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El Racing es el equipo menos goleado del grupo I de la Primera RFEF, 'a pachas' con el Deportivo de La Coruña, los dos teóricos favoritos para lograr el primer puesto y alcanzar el ascenso a Segunda División.
El pasado domingo se enfrentaron en El Sardinero y volvieron a empatar en todo ... : ocasiones, fallos y goles –ninguno–. Tras el partido, el resumen generalizado fue que el Dépor practica un fútbol ofensivo y el Racing otro, más defensivo. Resulta curioso que cada uno a su modo –de ser verdad esa afirmación tan general— después de nueve jornadas firman una trayectoria casi idéntica:mismos puntos, victorias, derrotas y empates; iguales en goles encajados y tan solo los gallegos superan a los cántabros en dos tantos anotados. «Cada uno tiene que jugar a lo que son sus jugadores», señaló con rotundidad Guille Romo una vez que se le planteó esa supuesta disparidad de criterios tácticos. «Y lo que hay que tratar es de buscar ese equilibrio entre todos», añadió. Y en la búsqueda de esa estabilidad aparecen dos jugadores por encima del resto: Eneko Satrústegui y Pol Moreno. Los dos zagueros son los únicos futbolistas de los 25 jugadores que ha utilizado en Liga que han jugado todos los minutos disputados. Pleno. Ambos se han convertido en los jefes de un Racing que propone un estilo conservador con la bandera de reducir al máximo cualquier riesgo. Los dos son, obviamente, los jugadores que más ha empleado Romo en la línea del campo desde donde construye su fútbol. Junto con Pol Moreno y Eneko Satrústegui han participado Álvaro Mantilla, Pablo Bobadilla (ambos como centrales), Unai Medina, Isma López y Jorrín (los dos como laterales). Todos ellos se han ido alternando las posiciones y los descansos, a excepción de los dos fijos del entrenador que no han fallado ni un solo minuto.
1. Fausto Tienza, 392 minutos
2. Miquel Parera, 360
3. Isma López, 279
4. Pablo Bobadilla, 270
5. Sergio Marcos, 256
6. Manu Justo, 183
7. Marco Camus, 164
8. Mario Jorrín, 101
9. Carlos Castro, 42
10. Marcos Bustillo, 26
11. Jack Harper, 20
12. Diego Ceballos, 6
El caso de Eneko Satrústegui es además significativo. El navarro llegó al Racing procedente del Castellón, donde jugó 24 partidos con Óscar Cano en Segunda División. En su presentación aseguró que su cometido en el Racing sería el de central y sin embargo las circunstancias le han convertido en el lateral izquierdo titular del equipo. Comenzó en el centro de la zaga la competición y allí jugó, formando pareja con Pol Moreno, ante el Tudelano, Logroñés y Talavera. El equipo encajó dos goles con el navarro como central, pero la inestabilidad causada por el excesivo talante ofensivo de Isma López, otro de los veteranos de la plantilla, en el carril del zurdo acabó con el vasco en el banquillo y con Satrústegui reconvertido en la cuarta jornada de Liga, en Vigo. Su debut como lateral fue más bien pobre. Cometió errores y se le vio desubicado, pero aún así Guille Romo le mantuvo la confianza relegando a la suplencia al que para el entrenador racinguista era «el mejor lateral izquierdo de la categoría». Desde entonces, Satrústegui no se ha apeado del puesto del '3'. Ha sumado los noventa minutos ante el Celta B, Dux, Racing de Ferrol, Calahorra, Badajoz y Deportivo de La Coruña.Sus prestaciones han mejorado y su eficacia ha terminado de convencer, si es que no lo estaba ya, a su técnico.
En lo que respecta a Pol Moreno puede decirse que la pulcritud y la seguridad han sido sus argumentos. El catalán también llegó, al igual que Satrústegui, con el aval personal del propio Guille Romo, que lo dirigió en el Cornellá la pasada temporada donde fue titular prácticamente toda la Liga. Moreno empezó como central en la primera jornada, ante el Tudelano, y no se ha movido de la posición en las ocho fechas posteriores. Ha sido el único central intocable en la defensa, compartiendo el centro de la misma con Álvaro Mantilla, Pablo Bobadilla y el propio Satrústegui. Sobrio, serio y dominante, Moreno ha cumplido en el este primer tramo de la Liga y ha sumado los 810 minutos que se han disputado. Mantilla fue el beneficiado de la maniobra de reajuste que Guille Romo introdujo al llevar a Satrústegui a la banda izquierda.
El canterano saltó desde el banquillo a la titularidad pasando a ser uno de los fijos junto a Moreno en el centro de la zaga. No obstante, la recuperación de Pablo Bobadilla, que cayó lesionado en la pretemporada, volvió a desplazarle al banquillo. El riojano jugó ante el Calahorra y desde entonces no se ha perdido un partido: Badajoz y Dépor. El damnificado de la entrada de Bobadilla ha sido Mantilla, cuya versatilidad le ha permitido el pasado domingo ante los gallegos ocupar el puesto de lateral derecho y así suplir a Unai Medina, lesionado.
Las nueve jornadas disputadas han servido para comprobar la cintura de la que ha tenido que hacer gala Guille Romo para sacar adelante su propuesta. En nueve semanas ha tenido que modificar algunos de sus planteamientos colaterales —el principal, su modo de concebir el fútbol, no– y gracias a ello se ha dado cuenta, por otro lado, de que algunos futbolistas le pueden dar más. En ese sentido, ha descubierto la versatilidad de Mantilla, que junto con Satrústegui —a este ya le conocía más– son dos de los comodines en la línea defensiva. Por acabar con la defensa, el míster le dio una oportunidad a Juan Gutiérrez, el central del Rayo Cantabria, ante el Avilés. El canterano amplió su contrato este verano con la entidad y desde el Rayo Cantabria aguarda la llamada del primer equipo, aunque bien es cierto que lo tiene complicado porque Romo parece contar de entrada con sus hombres de confianza.
Con decisiones protestadas por la grada, planteamientos excesivamente conformistas para un aspirante al ascenso y actitudes tácticas un tanto desconcertantes, lo cierto es que el Racing se ha convertido en el equipo que menos goles encaja –junto al Dépor– y suma ya tres jornadas consecutivas sin recibir un solo gol. De hecho, esa simbólica sequía de sus rivales coincide con el cambio de portero: Miquel Parera por Lucas Díaz. El guardameta manacorí apareció ante el Calahorra cuando nadie le esperaba y se ha consolidado con paradas que han sumado puntos, como la intervención que protagonizó el pasado domingo ante el Deportivo en el mano a mano con De Camargo.
Sin embargo, y pese a que los números son optimistas y han colocado al Racing en la cuarta posición de la tabla, a tan solo dos puntos del liderato ocupado por el Unionistas, la sensación y la realidad es que al equipo le hacen daño los rivales. Esa convicción táctica de defender y de no asumir apenas riesgos no acaba de ser todo lo efectiva que el propio Guille Romo pretende. «Tenemos que defender mejor y conseguir que no nos hagan gol con tan poco», manifestó en varias ocasiones el entrenador madrileño. Las dos derrotas que ha sufrido el Racing hasta el momento, en Logroño y en Vigo, llegaron por cometer errores defensivos y facilitar las cosas en exceso a los rivales. La UD Logroñés marcó el gol de la victoria en el primer fallo que el Racing cometió. Y lo mismo ocurrió en Barreiro ante el Celta B. Sin merecerlo del todo, el Racing salió derrotado de sus dos primeras salidas por la facilidad con la que le marcaron pese a organizar un planteamiento conservador y sólido. En Ferrol, pese a que la suerte comenzó a cambiar en el resultado, el equipo gallego volvió a marcarle en la primera ocasión de gol que tuvo ante el arco de Lucas Díaz.
Las victorias tampoco pueden hacer olvidar que ante el Dux Internacional, Talavera, Calahorra o incluso en Badajoz, al Racing le hicieron más ocasiones sus rivales que las que él creó en la portería contraria. La poca puntería permitió que el equipo saliera airoso de sus enfrentamientos. Posteriormente su pegada ofensiva le dio los puntos que ahora mismo le colocan en puestos de play off de ascenso a Segunda División.
Su periplo en Copa Federación, donde mañana puede rematar la faena si le gana al Leioa y con ello acceder a la Copa del Rey, es similar. Venció al Arenas y al Avilés con sufrimiento y encajando tan solo un gol en ambos partidos, pero haciendo buena su pegada y su búsqueda de la oportunidad certera.
«Nos fuimos con mal sabor porque pudimos hacer algo más», reconoció Marco Camus este lunes en la Albericia. El canterano fue la voz del vestuario, que aún lamenta no haber sacado algo más ante el Deportivo el pasado domingo. «Ellos tuvieron el peso del partido, pero en ocasiones fuimos mejores. Tuvimos un puntito de insatisfacción por no ganar», añadió el cántabro siguiendo el discurso de su entrenador y sin desviarse de las palabra que Guille Romo pronunció al acabar el duelo ante los gallegos. Camus participó en el partido y de nuevo demostró que cada semana mejora sus prestaciones. «Me encuentro muy bien en los minutos que estoy jugando tanto en Copa como en Liga.En Copa sí me siento más importante y en Liga trato de aprovechar lo que me da el míster», señaló. El extremo ha sido titular ante el Arenas y el Avilés y sería extraño que no lo sea mañana ante el Leioa en la última eliminatoria antes de lograr el pase a la Copa del Rey. «Tenemos ganas de conseguir la siguiente ronda y poder hacer que venga un Primera a El Sardinero. Para poder ver una tarde como la que vivimos el domingo con la gente en la grada», explicó el canterano. Los cerca de 12.000 espectadores que presenciaron el partido ante el Dépor fue algo que necesitaba Camus. «Fue una pasada. Cuando debuté con el primer equipo en Segunda no había gente en el campo y no había vivido una situación así. La gente animó como bestias».
Es evidente que para los canteranos jugar en su casa con sus seguidores en las gradas cambia por completo la percepción y las sensaciones. El fútbol es distinto y la recompensa mayor. Mañana tendrán una nueva oportunidad.
El cuerpo técnico racinguista ha cambiado un tanto el plan de trabajo para este martes y en lugar de entrenar por la mañana lo harán por al tarde para no alejar en exceso la última sesión del partido (este miércoles, 19.00 horas). Lo que no cambiará es que será a puerta cerrada y en el estadio. Todo hace indicar que Guille Romo volverá a poner en el campo una alineación plagada de jugadores no habituales, pero con los que vienen actuando en el banquillo a la espera. Dará descansos pero sin arriesgar en exceso el pase de ronda. Habrá oportunidades para los jugadores del filial Jorrín, Juan Gutiérrez, Dani González, Marcos Bustillo...
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