Sanidad permite 300 personas en recintos deportivos cubiertos y el Racing acogerá 6.666 espectadores

Mientras tanto, lo que no especificó el BOC es la situación de las dos instalaciones de la Comunidad Autónoma, al aire libre, que superan los 3.500 espectadores: los Campos de Sport y El Malecón. En el caso del Racing, que el próximo domingo recibirá a la Real Sociedad B, podrá acoger a un máximo de 6.666 espectadores, tal y como le confirmaron desde Peña Herbosa, ya que el acuerdo con Sanidad, en una situación de nivel 2 de alerta sanitaria como la actual, era elevar el aforo permitido del 20 al 30 por ciento. Lo dan por entendido de publicaciones anteriores. Quizá, al retrotraerse al 16 de octubre pasado, cuando Sanidad ya permitió este límite de aforo en ambos recintos. Al final, con modificaciones sobre modificaciones, la falta de claridad es importante.

Ya el pasado fin de semana hubo aficionados en los enclaves sin cubierta. Hasta este martes, la norma permitía tener una asistencia de un tercio del aforo sentado, sin superar el límite de 1.000 personas, en el caso de instalaciones con aforo menor a 3.500 localidades. Con estos requisitos, los equipos de fútbol, hockey o rugby eran de los pocos deportes que podían contar con el apoyo de sus aficionados. La redacción del apartado 47.1 ha cambiado. «En el caso de los entrenamientos, competiciones o eventos que se celebren en instalaciones deportivas, podrán desarrollarse con público siempre que este permanezca sentado y que no se supere el 50 por ciento del aforo permitido, con un límite máximo de 300 personas para lugares cerrados y de 1.000 personas tratándose de actividades al aire libre». Para los clubes de calle, la diferencia es mínima. Para los de sala, es importantísima.

A partir de ahora, y siempre y cuando la evolución de la pandemia no obligue a dar pasos atrás, otras disciplinas con arraigo en Cantabria como el balonmano, el voleibol y el baloncesto, entre otros, podrán volver a sentir el apoyo de sus seguidores, aunque sea de una forma limitada.

Quien también se verá ligeramente beneficiado será el Laredo. En el caso del equipo cántabro de fútbol que milita en Segunda División B, esta semana no tendrá compromiso en casa. Pero para la siguiente cita, en el Charles calculan que podrán habilitar unas 900 plazas de San Lorenzo para sus abonados –que rondan los 450– y, por qué no, también para vender algo de papel en taquilla. Aunque, sin desplazamientos de aficiones rivales, será algo prácticamente testimonial.

El Racing, que ya había comenzado a dispensar entradas entre sus abonados desde el lunes de cara al partido del domingo frente a la Real Sociedad B, tendrá que hacer algunos ajustes logísticos para aumentar la capacidad a 6.666. El club verdiblanco, que trabajaba bajo la hipótesis de contar con el permiso para 4.444 asientos –como en el derbi contra el Laredo– decidió dar prioridad en las dos primeras jornadas de taquillas a los más veteranos entre sus aproximadamente 8.000 socios. Desde este miércoles tendrá plazo para reservar su localidad el resto de los abonados. Y en caso de que sobren entradas, las sacará a la venta para el público en general. Si se miran los precedentes, ni con 4.444 espectadores ha habido 'lleno' esta temporada cuando se ha permitido el acceso. La ya pasada mala dinámica del equipo y el miedo al virus han dejado la mayor parte de los asientos vacía hasta ahora.

Y en Tercera División, el caso más gráfico es el de la Gimnástica y El Malecón, donde, en un recinto con capacidad para 6.007 aficionados, podrían entrar 1.802 en el mejor de los casos. Probablemente no sucederá, pero los clubes ahora tendrán un mayor margen.

Pero quienes más beneficiados se verán con el cambio de la norma y la relajación de las medidas serán los clubes más perjudicados durante meses. Todos aquellos cuya casa tiene techo. Es el caso del Liberbank Cantabria Sinfín, que últimamente ha caminado solo por la Asobal, en un pabellón exterior de La Albericia silencioso. Tal y como reconoce su presidente, Servando Revuelta, la nueva normativa supone «una satisfacción total, sobre todo pensando en los 275 socios que han pagado su carné». Y también por el plus ambiental: «El equipo necesita del apoyo y el calor de la gente en los momentos más difíciles de los partidos. Es una gran noticia». Aún no se había concretado el aforo en el Boletín Oficial de Cantabria cuando el mandatario afirmaba que «lo que más me preocupa es la entrada de los socios, que han tenido un comportamiento, durante estas dos temporadas, increíble. Cumplir con ellos es la mejor noticia para nosotros», concluye Revuelta. Y lo podrá hacer. Y contar con 25 entradas más para la venta.

De la misma opinión pero con una mayor carga crítica por todo lo vivido se pronuncian desde el otro equipo santanderino de la máxima categoría del balonmano nacional, en su caso, femenino. Y también habitante de La Albericia. El presidente del Uneatlántico Pereda, Tinín Pastor, afirma que desde la entidad que dirige «siempre hemos entendido que los clubes de alta competición merecen la misma consideración que otros eventos sociales y culturales». Yargumenta con datos: «Jugamos en un pabellón de 1.500 metros cuadrados de superficie. En Cantabria, con medidas, se puede ir al cine, al circo, al teatro, a ver una orquesta, etc.... Siempre se debería haber tenido la misma consideración con el deporte». Por eso, «al confirmar Sanidad la posibilidad del acceso de público a los partidos, en nuestro caso o en el del Sinfín, lo consideramos de justicia».

Si en el templo cántabro del balonmano se ha echado de menos al público, más aún en la pequeña bombonera de Cabezón de la Sal. En el pabellón Matilde de la Torre el factor ambiental es clave para el Textil Santanderina de la Superliga de voleibol. «Para nosotros el permiso para acoger a público es media vida. Casi la noticia más importante de la temporada, porque nuestros dos próximos partidos son en casa, ante Boiro e Ibiza. Son encuentros clave para lograr la permanencia en la Superliga y el apoyo de nuestro público es increíble», afirma Fernando Gutiérrez, secretario del club cabezonense. «Por lo menos será una buena guinda a esta temporada tan extraña», concluye. En su caso, con un recinto con capacidad para cerca de 1.000 espectadores, el sábado, a las 18.00 horas, podrá meter a 300, que al menos volverán a generar ruido, para recibir al Rotogal Boiro.

Otro de los escenarios de renombre que tiene el deporte cántabro es el pabellón Vicente Trueba, en Torrelavega. Una cancha que comparten el Bathco, de la División de Honor Plata de balonmano, y el Grupo Alega, de la Liga LEB Plata de baloncesto. El feudo de la capital del Besaya tiene capacidad para 2.688 aficionados, por lo que la mayoría de la grada estará inutilizada, pero 300 gargantas serán importantes de cara a la segunda fase de la competición para los jugadores del Bathco. Lo mismo para el cuadro dirigido por David Mangas, cuyo próximo compromiso como local será el 13 de marzo, a las 18.30 horas, ante el Alcobendas.

Por otro lado, aún está pendiente por parte del Gobierno de Cantabria la publicación de un documento, del que ya existe un borrador, que señale qué actividad deportiva se puede llevar a cabo según cada nivel de alerta. En concreto, la normativa regulará «la vuelta del deporte en condiciones de seguridad» y permitirá, entre otras cosas, «el retorno a la actividad deportiva en el ámbito autonómico en espacios cerrados, tanto para mayores como para menores de edad, en grupos de seis».