja Domínguez por delante del manchego. Más aún jugando como local que aumenta el grado de presión y exigencia para un Racing sin margen de error.
Del resto del equipo... Sin noticias. A los cuatro hombres de ataque no les ha pasado factura el pobre bagaje ofensivo del equipo, que ha sido capaz -únicamente- de marcar siete goles en 24 ocasiones, catorce de ellas con lanzamientos entre los tres palos de la portería rival. Álvaro Bustos y Patrick Soko repetirán en las bandas y Pablo Torre y Cedric en la media punta y la delantera. Ninguno de los recambios que han salido desde el banquilllo han aportado algo diferente al equipo. Ninguno.
INTOCABLES
DAMNIFICADO
Llamó la atención que Guille Romo a última hora -el equipo trabajó alrededor de una hora y media- modificó de manera puntual el dibujo. La circunstancia fue novedosa. Armó un equipo con Cedric y Carlos Castro en un hipotético ataque formado por dos delanteros. No es, como parece haber quedado claro, un sistema que al madrileño le entusiasme, pero no es menos cierto que si está en 'fase de ensayo' todo debe ser testado. Ya lo adelantó Jesús Merino, excapitán del Racing el pasado miércoles. «Ser algo flexible con el dibujo ayudaría mucho», sentenció el navarro. «Sacar a un delantero como Carlos Castro en la banda no tiene mucho sentido», añadió. Pues bien, al día siguiente el cuerpo técnico probó la variante sobre el campo -aunque fuera de modo testimonial-.
El último trabajo público -hoy será tras los muros de La Albericia y sin derecho a visión- terminó con Guille Romo charlando y ensayando finalizaciones con Pablo Torre y Cedric. Los tres en armonía. Hasta que no se demuestre lo contrario, la conexión de ambos es el potencial ofensivo de este equipo que continúa en el laboratorio.
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