«El Sardinero se ha quedado pequeño»

El Racing, inquilino en una instalación propiedad del Consistorio de Santander, quiere involucrar a las instituciones. «Es una cuestión que debemos afrontar el Racing, el Ayuntamiento, el Gobierno de Cantabria... Hay que pensar cómo mejorarlo, porque va a llegar un punto en que haya más peticiones de gente que se quiera hacer abonada que asientos disponibles y eso sí que sería una pena, después de todo lo que hemos pasado. No sé hasta dónde va a llegar la campaña de invierno, pero sí sé que, en el corto plazo, esto se está quedando pequeño», insiste el mandatario racinguista.

Aún en pleno lavado de cara, Higuera reconoce que al estadio «le faltan cosas», pero vuelve a centrar el tiro en esa capacidad del recinto: «Creo que hay que ser ambicioso y pensar en dar un paso más. A lo mejor ha llegado el momento de que, entre las instituciones y el Racing, pensemos cuál es la mejor solución para que el campo no se quede pequeño».

Eso sí, el presidente del Racing reitera que deben ser los poderes ejecutivos los que encabecen la iniciativa. «Desde luego, nosotros vamos a participar, a aportar, pero aquí las protagonistas tienen que ser las instituciones. Son las que deben, de alguna manera, liderar». Sin embargo, antes, «lo más importante es concienciarnos todos de que el problema existe y de que queremos solucionarlo. Partiendo de esa base, las soluciones se terminan encontrando y evidentemente las hay. Todo pasa por concienciar tanto a Ayuntamiento como a Gobierno de Cantabria de que tenemos un problema, que tanto la ciudad como la región tienen un problema y que el Racing tiene un problema».

En las oficinas de los Campos de Sport, «claro que hemos pensado cosas» y las primeras comunicaciones con los interlocutores ya han comenzado: «Hemos empezado a comentarlo de forma extraoficial y vamos a ir poco a poco. Esta carrera acaba de empezar». «Pero insisto -repite el dirigente verdiblanco- lo más importante es que todos seamos conscientes de que el hecho de que el campo se quede pequeño es un problema para todos, porque cuanto mejor le va al Racing, cuanta más masa social se mueve, más trascendencia tiene para la Comunidad Autónoma», afirma.

Higuera cruza lo extradeportivo con lo futbolístico: «Nos lo habéis oído a Sebas -Ceria- y a mí. Somos ambiciosos. No nos vamos a conformar con estar arriba en Segunda División. Y cuando subamos, no vamos a nos conformar con estar en Primera División. Lo que queremos es ir dando pasos hacia delante, en todo. No sólo en lo deportivo. Y hay puntos en los que necesitamos que todos, tanto Gobierno, como Ayuntamiento, también hablo del resto de los partidos políticos, vayamos todos en la misma dirección. Nos convenzamos de que esto es bueno para la ciudad, para Cantabria. Hagámoslo». En ese momento «tendremos el 90 por ciento del camino andado», reflexiona.

El presidente del Racing entró en el objetivo, pero no en la forma de abordarlo. ¿Elevar más las gradas existentes? ¿Derribarlas o hacerlas nuevas? ¿La construcción de nuevo estadio? ¿En el mismo lugar o fuera de El Sardinero? Ya se vería. Paso a paso, que diría Ceria. «Las soluciones serán las que sean. No hemos hablado de ninguna», zanjó Higuera. «Cuál es la mejor solución es lo que hay que encontrar. Yo tengo mi idea, pero esto tiene que ser una idea conjunta. Tenemos que estar las tres patas de acuerdo y tiene que estar liderado, fundamentalmente, por el Ayuntamiento», comentó, antes de abrir la puerta a que «la financiación, hoy alrededor del fútbol, la colaboración público-privada funciona. Es algo que se puede atacar».

Además, y no es una reivindicación nueva, Manolo Higuera hace referencia a la falta de uso de los bajos de los Campos de Sport: «El Racing tiene dos preocupaciones, una es esta del aforo del estadio. Y la otra es que creemos que no nos podemos permitir tener un inmueble de tanto valor como un estadio de fútbol y que únicamente se utilice durante dos horas cada quince días. A eso hay que darle una vuelta».

A día de hoy, los trabajos en los Campos de Sport están centrados, especialmente, en el terreno de juego, que no termina de asentar después del trabajo de dos empresas distintas. El césped se levanta durante los partidos, es peligroso para los futbolistas, limita las posibilidades de entrenamiento del primer equipo y no es una buena imagen para el club. Por eso, se están colocando nuevos tepes.

Lo que «sí que se ha quedado pequeño ya» son las Instalaciones Nando Yosu de La Albericia. El club tiene la firme intención de mejorar sus espacios para poder acoger todas las categorías inferiores. En este caso, ya sea acompañado por las instituciones o en solitario si la primera opción no es posible. Existe un terreno entre las instalaciones y la autovía S-20 que permitiría ampliar los terrenos de juego, pero unas parcelas son municipales y otras son de múltiples propietarios, con la dificultad que eso supone para poder reunirlas todas en una sola.

Si no, tal y como anunciaron Ceria y el propio Higuera en la última Junta de Accionistas, estarían dispuestos a buscar soluciones fuera de La Albericia, incluso más allá del municipio de Santander, para poder acoger a todos sus equipos, además de la Academia. Por ahora, el filial y el equipo femenino se han tenido que ir a jugar al campo de La Planchada de Astillero.

espectadores era el aforo inicial de los Campos de Sport, cuando se inauguraron en agosto de 1988.