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«La reacción del equipo en un campo tan complicado y cuando la cosa se puso difícil ha sido increíble». Aritz Solabarrieta estaba al fin feliz, aunque muy contenido al final del partido en Ibaia Con siete puntos de nueve posibles, no quiso mirar ... el «corto plazo» y sí destacar la «buena evolución. Sereno y aliviado a pie de autobús, salió algo más tarde de lo previsto, probablemente porque era un momento para disfrutar en el vestuario tras una difícil llegada. Quizá aliviado, no quiso «sacar pecho» pese al buen juego y resultado, como antes quiso analizar al equipo por encima de sus derrotas. Todo tras un triunfo holgado y sin sufrimiento, aunque el partido tenga su doble lectura y muchos detalles por analizar. «No es para sacar pecho, pero sí se ha demostrado que el equipo ha crecido, que vamos a más... Estoy muy contento», añadió el entrenador. Sus números comienzan a mejorar: «Estoy contento por los jugadores, por el club, por la afición porque después de todo no le hemos dado una alegría, pero se ha visto que el equipo va a más», reiteraba el técnico.
El resultado de ayer fue tan abultado que incluso cogió por sorpresa. Más si cabe después de encajar un gol en el minuto cinco y de volver a revivir los mismos fantasmas que casi siempre. Sea como fuere, lo cierto es que todo se ve de distinta manera aunque tan solo haya sido un partido. «No hay que ir más allá que el próximo partido. Es normal que viniendo de un resultado como fue el anterior esto se recibe mucho mejor. La labor de los que trabajamos en esto es ir más allá, pero bueno», señalaba Solabarrieta en un intento de contemporizar la euforia que podía sentir tras el contundente triunfo cosechado. Más pausado, sobrio y con un gesto de entusiasmo, Solabarrieta insistió en que «ahora la pelea por la parte de arriba de la clasificación se ve más cerca».
«Creo que lo hemos visto todos, los goles que hemos metido, el juego que hemos hecho, las ocasiones que hemos creado. Son momentos de creer en lo que estamos haciendo y de cómo evolucionamos y que el equipo cada vez genera más juego», explicó el míster verdiblanco mientras sus futbolistas subían al autobús. Prácticamente él mismo fue el último en subirse al autocar y abandonar la solitaria instalación de Ibaia, donde no hubo público y donde el Racing puede haber alimentado la esperanza que se esfumaba cada semana.
Los jugadores celebraban cada gol como si fuera el de la victoria. Los futbolistas al acabar el partido tardaron en enfilar los vestuarios en un síntoma de liberación. «La reivindicaciones, entiendo que sean necesarias y espontáneas, pero al final son de cortoplacismo. Hemos visto a los jugadores y es normal que quieran disfrutar porque se ha ganado a un filial bueno, de Primera División...». Solabarrieta no solo salva su puesto sino que permite descansar tranquilos a los que confiaron en él y le mantuvieron en el cargo contra viento y marea.
«Hemos sido infinitamente superiores, jugando bien, llegando bien y estoy súper orgulloso», repitió con contundencia el técnico. Reconoció que los últimos minutos no fueron los mejores, pero en cambio insistió en que «no se han pasado apuros».
El resultado no engaña y se traduce en tranquilidad. Desde fuera puede que fuese el mejor partido de la 'era Solabarrieta', pese a que en el análisis pormenorizado también se encuentran errores y decisiones que merecen una reflexión. El entrenador no quiso admitir que lo de ayer fuese un hecho aislado, sino más bien una recompensa. «Es una evolución, pero desde el día del Real Unión de Irún. El día del Portugalete se ganó sufriendo, pero ganamos. El día del Bilbao Athletic es cierto que no ganamos, pero ante un equipo muy bueno, al que le generamos ocasiones, le hicimos daño y hoy -por ayer- lo que hemos tenido es que hemos sido efectivos», añadió. Y sí, no puede negar Solabarrieta que el equipo tuvo la efectividad que no ha tenido en lo que va de Liga. El partido empezó mal y en cambio, la fortuna sonrió al acertar en las dos primeras ocasiones que el Racing dispuso. Eso le permitió superar el mal trago inicial -tan repetido, por otro lado- de tener que empezar siempre a remolque.
Hoy se acaba el plazo para incorporar jugadores y de momento Solabarrieta solo ha podido contar con Riki. Ya con otras tres caras nuevas que se incorporarán esta semana, el técnico se mostraba prudente ante el futuro, en especial a cortro plazo. «Lo que es cierto es que todo el que venga viene a aportar y a ayudar. Tiene que venir sabiendo dónde viene, qué es lo que se va a encontrar; ya lo hemos visto hoy a Riki y el otro día lo buen jugador que es y lo que nos ayuda», señaló un entrenador que no escatimó más elogios para el ovetense. «Aparte de lo buen chaval que es, lo que nos aporta y lo que bien que nos puede venir», explicaba . Ni una sola palabra de los tres futbolistas que se incorporarán hoy o a lo sumo mañana. Solo de quien ya ha podido estar a sus órdenes. Con los pies en el suelo.
Tampoco se postuló sobre las salidas que pueden llegar hoy; a las de Siverio y Balboa, ya consumadas, hoy casi con total seguridad se unirán la de Mayanu -ayer otra vez sin convocar- y la de Benktib, que tampoco cuenta para el cuerpo técnico. Más difícil será que Jordi Figueras abandone el club, pese a que ayer de nuevo ni calentó y en las pasadas jornadas se quedó fuera de la lista. En el análisis más profundo, Solabarrieta repitió que el equipo «ha crecido a nivel ofensivo y sí necesita mejorar en el aspecto defensivo». El míster reconoció que el «primer gol de ellos, es un error en la marca, lo hemos hablado en el descanso. Soy consciente de que los dos centrales han hecho un partidazo, han estado todo el rato en uno contra uno. Han estado magníficos».
Solabarrieta en su presentación dijo que la idea de este equipo «ya se verá». Al margen de ser protagonista, de ser un equipo reconocible, el técnico aseguró que el estilo dependerá de cómo vaya evolucionando. «Hay que ver los jugadores que tienes y luego ya decidir. Es que la idea que yo podía tener en Zubieta -su primer partido en el banquillo del Racing- no es la misma que ahora. Eso te lo da el conocer a los jugadores, convivir día a día con ellos, verles entrenar y competir...», indicó el de Ondarroa.
En el propósito de enmienda del entrenador figura el «mejorar defensivamente». Solabarrieta sabe que no puede ganar muchos partidos si encaja dos goles, por eso «el equipo debe ajustar cosas en el aspecto defensivo, porque hay que ser conscientes de que los rivales nos van a generar».
Se le preguntara como se le preguntara, el entrenador tiene claro que «el Racing va a más» y ese es el mensaje optimista con el que el se quiso quedar cuando abandonó el campo sabiendo que es probable que pasen tres semanas hasta que vuelva la competición para el Racing. Soko, Bustos... Pero si ayer hubo un jugador que se reivindicó fue Mantilla, que además terminó lesionado del hombro. «Esperemos que pueda estar para el fin de semana que viene, que no sé si tendremos que jugar o no. Pero si hay alguien que puede recuperarse a tiempo, que va a dejarse la vida por estos colores y este escudo ese es Mantilla y ya veremos», sentenció.
No sería una sorpresa que hoy el Racing y Jordi Figueras llegasen a un acuerdo para la rescisión del contrato de defensa. El catalán sumo ayer un partido más sin contar para el cuerpo técnico y esta vez no salió más que calentar, Bien es cierto que con el resultado tan propicio su entrada en el campo no era necesaria, pero no es un secreto que el futbolista ha quedado relegado a un papel muy secundario en el equipo de un tiempo a esta parte. Ya se intentó en verano y ahora de nuevo se ha retomado la operación para que el central salga en el mercado de invierno. Todo puede pasar.
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