SEGUIDORES DE PRIMERA

Uno de esos fieles seguidores, mi joven vecino Luis Martínez, era uno de los que habían decido no acompañar al equipo esta vez. Desde el 21 de enero en Miranda no había visto ganar al Racing en los desplazamientos. Este racinguista componente de la Peña Concanos, de bufanda descolorida por mil tardes de sol y rasgada por tantos desencantos, abonado del Racing durante la mitad de su vida, no es de los que se rinden. Necesitaba dar un paso atrás para tomar el impulso final. Un impulso que se había arrepentido de preparar este domingo después del triunfo del equipo de su amores ante el Lealtad.

Los que están enfadados de por vida con el desaliento que pueda causar el Racing son el abanderado Pepe Barros, José Ramón Matanzas o Jesús Gutiérrez, que el sábado ya calentaba en las Instalaciones Nando Yosu viendo a las promesas. Estos doy por hecho que no faltaron el domingo en el muy leal campo de Les Caleyes, donde los seguidores racinguistas hacen de él, en estos tres últimos años, la jornada completa, al conjugar con los maliayos; la competencia, el respeto y el buen ambiente. No estuvo de más el triunfo para realizar una vuelta a casa más relajada.

Hay un seguidor cántabro que es uno de los casos más bellos de fidelidad hacia un equipo al que ha visto nacer y hasta cumplir su centenario: don Víctor Manuel Ortiz Ontalvilla, que este jueves cumple 106 años. Es el número uno de los socios del 'Charles', con más de setenta años de antigüedad, que desterró la palabra desaliento para con su equipo y sigue repitiendo hoy en día con orgullo: «El Laredo, lo principal». Cuando nos veíamos siempre me repetía con interés: «¿Qué le pasa al Racing?» Felicidades a este seguidor, ejemplo de lealtad, que no estuvo en Primera, sino que es y será siempre de Primera.